lunes, 11 de febrero de 2013

¿EL SALARIO EMOCIONAL "ENGORDA"? por ISABEL CEAMANOS

Podemos definir el salario emocional como una parte de la retribución de un empleado que va más allá de lo puramente económico. Es una manera de retener el talento y tiene como fin mejorar la calidad de vida del trabajador fomentando así la conciliación laboral. Por tanto, se denomina salario emocional porque se trata de recibir prestaciones que para el trabajador son beneficios mucho más valiosos que una subida de sueldo.
 
Los estudios sobre motivación de Herzberg pusieron de manifiesto que el dinero, aún siendo muy importante, no motiva realmente, ya que es un precio. Aquello que de verdad motiva es el reconocimiento sincero de tipo personal que expresa un verdadero aprecio por el trabajo bien hecho.

Este tipo de retribución puede actuar como “factor motivador”  dentro de la empresa, ya que son los empleados satisfechos, aquellos que tienen unos elevados índices de productividad y competitividad.  Es importante también recalcar la importancia del refuerzo positivo en el aprendizaje. Toda conducta que recibe un refuerzo positivo, tiende a repetirse.

En la situación económica que se encuentra nuestro país actualmente, el salario emocional es un recurso muy útil y cada vez son más las  empresas que están introduciendo Planes de Reconocimiento no retributivo con el fin de motivar a los trabajadores mostrando reconocimiento sincero por los resultados obtenidos o sencillamente por una actitud de colaboración positiva hacia la organización y hacia las personas que en ella trabajan.

Identificar y gestionar todo tipo de salario emocional resulta un gran desafío ya que tienen íntima relación con los valores individuales y éstos son de difícil cambio.

Todos estamos de acuerdo que la primera razón por la que trabaja una persona es para ganar dinero, pero en la otra cara de la moneda se encuentra el ser reconocido dentro de la empresa y de sentirse como parte de ella. Por esto, el dinero no lo es todo, sino no habría tantos casos de personas que renuncian a una nómina con algún que otro cero de más, por trabajos peor remunerados pero con mayor reconocimiento. Lo ideal es que el salario en su totalidad sea acorde a las funciones y responsabilidades y que no por aplicar estas medidas se deje de pagar lo que es justo.

La relación y comunicación con el jefe directo es especialmente importante, ya que de ellas dependen sus aportes, ideas y promociones a la hora de avanzar dentro de la empresa. Fomentar la participación de los empleados debe ser una prioridad.

¿Qué podemos considerar como salario emocional? La conciliación de la vida laboral con la familiar, los planes de carrera, los planes de acogida, los seguros médicos así como también una política de comunicación interna transparente, etc.

Luis Puchol destaca distintos tipos de Reconocimiento No Retributivo:

-          Recompensa informal o espontánea: Por ejemplo, felicitar a un empleado por su trabajo.

-          Recompensas de bajo coste: como pudiera ser darle a ese empleado un día libre.

-          Actos de reconocimiento: Entrega de premios, etc

 
Mi pregunta es … ¿Pueden existir empresas que hagan mal uso del salario emocional en su organización?

Está claro que el salario emocional debe estar en equilibrio con la remuneración y que si no es así se puede crear un clima tóxico, mayor absentismo y rotación de personal.

2 comentarios:

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  2. Querida Isabel, tratas en tu post un tema del que cada vez se habla más. Añadir que el salario emocional , también puede ser aplicado en las organizaciones para reducir el nivel de estrés de los empleados, generado por la actual situación de inestabilidad; con ello, no sólo mejoraría la salud de los colaboradores sino también la de la propia empresa, al obtener así una mayor productividad e incremento de la creatividad e innovación, convirtiéndose en una organización más competitiva. No debemos olvidar que en la pirámide de Maslow la seguridad de la persona ocupa el segundo escalón. Antes las personas estábamos situadas en contextos y entornos más seguros y estables, económica y emocionalmente, pero en la actualidad el panorama es muy incierto y las emociones están muy alteradas. De este modo, ahora la seguridad debe radicar en el propio individuo y deber ser éste el que aporte serenidad emocional a los entornos y contextos en los que se mueve. De ahí que, como debería ser con todo tipo de contraprestación pero aquí mucho más, el salario emocional no puede aplicarse a todos y sólo será eficaz y eficiente si se singulariza, flexibiliza y adecua al empleado cuyos motivos son singulares y cambiantes. El café para todos, suponiendo que como fórmula sea útil en cualquier tipo de compensación salarial, es especialmente contraindicada para el salario emocional.un abrazo, Cristina.

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