lunes, 25 de mayo de 2015

UN MUNDO DE CONTRASTES. REVERSE MENTORING, por TERESA ANTÓN


Nos encontramos en la era de la información, pero a pesar de ello, el contraste empieza a ser el paradigma de este nuevo siglo. Vivimos entre dos mundos: la tecnología y lo digital frente a lo manual; el lujo frente a la precariedad y el mundo real frente al virtual.

Y qué decir de los contrastes en materia de managament, donde tienen cabida empresas top como Google o Dropbox frente a pymes taylorianas que están a años luz de conceptos como el "engagement".
Nos encontramos con empresas que apuestan por el  "empowerment" mientras otras siguen ancladas en el liderazgo autoritario. Compañías con foco en el teletrabajo versus compañías con cultura de "presentismo" donde no se premia el resultado, sino el estar mucho tiempo en la oficina.

Y en este contexto de extremos, algunos hablan ya de la cuarta revolución industrial, que a través de la digitalización, une a las personas y a la sociedad con la tecnología. La clave de las tres revoluciones anteriores fueron la máquina de vapor, la electricidad y la informática. Todas ellas trajeron nuevos procesos y gran evolución a las empresas, y en esta cuarta debemos aprovechar las grandes posibilidades que aportan las nuevas tecnologías para formar y digitalizar a nuestros empleados con el objetivo de ganar, de llegar a nuevos mercados, de marcar la diferencia, y por qué no, también de ¡aumentar su empleabilidad!. 

La tecnología nos inunda para facilitarnos la vida. Por ejemplo, la conocidísima empresa de muebles suecos ha desarrollado un robot que ensambla las piezas de sus muebles. O aplicaciones como las "gafas inteligentes", que nos permiten hacer una foto de cualquier cosa y recibir, al momento, información al respecto en nuestro teléfono. Por no hablar de internet como herramienta en la que casi cualquier cosa que soñemos, podemos hacerla realidad.

Y es en este mundo interconectado donde cada vez se generan más oportunidades, algunas inimaginables. Dicen los expertos que  muchas de las profesiones más necesarias de hoy dejarán de existir y las que serán más importantes dentro de unos años hoy ni existen.

Desde mi punto de vista, lo esencial no cambiará, pero es necesario poner foco en desarrollar las habilidades y competencias necesarias para un futuro digital en que los empleados puedan liderar y pensar en modelos de negocio que sean validos dentro de unos años.

Y para ello, muchas compañías están trabajando el desarrollo del talento a través de programas de "Reverse mentoring" con seniors analógicos y juniors digitales que se complementan, ayudan y apoyan.

Un buen modo para acercar realidades en este mundo de contrastes y subirnos al carro de la competitividad, construyendo equipos conectados, productivos e innovadoras.

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