Bueno pues en esta ocasión quiero hablar del tiempo de trabajo, analizando la situación actual, comparándola con otros países, y proponiendo ideas o reformas que en mi opinión mejorarían sobremanera el ambiente de trabajo y la productividad.
En primer lugar y con datos en la mano, llama la atención que España sea el país europeo que mayor jornada de trabajo tiene, pero que por el contrario posea una productividad muy baja. Esto es debido a que nuestra cultura se basa en la excesiva presencia en la prestación de trabajo, primando más a quién mayor tiempo destina a su ocupación y menos a quién efectivamente es más productivo.
En primer lugar y con datos en la mano, llama la atención que España sea el país europeo que mayor jornada de trabajo tiene, pero que por el contrario posea una productividad muy baja. Esto es debido a que nuestra cultura se basa en la excesiva presencia en la prestación de trabajo, primando más a quién mayor tiempo destina a su ocupación y menos a quién efectivamente es más productivo.
Es comprensible que determinadas empresas que tienen en la atención al público su principal razón de ser, no puedan llevar a cabo reducciones de jornada a la ligera (comercios mayoritariamente), pero sí a lo mejor estudiar una mayor flexibilidad y armonización de horarios.
Se podría estudiar por qué no, un sistema de retribución que premie por la consecución de objetivos y no sea tan firme con el horario fijo establecido, de este modo estaríamos al mismo tiempo motivando al trabajador; no obstante, tampoco estoy hablando de enfocar la remuneración al 100% a esto, porque sería un error, me explico: se trataría de premiar la efectividad y no tanto de penalizar la pasividad.
Creo que en la medida de lo posible las empresas que puedan llevar a cabo esto se verían beneficiadas, un trabajador feliz es más productivo, y es que a ciertos niveles el aspecto económico no es tan motivante como lo pueden ser otros.
Dejo esta reflexión para que cada uno valore si está de acuerdo o no, y exponga su punto de vista.
Se podría estudiar por qué no, un sistema de retribución que premie por la consecución de objetivos y no sea tan firme con el horario fijo establecido, de este modo estaríamos al mismo tiempo motivando al trabajador; no obstante, tampoco estoy hablando de enfocar la remuneración al 100% a esto, porque sería un error, me explico: se trataría de premiar la efectividad y no tanto de penalizar la pasividad.
Creo que en la medida de lo posible las empresas que puedan llevar a cabo esto se verían beneficiadas, un trabajador feliz es más productivo, y es que a ciertos niveles el aspecto económico no es tan motivante como lo pueden ser otros.
Dejo esta reflexión para que cada uno valore si está de acuerdo o no, y exponga su punto de vista.
Este es un tema que trae de cabeza a los políticos y empresarios. Yo recuerdo a un director de una empresa que definía la productividad a partir de la reducción de personas en la realización del trabajo. Es decir hacer más con menos. Cuando hablaba con el "técnico de organización" para mejorar la productividad la pregunta del técnico era siempre la misma ¿cuántas personas quieres quitar? ¿pagar por objetivos? ¿retribución variable? ¿teletrabajo? ¿conciliación familiar? ¿políticas de igualdad? ¿empowerment? etc. etc. No parece fácil hacerlo a nivel de país. Creo que el gran cambio implica renuncia a alguno de nuestros valores que están en la mente de casi todos e integrar otros que tienen que ver con esfuerzo, sacrificio, responsabilidad, tenacidad, etc.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación para hacernos reflexionar a todos.
Hola, yo voy a polemizar un poco con esto. Estando de acuerdo en que hay presentismo en nuestras empresas, la productividad para mi es lo que obtenemos de beneficio después de restar lo que empleamos para conseguirlo. Desde mi punto de vista, ese dato tiene más valor referenciado a un mismo sector y segmento de productos. Yo creo en general, que los productos que fabricamos en España no han aumentado su valor añadido al mismo ritmo que el valor de lo que cuesta hacerlo. Por eso, creo que nos cuesta más ser productivos, porque no empleamos las horas para crear algo mejor. Eso tiene una lectura, siempre según mi punto de vista, que es ineludible:
ResponderEliminarTenemos que competir en otros mercados (el endeudamiento privado en España hace que el consumo aquí va a crecer muy poco).
No conseguimos ser competitivos (deficit de exportación frente a importación).
Disminución del coste para competir o desaparecer, y por lo tanto, no disminución de las horas trabajadas y posiblemente de los salarios.
Yo no me creo que trabajar menos horas haciendo las mismas cosas hagan mejorar la productividad.
Por otro lado, y entendiendo lo que dice José, nuestro gran reto como RRHH es poner a esa gente que no necesitabamos en algunos procesos a producir en otros que sí lo hagan. Además creo que no va a haber más remedio, eso de cambiar la mentalidad del pais.
Es un tema muy actual, interesante y que no resulta fácil afrontarlo. Tratar de analizarlo en profundidad y buscar nuevas aportaciones y vías de solución, resultaría muy productivo. Jose sugiere algunas ideas y David nos descubre otra perspectiva.
ResponderEliminarYo creo que, si se hiciera un estudio comparativo de lo que hacen en otros países, podriamos aprender mucho y avanzar algo. "Copiar es ganar".
Ignacio, tu aportación merece la pena.
Saludos
José habla de una serie de valores a revisar y a mí me gustaría poner el acento en nuestra propia cultura como pueblo.
ResponderEliminarTenemos una cultura basada en la improvisación y muy alejada de dos factores clave para la productividad, la planificación y la organización. Todos sabemos que es clave una buena planificación y que emplear tiempo en la misma es ganar tiempo para la acción, pero nos cuesta, yo creo que por cultura (y generalizando), ponernos a ello.
Mi experiencia con personas de organizaciones de diferentes sectores me indica que las competencias que más perciben las personas que tienen que mejorar ellos mismos son La Planificación y Organización y la Comunicación. Y recuerdo cómo en una sesión formativa con un grupo de 12 Ingenieros de Mercedes -8 de ellos españoles y 4 alemanes- la capacidad de análisis y planificación de los alemmanes era evidentemente mayor que la de los españoles, con mucha más tendencia a la acción directa de los "nuestros"(y eso que todos ellos eran ingenieros, con lo ese pérfil supone).
Si fuéramos capaces de aumentar considerablemente esta competencia que comento en nuestras organizaciones seríamos mucho más eficientes, más productivos e, incluso, dispondríamos de tiempo para sacar a relucir nuestra creatividad (que creo que en eso sí destacamos) para añadir, como bien dice David, una mayor valor añadido a aquello con lo que trabajamos.
Recuerdo que Antonio Suazo, un buen amigo hoy que hace años fue profesor nuestro en el Máster de Dirección de Recursos Humanos ,nos dijo una vez en clase que había que tener planificada hasta la improvisación. A mí se me quedó marcada aquella frase porque en su momento chocó mucho con mi manera de ser y pensar. Ahora, cada día que pasa, más razón creo que tiene.
Hola, sigo diciendo, como dice Prudencio de Execyl, que hay que pasar del "es que" al "hay qué". Tenemos que transmitir a la gente que el tiempo no es una unidad de medida adecuada para medir la productividad, los talleres textiles del norte de marruecos y los laboratorios de investigación de la India lo atestiguan: ¿Alguien duda de la planificación y la producción generada allí? En cambio su productividad es muy baja...¿no será porque lo que fabrican lo venden muy barato?
ResponderEliminarSi no sabemos hacerlo mejor y con más valor, que la gente se olvide de sus derechos adquiridos, menos horas de trabajo...etc. Hasta que la gente no aporte mas valor (muy de acuerdo con el apunte de creatividad de Félix), no podrá irse antes a casa, lo que es muy diferente de estar en la oficina tocandose las narices o esperando a que se vaya el jefe para recoger la mesa.
De esto hablé la semana pasada en mi blog http://deaquellosbarrosesoslodos.blogspot.com/
No seamos tan torpes de coger la productividad de los paises del norte de Europa con los horarios que tienen. Eso sólo es una prueba de que se puede llegar hasta allí. Hay que comparar la productividad con el nº de patentes o la cantidad de productos exportados (en el caso de Holanda, el Trading tiene toda la pinta de ser la razón principal)
Por último, creo que nuestra factoría de Renault de motores es un ejemplo de productividad comparada con el resto de factorias de renault en el mundo. A eso me refería con lo de comparar sectores y segmentos.
Un abrazo
David
David, cuando hablo de Planificación y Organización no me refiero a la propia de las empresas sino a la personal de cada trabajador. Y eso sí afecta a su tiempo laboral y, creo yo, que a su productividad (en el sentido que tú tan bien propones) al poder disponer de más tiempo para otras tareas que aporten valor añadido. Incluso prodíamos relacionar todo con el estrés (el negativo, no el que nos hace rendir) que se sufre y causa efectos relacionados directamente con la productivad y la eficiencia.
ResponderEliminarY está claro que un operario de una cadena poco puede planificar de su trabajo pero... ¿Cuántos trabajadores sí pueden organizarse mejor y no lo hacen? ¿Cuánto les cuesta ello a sus empresas e incluso a salud y bienestar?
Y ya no quiero ni contar si hablamos de personas con otras personas bajo su responsabilidad...
En fin, interesante tema. Gracias a Nacho por proponerlo y a quienes lo comentáis por abrirme un poco más los ojos.
Enlazando con lo que habéis ido diciendo, yo me pregunto hasta qué punto la jornada laboral en España está o no adaptada a la forma de trabajar de los españoles.
ResponderEliminarComo bien comentáis, tenemos una cultura ciertamente poco reflexiva. Vamos de una actuación a otra, a corto plazo, sin planificar, con la minoración de la productividad que eso conlleva. Es por esto que quizás la jornada laboral nos resulte larga y poco eficiente.
Por eso veo difícil que acortando la jornada consigamos aprovechar mejor nuestro tiempo de trabajo, porque no es cuestión de cantidad, sino de calidad, y para ello necesitaríamos un cambio cuasi-radical en lo que a competencias organizativas se refiere.
Desde luego hay mucho que aprender aún en este sentido, pero teniendo claro que no tenemos que hacer hincapié en reducir la jornada sino en aprovechar mejor la que tenemos. Y si luego nos pareciese excesiva, ya se tomarían medidas al respecto.
Muy interesante, Nacho. Un saludo a todos.
Cierto es que el cambio se plantea muy complicado, no obstante tampoco pretendo instigar a una reforma estructural en ese sentido, simplemente se podría estudiar una mayor flexibilidad de horarios, mayor compatibilidad, poder reducir horas en función de las tareas y objetivos...
ResponderEliminarMe acuerdo de un amigo que trabajaba en una caja de ahorros, y me comentaba que su horario era de 8 a 15 pero que se acercaba por las tardes a la oficina del pueblo en el que estaba porque al jefe le gustaba ver a la gente allí. Esto no me parece mal, pero es uno de las características de nuestra cultura, premiar y valorar la presencia aunque no realices trabajo alguno (pues fuera del horario de atención al cliente no puedes abrir la oficina para realizar operaciones).
Lo que planteo es la reflexión de cómo por nuestra cultura no somos capaces de mirar un poco más allá e intentar generar un mayor bienestar en el trabajo, pues una persona con mejor clima laboral y situación personal nos reportará mejores resultados a nuestra organización.
Esta es mi humilde opinión, desde luego si tuviera la fórmula mágica de solucionar muchos problemas planteados no estaría aquí jeje.
un saludo!
Claro que estarías aquí, Nacho, pero abriéndonos los ojos a todos :)
ResponderEliminarSaludos!