jueves, 23 de febrero de 2017

El compromiso con la empresa desde el minuto uno, por María Martín

Cuando buscamos compromiso en Google nos aparecen, antes de presionar el intro, diferentes entradas que acompañan esta palabra como: organizacional, laboral, social, político, docente, moral, afectivo… pero ¿qué es el compromiso? La RAE lo define como una obligación contraída, también entendido como una promesa o una declaración de principios.
 
Desde que somos pequeños comenzamos a vernos involucrados en diferentes compromisos que vamos adquiriendo, ya sea con nuestra familia, amigos o con el colegio, a medida que vamos creciendo, estos compromisos van tomando otro tipo de formas en nuestras vidas y se abren nuevas fronteras, como por ejemplo el compromiso con la empresa en la que comenzamos. Este compromiso se conoce como compromiso organizacional y es una actitud multidimensional. Meyer y Allen (1991) construyeron un modelo que distinguía entre compromiso afectivo, compromiso normativo y compromiso de continuación. Me gustaría centrarme en la primera de las dimensiones que se nombran: el compromiso afectivo. Dávila y Jiménez (2014) lo definen como el deseo de seguir perteneciendo a la organización por el vínculo afectivo que se ha creado.
 
Los resultados que la empresa pueda tener, así como la eficiencia, la imagen, la rentabilidad y la competitividad de la organización, se ven influidos día a día por los trabajadores de la misma, para ello debemos tener en cuenta sus habilidades, la satisfacción que estos tienen con el trabajo y la lealtad hacia la organización.
 
Otro punto importante por el que las empresas deben tener en cuenta día a día el compromiso que los empleados tengan con la organización es la gran oferta que hay en el mercado, si la organización logra que sus empleados estén felices no tendrán la necesidad de buscar fuera de la misma. Existen diferentes formas de incrementar el nivel de compromiso de los empleados, una de ellas es la bienvenida que la empresa da a sus empleados desde el minuto uno que pasan a formar parte de la plantilla. Últimamente, será cosa del destino, no paro de ver en diferentes redes sociales “el kit de bienvenida” que algunas empresas dan a sus empleados el primer día que se incorporan a las mismas. Este gesto favorece a la acogida de los “nuevos” en el puesto de trabajo, haciéndoles sentir cómodos en sus nuevas responsabilidades. Por ejemplo, la marca Apple recibe a sus trabajadores con una carta en la que les presenta la oportunidad de crecer dentro de la empresa y desarrollarse:
 
Hay trabajos y luego está el trabajo de tu vida.
El tipo de trabajo que tiene tus huellas dactilares por todas partes. El tipo de trabajo al que nunca vas a renunciar. Por el que sacrificarías un fin de semana. Ese es el tipo de trabajo que puedes hacer en Apple. La gente no viene aquí para trabajar sobre seguro. Viene para llegar más lejos.
Quieren que su trabajo forme parte de algo.
Algo grande. Algo que no podría suceder en ningún otro lugar.
Bienvenido a Apple
 
 
Existen empresas que optan por hacer regalos de bienvenida personalizados y que muestren el logo de la empresa.
 
 
 
Hay que tener en cuenta que, a pesar de que la primera impresión es importante, no es el único factor que se pueda trabajar. El compromiso que un empleado pueda tener con la empresa hay que saber crearlo, desarrollarlo y mantenerlo.

1 comentario:

  1. Excelente articulo María. Si acaso, añadir que el compromiso es una vía de doble dirección, en la cual una dirección, la empresa, debe diseñar acciones para conseguir el compromiso afectivo. Y el trabajador, debe comprometerse, es la otra dirección. Y para lograr comprometerse el trabajador, comienzan a entrar en juego otros factores clave para la dirección y desarrollo de las personas, como el liderazgo, el clima, cultura, etc.
    Felicidades por el post

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