jueves, 2 de junio de 2016

CON LOS VALORES POR DELANTE por Juan Carlos Blanco


Hoy en día, cuando alguien habla de una empresa, o cuando buscamos información acerca de ellas, nos encontramos miles de referencias sobre valores empresariales. Pero, ¿que son los valores?
Por definición, los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Pero si lo aplicamos a empresas, el objetivo sería el de poseer esos ciertos principios, buscando una realización como organización.
Los valores no son una moda, existen, y seguirán existiendo. Son ellos los que ayudan a identificar a ésta o a aquella empresa, y los que a la vez nos permiten diferenciar entre ellas, haciendo que nos decantemos por unas o por otras.
Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.
Consiguen llegar hasta su máxima expresión, cuando los valores de la organización, y los del propio trabajador coinciden, aumentando así el sentimiento de afiliación de los miembros para con la organización. Lo mismo ocurre con el cliente, su fidelidad hacia nosotros será mayor si sus principios y los nuestros son similares.
Por el contrario, si los valores de la organización y el empleado, o cliente, difieren de manera drástica, será muy difícil conseguir el compromiso de este, y será muy difícil que su relación se prolongue en el tiempo.
En relación a esto, es muy importante que a la hora de llevar a cabo un proceso de selección de personal, tengamos muy en cuenta estas premisas, pues, las cosas no son tan complicadas. La relación laboral puede ser comparada a un matrimonio, si las partes que lo forman piensan de manera totalmente opuesta, la ruptura está a la vuelta de la esquina.

Por esto, y mucho más, siempre es mejor ir con los valores por delante.


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