lunes, 29 de noviembre de 2010

NUEVAS FORMAS PARA ENCONTRAR EMPLEO: RECLUTAMIENTO 2.0 por MARÍA FERNÁNDEZ

¿Habéis oído el término reclutamiento 2.0? Pues os cuento, cada vez suena con más fuerza en los departamentos de RRHH de las empresas de nuestro país, pero ¿sabemos en qué consiste? Esta manera de reclutamiento se podría definir como la relación que se establece entre los candidatos y las empresas mediante la interactividad que permiten las Web 2.0, como las redes sociales y profesionales, blogs y otros servicios Web.


Según estadísticas, el 45% de los empleadores utilizan las redes sociales para investigar a aquellos aspirantes a un trabajo en sus empresas. Poco a poco, los departamentos de RRHH se especializan más en estas herramientas interactivas, como Facebook, Xing, Twitter,… Los reclutadores son conscientes del volumen de información que manejan estos sitios, por eso, usando estas técnicas para el reclutamiento y la selección, las empresas obtienen algo único… Una aproximación muy estrecha a la persona y una cantidad de datos que nunca hubiesen obtenido usando métodos tradicionales, ya que los perfiles colgados en redes sociales, nos dejan ver prácticamente dentro del interior del candidato potencial.

Además hay que destacar otra funcionalidad que ofrecen estas webs a las organizaciones, como es la de aumentar la visibilidad de contenidos específicos de la propia organización como ofertas de empleo, campañas de marketing, etc...

Desde el punto de vista de los futuros candidatos, más de un 70% de los usuarios de Internet están registrados en alguna de estas redes sociales. Los usuarios de las redes sociales profesionales, utilizan estos sitios para vender mejor su candidatura, conseguir nuevos contactos profesionales e información empresarial. No hay que cerrarse a las oportunidades y mucho menos a las que ofrecen estas nuevas tecnologías, además en estos tiempos de crisis con más razón.

Como ventajas más destacables de este tipo de reclutamiento es la mayor rapidez a la hora de conseguir nuevos candidatos, los profesionales de la selección de personal no tienen ya que perder tanto tiempo revisando cantidades exageradas de currículos, con mayoría de perfiles no aptos para el cargo. Supone una reducción de costes importante y la continua comunicación directa de la organización sobre el proceso de selección ofrece más confianza y credibilidad a los candidatos al puesto.

Y como inconvenientes es que se invierte mucho tiempo inicial durante la construcción de una comunidad y una reputación y luego el tiempo de dedicación posterior. Por otro lado no es posible sincronizar los contactos con otras herramientas tradicionales y si la persona designada a llevarlo a cabo deja la empresa, mucho de su trabajo se va con él o con ella.

Después de todo esto os dejo para que meditéis sobre el tema y deciros que las redes profesionales están alcanzando un peso realmente estratégico para encontrar y atraer a los candidatos con el talento que estamos buscando, pero de momento no pueden sustituir a la comunicación “verdad” ni al poder de desvirtualización que tiene, por ejemplo, en una entrevista. Ese verse “frente a frente” es todavía insustituible.

jueves, 25 de noviembre de 2010

UN POCO DE HUMOR 2.0

Como muy bien dice Rafa Cano, el sentido del humor es una competencia que tendríamos que fomentar y desarrollar a diario, así que vayamos a ello.

Especialmente dedicado a los responsables de Selección:


IDEAS PARA MEJORAR EL IMPACTO DE TU CURRICULUM:


Especialista en Logística y distribución de Documentos - Mensajero

Experta en Terapia Visual y Distracción Ocupacional - Bailarina de Club STREEP-TEASE

Coordinador Adjunto de Control de Admisiones y Salidas de personal - Portero

Coordinador Oficial de Movimiento Nocturno - Vigilante

Distribuidor externo de Recursos Humanos VIP - Chofer de Taxi

Especialista en Logística de Energía Combustible - Despachador de Gasolinera

Auxiliar de Servicios de Ingeniería Civil - Albañil

Enlace Externo Avanzado en Logística de Documentos - Mensajero con Moto

Consultor de Asuntos Generales y No Específicos - Adivino, Brujo, Lector de Cartas

Técnico de Marketing Dirigido - Repartidor de Propaganda

Especialista en Logística de Alimentos - Camarero

Experto en Clasificación y Acopio de Perecederos - Verdulero (Vendedor de Verduras)

Abastecedor Cualificado de Sólidos y Líquidos en Lugares de Alta Concentración -Vendedor de Cerveza y Chucherías en el Estadio.

Distribuidor Externo de Productos Importados de Alta Rotación - Vendedor Ambulante

Experta en Sexología y Terapia de Relaciones Personales - Puta

Técnico en Mantenimiento Sanitario de Vías Públicas - Barrendero

Experto en 'Freelance' - Trabaja "En Lo Que Sea"

Experto en Distribución de Música y Cinematografía -Vendedor de Discos Piratas

Director General Adjunto de Asuntos sin Importancia - Diputado

EL MEJOR DE TODOS

Técnico en recepción y archivo definitivo de Recursos Humanos - Sepulturero

A

lunes, 22 de noviembre de 2010

EL TRABAJO ME QUEMA por ELENA RECIO

Muchas veces hablando con colegas oigo el comentario “estoy quemado en el trabajo” y últimamente creo que lo oigo con bastante más frecuencia de lo normal. La situación de crisis actual, la globalización con un entorno cambiante y frenético, trabajo precario, insatisfactorio, etcétera, hace que tengamos síntomas tales como ansiedad, insomnio, irritabilidad, fatiga física y mental, sentimientos de depresión, cambios en los hábitos alimenticios… esto es lo que conocemos que padezcamos el síndrome de estrés laboral crónico (también conocido como síndrome de quemarse por el trabajo o el término anglosajón burnout).

Y es que estar en situación de estrés no es algo negativo, lo malo es estar estresado durante mucho tiempo ya que nuestro organismo está preparado para hacer frente a circunstancias difíciles, pero no para estar respondiendo continuamente a tales situaciones.

Ya vistas las publicaciones de ZAPF, KNORZ, KULLA (1996) como las de MASLASCH Y JACKSON (1977) así como el pionero FREUDENBERGER (1974) que utilizó el término para explicar el proceso de deterioro en los cuidados y atención profesional de usuarios de los servicios tanto privados como públicos (sanidad, educación, servicios sociales…) podemos citar que las fuentes de estrés en el trabajo las podemos encontrar en diferentes causas tales como:

∙ Cambiar rápidamente de unas funciones a otras.

∙ Carga insuficiente/excesiva del puesto de trabajo.

∙ Exigencias del propio puesto de trabajo (toma de decisiones, despido de empleados, vigilancia constante, reclamaciones de clientes…).

∙ Falta de participación en las decisiones que se toman.

∙ Malas condiciones del trabajo (frío/calor excesivo, ruido,…).

∙ Cambios en la gestión/organización de la empresa.

∙ Incompatibilidad del trabajo con familia y/o casa…

Ante los efectos del estrés anteriormente mencionados, estos los podemos combatir o prevenir a través de un nivel de empresa: como la gestión de diferentes técnicas de trabajo en equipo, definir tareas, procesos y objetivos de forma clara, fomentar la participación, enriqueciendo y rediseñando los puestos de trabajo, facilitando a los empleados formación…
Pero lo más importante es conjugar esta prevención a nivel organizacional con la personal, (tenemos que ser capaces de valorar lo que tenemos, no pretender alcanzar la perfección, tener un pensamiento positivo y mantener una autoestima alta) y para conseguir esto hay diferentes formas de mejorar nuestra calidad de vida de forma individual; como mantener una vida sana, haciendo ejercicio físico, descansando y sabiendo relajarnos lo suficiente, además de llevar una dieta correcta, desconectar de las actividades estresantes, aumentar y mejorar nuestro círculo social, así como desarrollar actividades creativas (pintura, escritura, baile,…), aprender a disfrutar de las pequeñas cosas y ser generosos con nosotros mismos sabiéndonos autorrecompensar de vez en cuando.

Espero que estos consejos os sirvan en vuestra rutina diaria o si en algún momento se da la circunstancia de pediros consejo sobre como afrontar el estrés, ¡que no os quemen! y ¡ánimo!

Saludos para todo el FORO ULISES.

jueves, 18 de noviembre de 2010

EL JARDÍN DE MI PADRE por JOSÉ MOZO

Mi padre (por cierto Félix, se llama José, por si no habías oído ese nombre nunca) ha tenido empresa hasta que se quiso jubilar antes de tiempo, ahora se dedica a la jardinería, los pájaros... en el campo, en un terreno, cerca de Tudela de Duero. No se dedica a nada que tenga que ver con las personas, terminó harto de nosotros (las personas), pues no pudo ver el potencial que había en ellas, espero que no me pase a mi.

Este verano me levanté temprano y después de venir de echar una “carrerita", él estaba en el huerto y todo el mundo estaba dormido, me acerqué para ver lo que estaba haciendo. Estaba quitando hierbas y pequeñas plantas que habían nacido alrededor de una bonito jacinto. La planta estaba sola en un gran espacio que sólo a ella correspondía. Habían caído semillas de otras plantas y a su alrededor aparecían nuevos brotes. Le pregunté la razón para quitarlas, pues algunas eran realmente hermosas, su respuesta fue que las otras plantas dificultaban el crecimiento y el desarrollo en las mejores condiciones, pues la quitaban alimento y sobre todo la afeaban. El jacinto estaba realmente precioso.
Cerca de esta planta hay un muro con un montón de plantas donde se colocan un sinfín de herbáceas. Le pregunté que si en esa parte no quitaba las malas hierbas (en botánica no existen las malas hierbas), ya que algunas eran las mismas que en el otro lado pues habían caído semillas allí mismo. Su respuesta fue que ese espacio era un sitio en el que él había echado semillas de muchas variedades, incluso algunas raras o que no sabía exactamente que eran, y las había dejado crecer de una forma más anárquica y desordenada (bueno realmente dijo “como se las pusieran en los cojones”, pero esto no lo puedo poner).

El otro día en una reunión del comité del foro (al que asisto con mucho agrado y del que recibo mucho más de lo que aporto) se habló de la importancia de los mandos medios y de la necesidad de crear una escuela para ese tipo de función, posiblemente una de las fuerzas más importantes en una empresa, sobre todo si se les deja crecer. Si el jefe de una empresa corta la hierba a su alrededor para ser la más bonita y ser ella la de mayor producción, consigue eso; ser la más bonita, tener que ser la de mayor producción y no tener nadie alrededor (y los que estén solo lo estarán para seguir embelleciendo la planta principal). Esta opción es válida tanto en el jardín como en la empresa, claro está, y la estrategia es igual de válida. Yo, personalmente, animo a que se deje crecer la hierba alrededor “como se les ponga en los cojones”.

domingo, 14 de noviembre de 2010

CUANDO EL ROL NO SE CUMPLE por PEPE ESTÉVEZ

Realmente tenía pensado haceos perder escasos dos minutos con otro tema completamente diferente. Sin embargo, ha pesado más lo inmediato.

En esta semana, me encontraba tomando una copa con un amigo en un conocido establecimiento de la capital pucelana. Al poco tiempo, advertimos la presencia de una “turba” de niños un tanto inquietos, con las hormonas mas alteradas que una gimnasta rusa, dicho de forma diplomática. Bien pudieran protagonizar un capítulo del manido programa “Super Nanny”. Las madres, por supuesto a otros menesteres, arreglando el mundo (su mundo me supongo...espero que no sea el mismo que el mío). Como el pastor que suelta la ovejas a pastar y vuelve a la noche para recogerlas en el redil.

Pues bien, al cabo de no pocos minutos y ante la atónita mirada del camarero se acerca la madre con las tres criaturas de la mano y espeta...

Veis ese que está ahí. Pues es el camarero, y tiene muy mala leche como no os portéis bien os echa del bar”. No pudimos por menos, mi amigo, la víctima (el camarero) y yo, que poner a la susodicha de fresca para arriba.

He aquí el motivo de estas líneas, trasladando esta situación cotidiana (por desgracia) al mundo laboral y más concretamente a ese jefe que no es capaz o no quiere asumir sus responsabilidades. No cumple con su Rol o papel que tiene asignado, o que se espera de él.

A quién no le ha pasado o sencillamente ha sido testigo de situaciones en las que el jefe elude sus responsabilidades. Por ejemplo:

El Jefe: “Marta, llama a nuestros proveedores de Azuqueca de Henares y deshazte de ellos, no quiero saber nada, se acabó. ¡Ah! y si llaman pidiendo alguna explicación....que no estoy.
Marta: Pero D. Ambrosio si llevamos trabajando con ellos 17 años.... Me da igual, como si llevan 2.


Sirva este modesto comentario para hacernos reflexionar de la importancia del Rol, en este caso concreto sería el de Jefe o Duce en italiano. Es fundamental la definición de competencias de cada puesto pero tanto o más que esas expectativas, que ese papel o Rol se cumplan, se lleven a la práctica. En lugar de tomar los mandos de la nave, de dirigir, de conducir, de establecer una política de actuación, de afrontar un problema, de tomar decisiones... La madre decidió “encomendar” esa labor al dependiente de mostrador...

Normalmente este tipo de situaciones, por cotidianas, por tangibles, por ocurrir en el ruedo de la vida del día a día, pasan inadvertidas y son plenamente aplicables al mundo laboral.

*Por cierto se me olvidaba, este no es mi jefe, ja, ja, ja...



lunes, 8 de noviembre de 2010

PRÁCTICAS por SUSANA AGUADO

Os pongo en situación. Hace dos años me planteé dónde realizar el practicum de Derecho, esos quince créditos obligatorios de la carrera que serían lo más próximo que habría estado, por aquel entonces, a la vida laboral. Estaba entusiasmada por la idea de aprender, por hacer algo distinto a sólo estudiar, por poner en práctica un poco de lo visto en la Universidad. Es por eso que la Facultad me ofreció unas prácticas en una Notaría, pues desde allí habían solicitado un becario. El viernes previo a mi comienzo decidí pasarme a presentarme y a acordar mi horario y, en la medida de lo posible, mis funciones.
Y ésta fue la conversación que, a grandes rasgos, mantuvimos la Notaria y yo:

- “Buenos días, soy Susana, la chica de prácticas de Derecho.”
- “Ah, sí. ¿Y a qué vienes? ¿Qué vas a hacer aquí?”
- “Usted dirá, pero mi intención es aprender lo que se suele hacer aquí, así como ayudarles en la medida de lo posible.”
- “Ya, pero es que no te necesito. No necesito a alguien que no sepa. A tu predecesora la tuvimos ordenando las estanterías y haciendo fotocopias, así que… no sé qué hacer contigo. Si no se me ocurre nada el lunes… pues como la otra becaria.”

No podía haberme imaginado un panorama más desolador. Mi primera incursión en la vida laboral y me encuentro con que, de buenas a primeras y por ser estudiante, se supone que no puedo hacer nada. Me llamó la atención que no se tuvieran en cuenta ni mis conocimientos, ni mis ganas, ni mi disposición por hacer y aprender todo lo que fuera necesario. ¡Y eso que pedían a un becario de la Universidad!
Sin embargo el trabajo tiene que hacerse bien a pesar de las malas acogidas y debemos sobreponernos a los problemas que surjan por el camino. ¿Cómo? En mi caso aprendí que hay dos cosas que nadie nos puede quitar (si acaso, pueden ser potenciadas – y fácilmente, pues ambas van de la mano–): la motivación y la autoconfianza. Y lo mejor de todo es que está al alcance de nuestra mano contribuir a fomentarlas en los demás lo cual, en mi opinión, es fundamental para que los resultados lleguen más rápido y mejor. Estamos demasiado acostumbrados a lo negativo, a destacar lo malo de los que nos rodean, ¿pero les decimos lo bueno suficientemente? ¿Por qué nos cuesta tanto si somos conscientes de los beneficios que reporta? Con ello todos tendríamos una visión más acertada y completa de quiénes y cómo somos, de lo que somos capaces y de nuestras áreas de mejora, conseguiríamos ser más eficientes y todo esto repercutiría en nuestro bienestar personal (y por ende en el de los que nos rodean). Entonces, ¿por qué no llevarlo a cabo?
En definitiva, animar a la gente a conseguir lo que se propongan, destacar su potencial y, en definitiva, hacerles sentir bien no deberían ser obligaciones, sino actitudes naturales de cualquier persona y sobre todo, de un buen líder. Nunca debemos dejar que nos abandone ni la motivación ni la confianza porque no olvidemos que es lo que nos va a dar fuerza para hacer todo y hacerlo bien. Creo que fue gracias a eso que, durante mis prácticas, no hice ni una fotocopia e incluso al final del período me pidieron que volviese. Sin embargo y aunque aprendí mucho, no era ni el sector ni el ambiente en el que quería trabajar, pero esa ya es otra historia.

domingo, 7 de noviembre de 2010

REUNIÓN DEL FORO ULISES - LA REFORMA LABORAL

El pasado jueves se celebró una nueva reunión del Foro Ulises de Recursos Humanos. En este caso el tema de la reunión fue monográfico "La Reforma Laboral".

Para hablarnos de la misma contamos con la presencia de Jose Alberto Rodríguez Llorente (flanqueado y apoyado por Roberto García) que, desde un punto de vista crítico y fuertemente posicionado en contra de la reforma, nos desveló en aproximadamente una hora y cuarto los entresijos de la misma, incidiendo más en los aspectos negativos que en los positivos (si es que los hay) de la misma.

Tras su intervención se produjo un interesante debate entre los asistentes (48 personas) acerca de cómo va a afectar, no sólo a las empresas sino también a los trabajadores y desempleados, especialmente los jóvenes, de manera real dicha reforma.

Creemos que la mejor valoración de la jornada la podemos hacer entre todos los que asistimos, a través de comentarios a esta entrada, mostrando las ideas más claras que cada uno os pudieráis llevar de la charla y el posterior coloquio.


Por otra parte, pero relacionado con el tema, Roberto García Marcos escribió, previa a la reunión del Foro, un post en el Blog de la Escuela de Negocios, resaltando lo que para él resultan los aspectos más resañables de la nueva Ley. Podemos leer su entrada a través de este enlace.

jueves, 4 de noviembre de 2010

REGLAS DE ORO DE UN BUEN CLIMA LABORAR por ALICIA VILLEGAS

Hola a todos, es la primera vez que publico algo en un Foro, y quiero compartir con vosotros este articulo de Elena Rubio Navarro que titula como “Reglas de oro de un Buen Clima Laboral”, perdonarme si es muy largo, pero me parece que merece la pena leerlo ya que lo que dice son cosas que a lo mejor os parecen obvias (lo cual me alegrará mucho), pero que creo que en estos tiempos que vivimos se han olvidado. Los Departamentos de Recursos Humanos deberían velar porque sus empresas tengan el mejor “clima laboral” para sus trabajadores. Solo espero que esto no os refresque la memoria, porque lo tengáis presente todos los días….

El "clima laboral" es el medio ambiente humano y físico en el que se desarrolla el trabajo cotidiano. Influye en la satisfacción y por lo tanto en la productividad. Está relacionado con el "saber hacer" del directivo, con los comportamientos de las personas, con su manera de trabajar y de relacionarse, con su interacción con la empresa, con las máquinas que se utilizan y con la propia actividad de cada uno.
Es la alta dirección, con su cultura y con sus sistemas de gestión, la que proporciona -o no- el terreno adecuado para un buen clima laboral, y forma parte de las políticas de personal y de recursos humanos la mejora de ese ambiente con el uso de técnicas precisas.
Mientras que un "buen clima" se orienta hacia los objetivos generales, un "mal clima" destruye el ambiente de trabajo ocasionando situaciones de conflicto y de bajo rendimiento. Para medir el "clima laboral" lo normal es utilizar "escalas de evaluación".

Algunos aspectos que se pretenden evaluar son los siguientes:

Independencia.
La independencia mide el grado de autonomía de las personas en la ejecución de sus tareas habituales. Por ejemplo: una tarea contable que es simple tiene en sí misma pocas variaciones -es una tarea limitada-, pero el administrativo que la realiza podría gestionar su tiempo de ejecución atendiendo a las necesidades de la empresa: esto es independencia personal. Favorece al buen clima el hecho de que cualquier empleado disponga de toda la independencia que es capaz de asumir.

Condiciones físicas.
Las condiciones físicas contemplan las características medioambientales en las que se desarrolla el trabajo: la iluminación, el sonido, la distribución de los espacios, la ubicación (situación) de las personas, los utensilios, etcétera. Por ejemplo: un medio con luz natural, con filtros de cristal óptico de alta protección en las pantallas de los ordenadores, sin papeles ni trastos por el medio y sin ruidos, facilita el bienestar de las personas que pasan largas horas trabajando y repercute en la calidad de su labor. Se ha demostrado científicamente que la mejoras hechas en la iluminación aumentan significativamente la productividad.

Liderazgo.
Mide la capacidad de los líderes para relacionarse con sus colaboradores. Un liderazgo que es flexible ante las múltiples situaciones laborales que se presentan, y que ofrece un trato a la medida de cada colaborador, genera un clima de trabajo positivo que es coherente con la misión de la empresa y que permite y fomenta el éxito.

Relaciones.
Esta escala evalúa tanto los aspectos cualitativos como los cuantitativos en el ámbito de las relaciones. Con los resultados obtenidos se diseñan "sociogramas" que reflejan: la cantidad de relaciones que se establecen; el número de amistades; quiénes no se relacionan nunca aunque trabajen codo con codo; la cohesión entre los diferentes subgrupos, etcétera. El grado de madurez, el respeto, la manera de comunicarse unos con otros, la colaboración o la falta de compañerismo, la confianza, todo ello son aspectos de suma importancia. La calidad en las relaciones humanas dentro de una empresa es percibida por los clientes.

Implicación.
Es el grado de entrega de los empleados hacia su empresa. ?Se da el escapismo, el absentismo o la dejadez? Es muy importante saber que no hay implicación sin un liderazgo eficiente y sin unas condiciones laborales aceptables.

Organización.
La organización hace referencia a si existen o no métodos operativos y establecidos de organización del trabajo. ?Se trabaja mediante procesos productivos? ?Se trabaja por inercia o por las urgencias del momento? ?Se trabaja aisladamente? ?Se promueven los equipos por proyectos? ? Hay o no hay modelos de gestión implantados?

Reconocimiento.
Se trata de averiguar si la empresa tiene un sistema de reconocimiento del trabajo bien hecho. En el área comercial, el reconocimiento se utiliza como instrumento para crear un espíritu combativo entre los vendedores, por ejemplo estableciendo premios anuales para los mejores. ?Por qué no trasladar la experiencia comercial hacia otras áreas, premiando o reconociendo aquello que lo merece? Es fácil reconocer el prestigio de quienes lo ostentan habitualmente, pero cuesta más ofrecer una distinción a quien por su rango no suele destacar. Cuando nunca se reconoce un trabajo bien hecho, aparece la apatía y el clima laboral se deteriora progresivamente.

Remuneraciones.
Dicen dos conocidos consultores franceses: El sistema de remuneración es fundamental. Los salarios medios y bajos con carácter fijo no contribuyen al buen clima laboral, porque no permiten una valoración de las mejoras ni de los resultados. Hay una peligrosa tendencia al respecto: la asignación de un salario inmóvil, inmoviliza a quien lo percibe. Los sueldos que sobrepasan los niveles medios son motivadores, pero tampoco impulsan el rendimiento. Las empresas competitivas han creado políticas salariales sobre la base de parámetros de eficacia y de resultados que son medibles. Esto genera un ambiente hacia el logro y fomenta el esfuerzo.

Igualdad.
La igualdad es un valor que mide si todos los miembros de la empresa son tratados con criterios justos. La escala permite observar si existe algún tipo de discriminación. El amiguismo, el enchufismo y la falta de criterio ponen en peligro el ambiente de trabajo sembrando la desconfianza.

Otros factores.
Hay otros factores que influyen en el clima laboral: la formación, las expectativas de promoción, la seguridad en el empleo, los horarios, los servicios médicos, etcétera.
También es importante señalar que no se puede hablar de un único clima laboral, sino de la existencia de subclimas que coexisten simultáneamente. Así, una unidad de negocio dentro de una organización pude tener un clima excelente, mientras que en otra unidad el ambiente de trabajo puede ser o llegar a ser muy deficiente.
El clima laboral diferencia a las empresas de éxito de las empresas mediocres. Querámoslo o no, el ser humano es el centro del trabajo, es lo más importante, y mientras este hecho no se asuma, de nada vale hablar de sofisticadas herramientas de gestión. Más vale conseguir que el viento sople a favor.

martes, 2 de noviembre de 2010

EL DESPIDO INTERIOR por EMILIO FERNÁNDEZ

¿Qué es el Despido Interior? Pues ese proceso paulatino de abandono, dejadez, indiferencia… que uno va sintiendo hacia su trabajo. Es el arma que utilizamos para rebelarnos de forma pasiva contra la organización, nuestro jefe o compañeros a causa de nuestras frustraciones, de no ver nuestras expectativas cumplidas, pensando que los grandes perjudicados serán ellos y no nosotros mismos. Hoy este concepto es un tema de actualidad, donde paradójicamente las organizaciones se han dado cuenta de que el camino a la innovación y hacia la competitividad se hace a partir de las personas. Lotfi El-Ghandouri ha publicado un libro en el que describe ese proceso de DI y como es posible salir de el. Tras su lectura uno no puede quedarse indiferente. Quizás lo que más me impactó fue la forma tan fiel de describir una sensación que desde luego yo había sentido en algún momento de mi vida profesional, de describir comportamientos y pensamientos que me habían asaltado. Y que estoy seguro (viendo lo que veo a mi alrededor) que otros muchos han vivido.
Sospecho que esta nueva dolencia laboral esta muy extendida, sobre todo, en los trabajadores cualificados (los que en teoría parten siempre con expectativas más altas). ¿La buena noticia? Que tiene solución. ¿La mala? Que no es una solución mágica… sino que exige un gran esfuerzo de autoanálisis, de replanteamiento de objetivos y de fuerza de voluntad. Cosas, todas ellas, reñidas con la inercia laboral y vital que son un mal tan común en nuestra sociedad.

Espero que vuestras opiniones mejoren las reflexiones que voy a citar a continuación resultado de referencias, subrayados, anotaciones y notas a pie de página.

Este proceso se activa tras enfrentarnos a una serie de situaciones que nos van llevando a tirar la toalla poco a poco por no conseguir los resultados y las satisfacciones que esperábamos. Y, entonces empezamos a distanciarnos, participando cada vez menos, quedándonos en la oficina el tiempo justo, evitando asumir responsabilidades, volviéndonos individualistas, aparentando estar ocupados dedicándonos a lo que nos entretiene y matar el tiempo.
Observar estos comportamientos nos puede llevar a juzgar a una persona como egoísta, vaga, sin personalidad o que quiere aprovecharse de la organización. Es un error, lo cierto es que pueden ser personas que tenían mucha ilusión, que se han entregado al máximo a algo que les era muy importante, tienen un gran sentido de la dedicación y contribución, demuestran un nivel de autoexigencia alto y tienen mucha ambición porque sueñan con lo mejor y quieren conseguirlo. No hablo de competitividad ni de ansias de ser el primero. Me refiero a personas que quieren dar lo mejor de si mismas para causas y organizaciones que les importan. Son normales y corrientes que necesitan ver que lo que hacen tiene un impacto o marca una pequeña diferencia para que sus vidas tengan sentido.

¿Cómo puede una persona con talento caer en esta infelicidad laboral? De hecho puede ser vivida en diferentes fases de nuestra vida laboral, como becario, nuevo empleado, colaborador, obrero, trabajador autónomo o directivo. Nadie está al margen de este fenómeno. Cada uno lo puede vivir a su manera, con diferente intensidad y duración. La vivencia en cada uno de ellas se pone a prueba por diferentes conflictos que se producen cada vez que nuestras expectativas no se vean cumplidas.



La entrega.

Cuando iniciamos un nuevo trabajo lo hacemos con el nivel de entrega máximos. Tenemos mucha ilusión por esa nueva tarea y por la confianza depositada en nosotros. Sentimos que podemos aportar mucho y por eso hacemos voluntariamente más de lo que se nos pide. Tenemos mucha creatividad, ganas de arriesgarnos, queremos sorprender y mostrar lo que valemos.
Pero con el tiempo y la luna de miel nos enfrentamos a los primeros desacuerdos y malentendidos, arbitrariedades y favoritismos. Una situación caracterizada, sobre todo, por la ausencia de principios y valores que reconozcan la labor bien realizada y la sitúen en el lugar que le corresponde, y por la falta de retos profesionales, el compromiso se debilita y la relación emocional y confianza se rompen. Frente a ella, intentamos minimizar los impactos sin darnos cuenta de estamos empezando a acumular infelicidades y frustraciones. ¿Cuántos daríamos este argumento?: no me siento valorado ni querido, no me han dado ninguna oportunidad para demostrar lo que soy capaz de hacer, no tengo posibilidades de progresión profesional, etc.
El grado de decepción nos afecta tanto que decidimos reducir, a veces de manera inconciente nuestro nivel de entrega y pasamos a la fase siguiente.

El Compromiso.

Cumplimos lo que tenemos que hacer limitándonos a lo que se nos pide en nuestro puesto laboral, dado que nuestro valor añadido no ha sido valorado justamente por la organización, nuestro jefe o compañeros. Ya no queremos sorprender tanto. No vamos más allá.
En este plano nos planteamos las razones y el sentido de nuestro trabajo: ¿que sentido tiene lo que hacemos?, ¿cómo estamos colaborando en el cumplimiento de los objetivos de la empresa?, ¿nos identificamos con los valores de la empresa y su cultura? No hay que olvidar que la identificación de la persona con la misión de la empresa se produce en le plano de los valores. Cuando ésta ofrece la oportunidad a alguien de ser lo que se ha propuesto en la vida y actúa con unos principios mínimos de justicia, podemos hablar de identificación.
Seguimos enfrentándonos a nuevos desacuerdos y conflictos no resueltos, acumulando más discrepancias y desilusiones con respecto a nuestras expectativas que nos producen buenas dosis de desorientación y falta de rumbo en nuestras acciones. Continuamos almacenando infelicidades y frustraciones y el grado de decepción acumulado es suficiente para hacernos bajar al siguiente escalón.

La Participación.

En este nivel sentimos que estamos cayendo en una rutina. Si nos piden algo lo hacemos. Sabemos lo que debemos hacer y empezamos a limitarnos dando lo mínimo, ya no tiramos del carro ni somos como antes. La situación se caracteriza porque las expectativas del trabajador y organización no se cumplen, por lo que pueden ocurrir varios escenarios. En el caso de que no nos despidan, tampoco haremos ningún esfuerzo para cambiar nuestra situación profesional, entrando inexorablemente en la fase posterior,

La retirada.

Nos retiramos para rebelarnos e intentar provocar el cambio desde nuestro entorno. Nos percibimos como víctimas de la situación. Nos transformamos en rebeldes pasivos y aprendemos a vivir con nuestro malestar y nuestra gran decepción esperando que nuestra posición mejore. Como notamos con el paso del tiempo que no obtenemos los resultados deseados, nos vemos obligados a entender que el cambio solamente puede venir de nosotros, pero no estamos dispuestos a hacerlo. Podemos afrontar la situación, pero decidimos postergar el problema, no actuar. Nos perjudicamos más y de forma sutil nos deslizamos hacía el último peldaño.


La Resignación.

En esta fase asumimos que no podemos hacer nada para cambiar nuestra vida laboral. Preferimos seguir desaparecidos en el trabajo, sufrir en un ambiente conocido que arriesgarnos a lo desconocido.
Asumimos nuestro entorno como normal y que somos nosotros quienes tenemos que cambiar. Pero la visión del cambio no está asociada a un crecimiento personal sino a hacernos encajar en el molde: aceptamos ajustarnos a la situación aunque signifique ir en contra de lo somos. Podemos empezar a descalificarnos, a perder confianza en nosotros mismos, teniendo la certeza de que no podemos cambiar nada, que estamos atrapados en una situación sin salida. Hemos tirado la toalla. Pensamos que no vale la pena luchar. Nos rendimos a los comportamientos del jefe, de los compañeros que nos molestan, aquí jamás nuestras expectativas puedan ser cumplidas. El miedo a empezar de nuevo en otro sitio hace que nuestra capacidad de aguante aumente porque no queremos enfrentarnos a lo desconocido, porque no queremos que nos pase lo mismo en otro sitio.”Así que mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer”.
El escalón de la resignación puede transformarse en una línea sin fin, un punto muerto o en un estado de coma laboral que nos puede llevar a la desilusión y a la falta de esperanza. El DI puede durar mucho tiempo, hasta que somos conscientes que podemos salir del, recuperarse y salir adelante.

¿Cuál es el rol de las organizaciones en esta pérdida? De un lado vivimos en un mundo cargado de paradojas, la prevalencia de la depresión, las urgencias psiquiatricas, las enfermedades psicológicas y la angustia se disparan en todos los países desarrollados. Por otro, cada vez se habla más de la necesidad de gestionar el talento de alentar la creatividad y de cuidar a las personas en el seno de las organizaciones. También conceptos como conciliación, compromiso, valores, conciencia o confianza llenan páginas en revistas de referencia sobre el managent.
Afortunadamente, los tiempos en los que gestionar los recursos humanos suponía poco más que controlar a los empleados y pagarles puntualmente han pasado a la historia. Por el camino han aparecido otros: desde el desarrollo de carreras hasta la gestión del liderazgo. Todos han dejado su huella en la mejora de la gestión de personas.
Pero ¿que sucede en la actualidad? Un informe reciente de la escuela de negocios ESADE ponía de relieve algo evidente: un 45% del personal esta menos de 6 meses en su nueva empresa. Las razones por las que un trabajador cambia de rumbo antes de cumplir un año en la organización son: desmotivación, falta de identificación con la cultura; ausencia de entorno agradable, flexibilidad, transparencia, aprendizaje, reconocimiento de sus capacidades; no existe armonía entre las formas de pensar y las formas de hacer en la organización.
Da la impresión de que los sistemas de gestión están diseñados para los mediocres y para desmotivar a los mejores, porque normalmente el que aporta más ilusión y ganas de hacer no encuentra en el sistema una respuesta adecuada que le anime en su actitud, más bien ha de automotivarse para que la inercia anodina y la rutina pueda con el. Y todo ello vale no sólo para los que se contrata de nuevo, sino para el talento oculto o anestesiado que está en la organización a la espera del ambiente, clima y medios correctos que lo despierten.

lunes, 1 de noviembre de 2010

NUEVOS COLABORADORES

A partir del próximo lunes tendremos unos nuevos y muy especiales colaboradores. Se trata de los Alumnos del Master de Dirección y Gestión de Personas de la Escuela de Negocios de la Cámara de Valladolid que, cada lunes -al igual que nosotros hasta ahora hacemos los jueves-, nos harán llegar sus aportaciones a nuestro blog para aportarnos así su perspectiva del mundo en el cual se están formando y al cual están empezando a acceder.

Desde aquí y de antemano, queremos agradecerles a todos ellos sus futuras aportaciones.

Y por supuesto, agradecer y valorar a Susana Aguado -la alumna que ha tomado la responsabilidad de ser el enlace entre el Blog del Foro Ulises y el Master de Dirección y Gestión de Personas-, su ayuda y dedicación para que esto salga bien.

Mucho ánimo a todos.