jueves, 20 de diciembre de 2012

SEÑORAS, LO QUEREMOS TODO por MERCEDES MARTÍNEZ

Tengo una amiga con hijos en edad escolar que los lleva a un colegio de esos que tienen jornada intensiva de mañana (hay que decir que este tipo de jornadas -de 09:00 a 14:00 horas, vaya horario más conciliador- lo deciden en votación los padres y madres de los alumnos) pues bien, según me cuenta mi amiga, se ha montado una buena porque la actuación de Navidad de sus hijos comienza a las 09:15 y las mamás han llenado la bandeja de entrada del correo de la directora MANIFESTANDO su descontento porque, en ese horario, no pueden acudir a ver la actuación de sus hijos...
 
Pero bueno, vamos a ver, para que las mamás y papás trabajadores puedan ver las actuaciones de sus hijos, debería ocurrir alguna de estas cosas: bien te coges el día de vacaciones, bien tienes un horario "flexible" que te permite ausentarte (depende del puesto que tengas ya se vería si recuperas o no esa ausencia) o bien las actuaciones son, como pronto, a partir  de las 19:00 horas y, en algunos casos, ni aun así..., salvo que trabajes en la administración, en ese caso, la actuación podría ser a partir de las 15:30 horas.
Señoras, lo queremos todo. Queremos dedicarnos a una actividad profesional remunerada fuera de nuestros hogares y poder tener los "privilegios" de aquellas cuya dedicación en exclusiva es la dura tarea no remunerada de ser ama de casa. Queremos tener un empleo, sentir que nuestros años de costosa educación superior no han sido una inversión perdida, recibir un buen sueldo, tener puestos de responsabilidad, tener Poder... pero también llevar a nuestros hijos al colegio por las mañanas, recogerlos al medio día, controlar sus comidas, hacer con ellos los deberes, conocer a sus compañeros de las extra escolares, acompañarlos al médico cuando están enfermos...  y si no lo tenemos no logramos quitarnos esa amarga espinita de sentirnos malas madres.
Cuando mi amiga me contaba lo de los correos a la directora yo le pregunté cuántos de esos mails eran escritos por hombres y su respuesta fue tajante: NINGUNO.
Pero, ¿qué pasa aquí? ¿Acaso los papás quieren menos a su prole que las mamás?
Eso me trajo a mi memoria los chorros de tinta que provocaron la decisión de la responsable del Departamento de Estado en EEUU ante la renuncia a lo que ella consideraba su trabajo ideal y por el que tantos años había luchado. Había logrado llegar a lo más alto en su carrera política pero: "no podía dejar de pensar en mi hijo de 14 años de edad" según escribiría ella misma en su blog.
Y aquí es donde, señoras, radica el problema real. ¡Por favor!, quiero conocer a un hombre, que a los 40-50 años, en la cima de su carrera, en pleno éxito profesional, declare abiertamente, que renuncia a su puesto para ser feliz dedicándose a la crianza y educación de sus hijos.
Las mujeres lo queremos todo, si... pero el tenerlo conlleva renuncias que, más vale sepamos sortear con una gran sonrisa y una sana resignación porque si no, en lugar de buenas profesionales, seremos unas frustradas mujeres.
Ojalá las futuras generaciones no lastren esta pesada carga de "tener la sensación de estar en dos sillas a la vez y en ambas mal sentada" y sean realmente, emocionalmente, iguales a los hombres, mientras tanto, seamos sinceras y coherentes con nosotras mismas y disfrutemos de la decisión que hemos tomado (en el caso de las que hayamos podido decidir)
Anne Marie Slaugter (así es como se llama la ex responsable del Departamento de Estado)  le dijo a una compañera de la Casa Blanca que, tras su renuncia, escribiría un artículo de opinión titulado "La mujer no puede tenerlo todo"... me entra una profunda tristeza leer este título...
Sigamos queriendo todo, ¡sí! pero mientras lo conseguimos saquémosle el mayor jugo a los buenos momentos y aprendamos a ser felices, ¡ah! y rodeémonos de personas que nos quieran y nos apoyen (ese, intuyo, sí es el verdadero secreto para lograr la felicidad).

Felices Fiestas a todos.

3 comentarios:

  1. Solo una reflexión:
    Quizá no somos nosotras las que tenemos que cambiar de planteamiento, sino los hombres (o algunos de ellos, yo sí conozco casos de hombres que sacrifican éxito profesional por disfrutar de sus hijos). Quizá son ellos los que son poco ambiciosos, en un entorno social que no les exige eso de "estar en dos sillas". Ellos se lo pierden!

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  2. Muy cierto Mercedes, me ha encantado.
    La exigencia que se autoimponen algunas personas ( mujeres/hombres)es demoledora. El problema no es ser trabajador, padre/madre, estudiante, amigo, amante...Lo que trae frustración es ser el mejor padre/madre, el mejor trabajador ( el que más horas está en el trabajo), el mejor amante...
    Para los que tenemos superpoderes es más fácil.

    Fdo. Superman


    Feliz Navidad y exitoso año 2013.

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  3. Admiro a todos aquellos que toman decisiones meditadas y libremente. Yo parto de la idea de que, para ciertas cosas, los hombres y las mujeres no somos iguales, ni biológica ni psicológicamente. Así que, ¿qué importa quién sea, madre o padre, el que decide trabajar menos y estar más con sus hijos?. Lo que importa es que lo haga libremente y disfrute de ello.
    Un abrazo
    Arancha

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