jueves, 18 de septiembre de 2014

LOS RRHH EN HIBERNACIÓN O CONGELADOS, por JOSÉ HERRADOR

Aunque de este tema hablé en una de las últimas ponencias de nuestro Foro de Recursos Humanos me ha parecido bueno insistir dada la situación que seguimos viviendo. A los que estuvieron en la sesión probablemente les sonará el contenido de la entrada, pero no está demás el recordarlo y en todo caso el debatirlo en nuestro blog. 

Decíamos entonces que el principal activo (término utilizado por Adam Smith en  su obra “Investigación sobre las causas y naturaleza de la riqueza de las naciones” – 1776 -) de nuestra compañía son los recursos humanos. Esta es la frase más frecuente en boca de muchos directivos. Esta frase fue llevada a la película “El principio de Arquímedes” donde el director de la Empresa “Albatros” arengaba a sus trabajadores con esta afirmación que inmediatamente se volvió en contra suya porque la realidad y estrategia de la empresa decían todo lo contrario.

Esta metáfora del trabajador como “activo” también  fue utilizada por el escritor Upton Sinclair, aunque con otra finalidad,  el cual escribió, hace ya algo más de un siglo, esta brutal novela de denuncia (La jungla 1906), que demuestra cómo los de arriba pisan siempre a los de abajo y se sostienen sobre sus hombros mientras se hacen ricos. La jungla, aunque publicada en 1906, mantiene una vigencia que resulta, hoy, escalofriante. Muchas  cosas han cambiado, aunque parece que retornamos en algún grado a aquellos tiempos. Upton Sinclair visitó los mataderos de Chicago y de ahí nació la obra, un trabajo que está a medio camino entre el reportaje periodístico y la novela de tragedias a lo Charles Dickens. La historia es la siguiente: 

Un chico encargado de traer cerveza a otros trabajadores bebe a escondidas demasiados tragos y se queda dormido en un rincón. A la mañana siguiente, sus compañeros sólo descubren lo que han dejado las ratas. 

Su descripción de los peligros, temores y condiciones inmundas que soportaban los obreros de las industrias cárnicas de comienzos del siglo XX, prepararon el camino para las grandes reformas en la industria alimentaria de Estados Unidos. 

En opinión de Sinclair la peor de las degradaciones era tratar a los trabajadores como activos, igual que a los animales sacrificados en los mataderos de los que se aprovechaba todo.

La gestión del factor humano es facilitar la interacción entre todos los actores de la institución organizativa y la empresa con la finalidad de desarrollar las personas individualmente para que mejoren procesos y equipos contribuyendo al resultado exitoso y creciente  del sistema.

En toda esta dinámica el rendimiento humano es la clave de la ventaja competitiva a largo plazo, el cual surge de la motivación e integración de personas y equipos, así como del aprendizaje de las competencias definidas por la propia organización en su estrategia.

La coherencia entre estrategia de la empresa y la vinculación de los empleados a la misma determinará la ventaja competitiva de la empresa. El modo complejo de producirse el aprendizaje en la empresa hace difícil su imitación por los competidores. 

Por esto los trabajadores no son solo un coste o un activo, son la esencia de la empresa porque ellos APRENDEN, INNOVAN, CREAN EN DEFINITIVA CONOCIMIENTO que éste es el gran capital de las empresas de hoy y del futuro. Por esto el cambio de metáfora hoy es más necesario que nunca: Pasar del trabajador como coste y activo a INVERSOR por ser el gran productor de conocimiento. La gestión del responsable del factor humano debe de ir a facilitar este cambio de enfoque. La crisis profunda de nuestra sociedad y economía creo que está dificultando gravemente el desempeño de este rol tal como lo describe D. Ulrich en su obra sobre Recursos Humanos (socio estratégico, líder del personal, gestor de procesos, agente de cambio).
Tenemos que cambiar el lenguaje que estamos empleando respecto a nuestros empleados. No son un recurso. Cuando le preguntaron a Confucio que es lo primero que haría para gobernar un país respondió: Fijar el lenguaje. Porque el uso adecuado de las palabras crea significación y cambio. En esta dinámica todos somos “confucios” y directores de recursos humanos.

Termino con la metáfora de “La Piedra” y la actitud de las personas ante la misma: 
  • El distraído tropezó con ella
  • El violento la utilizó como proyectil
  • El emprendedor construyó con ella
  • El campesino cansado la utilizó como asiento
  • Para los niños fue un juguete
  • David mato a Goliat y Miguel Ángel la transformó en la más bella escultura.

En todos estos casos la diferencia no estuvo en la piedra sino en las personas

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