martes, 9 de diciembre de 2014

NADA…Y SU NECESIDAD, por BEATRIZ OVEJERO

Estrés, cansancio, agotamiento…sensaciones que todos padecemos, de una u otra manera, derivadas del ritmo de vida, muchas veces frenético, al que nos vemos sometidos. 

Queremos dar todo lo mejor de nosotros mismos en el trabajo, sometiéndonos a tiempos, plazos y muchas veces exhaustivos procedimientos, y además tratamos de sacar tiempo para invertirlo en reciclarnos, en formarnos para llegar a ser mejores profesionales y desempeñar mejor nuestras habilidades o adquirir nuevas competencias.  

En nuestra vida privada, debemos hacer frente a un sinfín de obligaciones diarias, atender a nuestros hijos y ofrecerles tiempo de calidad.

Muchas veces, queremos abarcar tantas cosas, que finalmente perdemos eficiencia, tiempo, y lo que es peor, nos vemos inmersos en la vorágine diaria de no parar de hacer, no parar de ir y venir, hasta que no podemos más...y es ahí donde surge el problema, llegamos al colapso…

Según una investigación de la Universidad de California en Irvine (EE UU), publicada en la revista “Psychological Science”, el estrés continuado puede tener un efecto acumulativo sobre el organismo y la mente y producir problemas severos de salud mental en etapas posteriores de nuestra vida. 

Por eso “no hacer nada" tiene sus beneficios. Permanecer quietos y prestando atención a la respiración durante unos minutos, tomar consciencia plena de nuestro cuerpo y de nuestra mente, ser capaces de dejarnos llevar…

Cada vez son más las organizaciones que ofrecen a sus empleados formación en Mindfulness, o atención plena, con el objetivo de lograr personas libres de estrés en el desarrollo de su actividad y toma de decisiones, que sean capaces, mediante el aprendizaje de técnicas, de ser plenamente conscientes del momento presente.

A veces, tomarnos un rato para “no hacer nada”, pulsar el botón de pausa, es muy positivo para el cuerpo y para la mente. Es vital que nos reservemos unos minutos, que nos relajemos, porque es en esos momentos, cuando seremos capaces de abrir nuestra mente, de cargarnos de positividad y de vislumbrar el camino para llegar a conseguir nuestras metas y sueños, o de conseguir la inspiración necesaria para emprender un nuevo proyecto. ¿Cómo descubrió Newton la Ley de la Gravedad?, ¿Cuándo, la manzana cayó en su cabeza, se encontraba en un momento de relax o de estrés?

No olvidemos, que muchas veces, la solución está en nuestro interior…solo es cuestión de detenerse y buscar.

Por eso, y aunque parezca una contradicción, el “no hacer nada” a veces “lo es todo”.



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