jueves, 26 de septiembre de 2013

PERSONAS por EDUARDO FERNÁNDEZ

Desde hace algunos días estaba escribiendo acerca de otro tema totalmente diferente al que aquí planteo, sabiendo que la entrada a este blog sería en esta fecha me adelanté para llevarlo con tranquilidad… pero no, lo he cambiado en el último momento, pido disculpas a la gente responsable de gestionar este blog pero me pareció interesante una situación real vivida de manera cercana, me sorprendió que a ciertas alturas de esta vida aún se traten ciertas cosas de cierta manera, o no debería de extrañarme?  Valga esta publicación no solo para expresar mi opinión y compartir una experiencia sino como “denuncia” acerca de ciertos comportamientos que, de verdad, arruinan empresas. No voy a dar en ningún momento nombres, por supuesto, solo pretendo una toma de conciencia y plantear preguntas.
 
Pongo en antecedentes de manera muy rápida, en una empresa determinada (una de tantas), desde hace más de una año se produce un ERE, una de las medidas del mismo es la bajada de sueldo a ciertos trabajadores de un 10% durante ese año (nos centraremos en esta medida). En el mail en el que se comunica es imposible encontrar expresiones del tipo: “agradecemos vuestro esfuerzo” y cosas semejantes, normal si luego te enteras que este mail ha sido redactado por un despacho de abogados. Hace poco la situación se normaliza y se comunica vía  mail lo siguiente: “ (…) las cantidades retraídas a los recursos desafectados serán restituidas (…)”. Ver esta frase es lo que me hizo cambiar esta entrada en el blog.


Estaba leyendo que las PERSONAS que durante un año habían trabajado, sin protestar, por un 10% menos de su sueldo, son para la empresa “los desafectados”? A la persona a la que iba dirigida este mail no le dolió la bajada de sueldo, le dolió que después de todo había llegado a ser un “desafectado”. Es que aún hay empresas o departamentos de RRHH que funcionan así en el SXXI? Duele más saber que  esta empresa es una empresa de servicios donde el personal es el 99,9% del valor del servicio que presta la compañía. Está claro, hay empresas que aún no lo entienden.

 

Las políticas de recursos humanos, por lo general, presumen de las personas que trabajan para ellas y no todas las personas que trabajan para una empresa son empleados de esa empresa. Desde mi punto de vista, precisamente en ciertos momentos es donde un departamento de RRHH ha de trabajar con y para las personas, la cohesión de las mismas y ésta era una gran oportunidad para haberlo hecho. De todo esto deriva el hecho de que son las personas que trabajan para una empresa quienes hoy en día generan el valor añadido de/a la misma y es importante tomar conciencia de ello.


La productividad que las personas suministran a una empresa, propia o a un cliente en particular, depende no sólo de cómo y dónde estos trabajadores son colocados, sino también de quién los dirige y cómo los motiva. Entiendo que toda organización debe asumir la responsabilidad sobre la gestión de todas las personas de cuya productividad y desempeño depende. En un entorno actual donde cada vez se externalizan más servicios me pregunto si las empresas de trabajo temporal son capaces de gestionar a nivel de motivación a las personas que contratan y cómo puede esto repercutir en la propia persona que desempeña su trabajo. O esta labor de liderazgo y motivación ha de ser asumida por la empresa o el cliente que disfruta el desempeño de un trabajador?


Hoy es realmente más importante para las organizaciones prestar mayor atención a todos sus trabajadores que hace 100 años. Una fuerza de trabajo basada en el conocimiento es cualitativamente diferente que una menos cualificada. Los trabajadores que aportan el conocimiento  se han vuelto los principales creadores de riqueza y valor añadido. Cada vez más, el éxito de toda empresa dependerá del desempeño de sus trabajadores, la única manera de sobresalir en una economía y una sociedad basadas en el conocimiento es obteniendo más de las personas, es decir, gestionando a los trabajadores que aportan conocimiento para una mayor productividad. En una organización basada en el conocimiento es la productividad del trabajador individual la que hace exitoso a todo el sistema.


Me parecía que esto estaba claro y era compartido pero veo que a la hora de involucrar a las personas dentro de un proyecto se está fallando en lo más básico. ¿Puede ser que el hecho de dividir a las personas de la empresa, bien sea por subcontrataciones, diferentes unidades de negocio o centros de trabajo haga que nos estemos olvidando de que todo debería ser eso, un todo? ¿El que un despacho de abogados realice cierto tipo de comunicaciones no es llevar al extremo la especialización de tareas y el resultado sea una total despersonalización de la empresa? ¿Cómo puede funcionar en un entorno tan “frio” conceptos como  liderazgo y compromiso?

 

 

2 comentarios:

  1. Eduardo:
    No puedo estar más de acuerdo....
    Quizás tengo el día negativo pero es algo que indudablemente va aumentando a nuestro alrededor.
    Debe ser el signo de los tiempos.......

    Gracias por tu post

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  2. Hace un año aproximadamente, leía en un Post publicado en este foro: "Las Personas no son Recursos". En efecto, ya entonces manifesté mi preocupación por la denominación.
    Ahora leo en tu escrito, que la empresa referida, llama a los que trabajan en ella "recursos desafectados".
    ¡Esto va a peor!
    Creo que los nombres que damos a las cosas son muy importantes.
    Gracias por hacernos reflexionar.

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