jueves, 2 de febrero de 2017

La fragmentación de los techos de cristal, por Álvaro Prieto

Desde hace unos años atrás, vengo formándome y trabajando en aspectos relacionados con los Recursos Humanos. Adquiriendo conocimientos y experiencias con diferentes compañeros y profesionales. A partir de mi intrusión en este campo, fue sencillo comprobar cómo la diversidad en relación con la cultura, género, o estatus social… es necesaria para conseguir generar opiniones y puntos de vista diferentes dentro de una Organización. Este aspecto es determinante para que se tomen iniciativas correctas sea cual sea el área en el que se va a trabajar. Centrándome en el área de los Recursos Humanos, y con una corta trayectoria profesional soy consciente de que esto no es precisamente así.

Como experiencia propia puedo detallar una realidad, desde el inicio de mis estudios en relación con la variable sexo, siempre estuve acompañado de una mayoría femenina con respecto a nosotros, los chicos. Una relación de 4/1. En el post-grado la proporción se repitió. Por lo que al llegar al entorno laboral todo hace presagiar que esta tónica es la que predominaría. A día de hoy se puede apuntar que la figura de la mujer esta incluida y adaptada dentro de cualquier Organización. Pero, ¿Cuál es el papel que desempeñan?. ¿Se puede afirmar que existen sesgos de género dentro de determinadas áreas de algunas compañías?
 
 

La respuesta es sí. En algunos de los casos se consideran sesgos inconscientes producto de la cultura, la educación y la experiencia de los integrantes de la empresa. Se ha de dar ejemplo siendo conscientes de ellos, para no caer en la homogeneidad del propio departamento, contribuyendo a no trasladar estos sesgos a una forma de liderazgo o a un proceso de reclutamiento, entre otros. 
Existen barreras visibles e invisibles indistintamente de sus méritos, en cuanto al desempeño de puestos de responsabilidad (a pesar de un mayor numero de mujeres dentro del área de los RRHH, no son ellas quienes ocupan los puestos directivos).

La realidad es que los tiempos han cambiado y las mujeres se han incorporado al mundo laboral con un mayor esfuerzo. Pero, lo cierto es que aún queda mucho camino por recorrer, los techos de cristal se han quebrado pero no se han eliminado. Se trata de una cuestión de prejuicios ocultos en la sociedad, que hace que esta realidad prolongue. Han de combatirse desde el inicio, en la formación de los jóvenes, en las acciones diarias, en las rutinas. Así de esta forma se conseguirá la paridad entre mujeres y hombres dentro de cualquier área de una organización.

3 comentarios:

  1. Enhorabuena por el post! Rompamos entre todos los malditos techos de cristal que estamos empezando a fragmentar.

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  2. Felicidades. Un tema de gran interes para cualquier organizacion y clave en la gestion de RRHH

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