En el año 2019, únicamente el 4,8% de los trabajadores españoles disfrutaban del teletrabajo (según datos del IINE), porcentaje muy alejado con relación a países líderes en teletrabajo de la Eurozona, como Finlandia (13,3%) o Países Bajos (14%).
Con
la llegada de la crisis del Coronavirus, estos datos han cambiado. Según la
encuesta realizada por el Banco de España, el 80% de las empresas en España han
aumentado el teletrabajo con la mira puesta en que la actividad se resienta lo
menos posible debido a esta nueva situación.
Esto
debe hacernos reflexionar a los responsables de RR.HH. ya que tenemos que
adaptarnos y cambiar nuestra manera de liderar.
Si
nos fijamos en la DEFINICIÓN DE LA R.A.E. vemos que liderar está
definido como “Dirigir o estar a la cabeza de un grupo o competición”. Sin
embargo, si pensamos en un líder de RR.HH. este término va más allá, pudiendo
sacar ciertas características que, bajo mi punto de vista,
son claves, como:
-
Tener un pensamiento crítico,
analítico.
-
Proporcionar orientación a
los demás.
-
Saber persuadir.
-
Ser creíble.
-
Saber dirigir un cambio en la
organización.
-
Tener comportamiento ético.
-
Influir en los demás.
Pero
¿cómo ser líder en esta época que nos ha tocado
vivir? Sin
duda, estamos en una época muy distinta a lo que conocíamos, donde en el seno
de las organizaciones, el líder de RR.HH. debemos saber adaptarnos y cambiar.
Desde
marzo del año pasado, hemos visto como las costumbres y las maneras de trabajar
en las organizaciones han tenido que cambiar muy aceleradamente, y más aún
donde el teletrabajo se ha convertido en la forma de trabajar de muchos de
nosotros. En estos casos, el líder de RR.HH. tiene que lidiar con innumerables
obstáculos para que los trabajadores estén serenos y funcionen como si
estuvieran en la oficina. Esto es complicado, tanto para los empleados como
para los responsables, y es en este momento donde podemos ver los déficits que
las empresas acarrean.
Para
los líderes de las empresas esto no es distinto. Bajo el escudo de una pantalla
de ordenador muchos líderes demuestran sus deficiencias, más aún cuando toca
tomar decisiones. Y es justo en este momento, donde deben dar “el cayo”, donde
deben motivar y, valga la redundancia, liderar.
Esto,
requiere de mucha coordinación, y trabajo. Más aún cuando hemos tenido que
adaptarnos a contrarreloj para sacar el trabajo adelante unido a la convivencia
en familia, donde todos están en la misma situación.
El
trabajo a distancia tiene tanto adeptos como detractores. Muchas veces, el no
compartir el mismo espacio de trabajo con tus compañeros y/o subordinados trae
consigo un halo de incertidumbre e inseguridad. No podemos aclarar dudas, no
podemos ver lo que los demás hacen, debemos medir continuamente nuestras
palabras o correos electrónicos…
¿CÓMO
DESDE EL LUGAR DEL RESPONSABLE DE RR.HH. PODEMOS LIDIAR CON ESTA NUEVA
SITUACIÓN?
Esto
no es fácil, pero creo que hay puntos importantes a llevar a cabo para resolver
las situaciones que pueden darse en el seno de las organizaciones:
-
Comunicar
de manera empática, transmitiendo tranquilidad,
pero sin perder de vista el rol que desempeñamos en la organización. No hay que
olvidarse de que todos estamos nerviosos, estamos mucho más susceptibles a los
cambios, y ahogados por la cantidad de tiempo que estamos en casa. Pero esto,
no debe quitarnos de la cabeza que las órdenes son órdenes, que los tiempos
apremian y que el trabajo debe salir de la misma forma.
-
Hay
que reportar diariamente.
Tanto desde nuestra posición hacia los empleados, como exigírsela a ellos. Creo
que, si las pautas de seguimiento se aceleran, si tenemos datos objetivos al
corto plazo, muchos problemas del largo plazo podrán subsanarse de una mejor
manera. Estemos o no estemos en la oficina.
-
Tal vez, las reuniones han de
realizarse en otros horarios. Muchas veces, vivimos con niños pequeños, con
familiares a cargo… y posiblemente poner horarios demasiado estáticos pueden
dañar a la tranquilidad del empleado. No estamos en la oficina, sino en un
entorno doméstico, y si damos cierta flexibilidad al empleado, este
posiblemente trabaje mejor y más tranquilo.
-
Hay que saber escuchar
de una manera todavía más activa.
No
debemos perder de vista que, aunque los tiempos hayan cambiado, aunque la
situación sea más o menos complicada, el trabajo ha de salir. Los tiempos han
de respetarse, y esto no se nos puede olvidar a los responsables de RR.HH. Pero
creo que, si manejamos estos tiempos, si desde nuestra posición transmitimos
seguridad y confianza a los nuestros, el porcentaje de error se verá
disminuido. Somos personas, pero tenemos una responsabilidad en el seno de la
organización. Y esta responsabilidad empieza por nosotros mismos.
Y tú, ¿qué opinas?
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