lunes, 22 de noviembre de 2010

EL TRABAJO ME QUEMA por ELENA RECIO

Muchas veces hablando con colegas oigo el comentario “estoy quemado en el trabajo” y últimamente creo que lo oigo con bastante más frecuencia de lo normal. La situación de crisis actual, la globalización con un entorno cambiante y frenético, trabajo precario, insatisfactorio, etcétera, hace que tengamos síntomas tales como ansiedad, insomnio, irritabilidad, fatiga física y mental, sentimientos de depresión, cambios en los hábitos alimenticios… esto es lo que conocemos que padezcamos el síndrome de estrés laboral crónico (también conocido como síndrome de quemarse por el trabajo o el término anglosajón burnout).

Y es que estar en situación de estrés no es algo negativo, lo malo es estar estresado durante mucho tiempo ya que nuestro organismo está preparado para hacer frente a circunstancias difíciles, pero no para estar respondiendo continuamente a tales situaciones.

Ya vistas las publicaciones de ZAPF, KNORZ, KULLA (1996) como las de MASLASCH Y JACKSON (1977) así como el pionero FREUDENBERGER (1974) que utilizó el término para explicar el proceso de deterioro en los cuidados y atención profesional de usuarios de los servicios tanto privados como públicos (sanidad, educación, servicios sociales…) podemos citar que las fuentes de estrés en el trabajo las podemos encontrar en diferentes causas tales como:

∙ Cambiar rápidamente de unas funciones a otras.

∙ Carga insuficiente/excesiva del puesto de trabajo.

∙ Exigencias del propio puesto de trabajo (toma de decisiones, despido de empleados, vigilancia constante, reclamaciones de clientes…).

∙ Falta de participación en las decisiones que se toman.

∙ Malas condiciones del trabajo (frío/calor excesivo, ruido,…).

∙ Cambios en la gestión/organización de la empresa.

∙ Incompatibilidad del trabajo con familia y/o casa…

Ante los efectos del estrés anteriormente mencionados, estos los podemos combatir o prevenir a través de un nivel de empresa: como la gestión de diferentes técnicas de trabajo en equipo, definir tareas, procesos y objetivos de forma clara, fomentar la participación, enriqueciendo y rediseñando los puestos de trabajo, facilitando a los empleados formación…
Pero lo más importante es conjugar esta prevención a nivel organizacional con la personal, (tenemos que ser capaces de valorar lo que tenemos, no pretender alcanzar la perfección, tener un pensamiento positivo y mantener una autoestima alta) y para conseguir esto hay diferentes formas de mejorar nuestra calidad de vida de forma individual; como mantener una vida sana, haciendo ejercicio físico, descansando y sabiendo relajarnos lo suficiente, además de llevar una dieta correcta, desconectar de las actividades estresantes, aumentar y mejorar nuestro círculo social, así como desarrollar actividades creativas (pintura, escritura, baile,…), aprender a disfrutar de las pequeñas cosas y ser generosos con nosotros mismos sabiéndonos autorrecompensar de vez en cuando.

Espero que estos consejos os sirvan en vuestra rutina diaria o si en algún momento se da la circunstancia de pediros consejo sobre como afrontar el estrés, ¡que no os quemen! y ¡ánimo!

Saludos para todo el FORO ULISES.

6 comentarios:

  1. Enhorabuena Elena por tu intervención. El "estar quemado" siempre ha existido como figura en las empresas y Administración Pública. Efectivamente se debe a muchos factores. Lo que me ha llamado la atención es que les pase a los jóvenes también. En los cuestionarios de competencias (este curso y pasados)he observado que hay muchas personas jóvenes con problemas de stress. ¿Por qué?

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  2. Supongo que al final todo es contagioso, las etapas se van adelantando y las exigencias a los más jóvenes se les transmiten dese arriba, pero también desde las personas jóvenes a ellos mismos. La exigencia de lso niños de querer tenerlo todo y ya es algo que todos los educadores vienen denunciando desde hace tiempo y que es contraproducente para los menores, pero que los padres de hoy, por los motivos que sean, ven claramente pero que son incapaces de aplicar. Y si no, miraos a vosotros mismos que tenés hijos, sobrinos,... contad cuantos y cuán buenos regalos van a tener en esta Navidad. Estamos alimentando unos trogloditas de necesidades sin parangón. Y eso, creo yo, que se traduce en estrés y en insatisfacción cuando llegar a la adolescencia y a la juventud. Los adolescentes de hoy se caracterizan por ser "blandiblus" y eso, cuando llegan al mundo laboral, se traduce en insatisfacción, strés, desgarro emocional,... no se les está preparando para afrontar con sosiego la entrada en el mundo laboral y las implicaciones que conlleva. Al menos es lo que pienso.
    Y por cierto, ante todo, disfrutad primero y después volved a disfrutad. Aunque suene muy bruto decirlo, el que trabaja catorce horas, como el que trabajo ocho, el que nunca ve crecer a sus hijos, como el que disfruta bañándoles y viéndoles como hacen los deberes y juegan en casa,... todos al final vamos al hoyo. Así que, vosotros mismos, yo voy aprendiendo que la vida está para vivirla (y eso sin renunciar a mi dosis de strés positivo diario).
    Saludos.
    G.C.

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  3. Buenas tardes a todos de nuevo,


    Siguiendo con el hilo, creo que los jóvenes, no sean de pasta blanda, es más creo que desde tempranas edades están sometidos a unos horarios mucho más duros que los que estaron sus padres en las mismas edades: que si madrugar para coger el bus, tardar una hora y encima aguantar la jornada en el colegio, que si clases de idiomas, que si deportes, que si guitarra, que si grupos de scouts… y esto sin mencionar si alguien tuvo un compañero graciosillo que le hiciera la vida imposible en el cole.

    Sí que es cierto que la educación que dan los padres a los hijos es primordial a la hora de enfrentarse a los problemas que les va a surgir en la vida y por eso no se puede delegar la educación a los profesores, abuelos, etc. ya que lo que vamos a conseguir dándoles todo, es que se conviertan en pequeños dictadores, por eso es tan importante saber decir que no a tus hijos (aunque les quieras darles todo lo que tú no tuviste). Es más G.C., hay un dicho castellano que dice: “Padre jornalero, hijo ingeniero, nieto pordiosero”. Así que pon atención en como educas a tu hijo puesto que son los niños de ahora los que nos van a pagar la pensión (si es que llegamos o sino ya podemos en ir pensando en planes de jubilación).

    Pero concretando a lo que ha dicho José Herrador, en el por qué nosotros, los jóvenes tenemos altos índices de estrés, es posible que se deban a causas que no estén intrínsecamente en el ámbito laboral. Los motivos pueden ser variopintos y los que pueda enumerar, y que no creo sean todos puedan ser por ejemplo:

    1. el posponer una toma de decisiones, que no tiene por qué ceñirse a una decisión del trabajo sino que pueda deberse a nuestro ámbito familiar o social. Es importante acordarnos del dicho “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, ir acumulando tareas puede hacer que la situación nos sobrepase, por eso es tan importante una buena planificación diaria, semanal... dependiendo de las obligaciones que tengamos.
    2. también, el no saber jerarquizar tareas, donde puedes tener la sensación que en el día no te ha dado tiempo a hacer nada.
    3. hablando con José hablamos sobre la perfección, el preocuparse por lo perfecto (en vez de me ocupo del problema), dispensas mucho tiempo y la mayoría de las veces no se halla solución perfecta, sino la mejor de las posibles o la menos mala.
    4. enlazando con lo anterior, el ser tan responsable y no saber delegar es otra causa de acumular trabajo.
    5. también puede que nos llevemos los problemas de un ámbito a otro, por ejemplo, el llevarnos trabajo a casa y no atender nuestras obligaciones familiares o viceversa, llevarnos los problemas de casa a la oficina.
    6. un problema que yo tengo es el consumo de nicotina y cafeína que activan los niveles de atención y hacen que el organismo se estrese, sobre todo cuando necesitas tu dosis diaria (a ver si para el año que viene me propongo dejarlo, :-D)
    7. el proponernos más tareas. Si queremos hacer algo nuevo habrá que dejar de hacer algo, sabiendo que no somos superhéroes y que el tiempo no es elástico.
    8. yo creo que también puede ser otro factor de estrés, es el preocuparnos / responsabilizarnos por los problemas de los otros, cada uno que se enfrente a sus dificultades, es una forma de que ganen los otros madurez, además de que tengan confianza en sí mismos y que ellos mismos puedan encontrar diferentes soluciones para un mismo problema.

    No sé que más deciros, pero enlazando con lo que ha dicho George, habrá que disfrutar de la vida. Y aunque moriremos, si tenemos la oportunidad de vivir la vida, mejor vivirla lo mejor posible, y si es en compañía, pues mucho mejor.

    Saludos Elena Recio

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  4. Me gustan vuestras aportaciones y me sorprende vuestra salida final:"la vida está para vivirla" y "habrá que disfrutar de la vida. Y aunque moriremos, si tenemos la oportunidad de vivir la vida, mejor vivirla lo mejor posible". Pudiera entenderse "vivir la vida", como una pretensión en sí misma estresante. ¿Qué hay detrás de esa expresión, qué filosofía o modelo de vida, qué ambiciones y deseos...? Me gustaría conocerlos y pensar en ellos, para ver si se puede construir algo. El estres es una reacción adaptativa y de superviviencia al entorno, al mundo, a los otros y a nosotros mismos, y modulando nuestras respuestas, modulamos las consecuencias. Que tengáis éxito en la gestión, foreros!!!

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  5. Hola a todos,
    Me parecen unas aportaciones interesantes y qué razon tenéis, es algo que creo que en alguna medida (mayor o menor) sufrimos todos.
    En mi caso hablando con José Herrador me he hecho un autodiagnóstico de mi estrés; mi conclusión es querer ser perfeccionista en todo lo que hago, aunque también lo enlazo con mis emociones personales.
    En mi vida con 23 años me ha tocado vivir situaciones muy duras en la que realmente te das cuenta de que estamos dando más valor a situaciones cotidianas que a lo que es en sí la vida misma; como dice mi abuela "Hija mía en esta vida todo tiene solución, menos la muerte claro".
    Va hacer cuatro años cuando un accidente de tráfico marcó mi vida y me ví morir. Venía de fiesta con mi hermana y tres primos en el mismo coche, se quedó dormido el conductor a 5 km de casa y nos salimos de la carretera chocando contra un chopo. Mi hermana fue trasladada en helicóptero a Burgos para ser operada de urgencia al borde de la muerte. No sé si fué milagro o destino, pero hoy mi hermana está Perfecta.Está tan bien que si no fuera por la cicatriz que tiene nadie pensaría que lo que la ha pasado es una realidad.
    Fueron cinco meses durísimos.
    Por todo esto comenzaron mis crisis de ansiedad, que hoy las tengo superadas, pero sufro de mucho estrés en mi día a día.
    He aprendido que no debo de dar tantas vueltas a un problema, debo de enfrentarlo sin dejar pasar demasiado de tiempo en el asunto y sin necesidad de buscar soluciones perfectas, porque quizás no las hay.
    Pero ha veces sin darme cuenta(inconscientemente) lo hago.
    Herrador me sugirió soluciones a mi problema, pero me gustaría saber si alguien más lo sufre y como lo solucionan.
    Un saludo y enorabuena Elena por el tema expuesto.
    Nuria Martín

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  6. Hola a todos
    Habéis hecho aportaciones muy interesantes.
    Hace unos días, leyendo una de tantas entevista que han hecho a Mario Vargas Llosa decía que la actitud psicológica que le ha orientado su vida es:"Tener la sensación de que lo principal está aún por hacer....Si tienes la conciencia de que lo principal ya lo has hecho, eso es demoledor. Te hace perder la vida". Y veo que todos estámos por no perder la vida.
    Ante situaciones como las que ha descrito Elena y Nuria, para superarlas se pueden dar muchas recetas y técnicas que son útiles si se practican con constancia y rigor. Sin embargo, el esfuerzo paralelo y principal creo que deberíamos hacerlo en cambiar nuestra forma de pensar, qué pensamientos me guian al afrontar estas situaciones que hacen que me superen, que no las domine y me producen sufrimiento, estres.... Ser capaces de alejarnos mentalmente de la realidad para poderla visualizar y analizar desde la perspectiva que nos aporta Vargas Llosa. Darnos cuenta y actuar para cambiar esos pensamientos e ideas a veces irracionales.
    Y un poco de sentido del humor y unas risas, que esto relaja mucho.
    Saludos,
    Rafa Cano

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