Hasta hace unos años, era frecuente
oír a bastante gente decir que dada la gran competencia entre titulados y no
titulados “era imprescindible mentir y engordar el
currículum vitae”, es decir, añadir más formación de la que se poseía,
disminuir el tiempo de los logros conseguidos, y en definitiva, “maquillar el
currículum vitae” para poder acceder a ciertos puestos de trabajo.
La realidad actual es muy distinta,
aunque con un factor común, la mentira. Ahora mucha gente sigue
mintiendo en su currículum, pero precisamente con el fin opuesto, eliminar
cierta formación y logros conseguidos. De hecho, crece el número de personas
que dispone de dos tipos de currículums:
-
Currículum vitae A: en el cual se detalla toda la formación y experiencia conseguida a lo largo de la vida.
- Currículum vitae B: en el cual únicamente se explica la formación básica y alguna experiencia concreta, por supuesto, adaptándola a cada oferta de trabajo.
Debemos tener en cuenta que el CV es
nuestra carta de presentación y, en la mayoría de ocasiones, el primer paso
para poder conseguir la ansiada entrevista de trabajo. Por lo tanto,
debemos usar nuestro currículum como una herramienta de marketing, para
poder vender nuestra candidatura y demostrar que somos las personas
idóneas para esa oferta.
En estos tiempos de crisis, más que
nunca, debemos ser flexibles y tener una gran capacidad de cambio y
adaptación. Pero, ¿significa esto mentir?
Es numerosa la gente que piensa que
quitar méritos del CV les sirve para “abrirse puertas”.
Pero, ¿hasta qué punto es esta
afirmación cierta? Es muy probable que en el momento que se descubra el engaño,
esa empresa empiece a desconfiar en todos los aspectos sobre esa persona y
tenga, como comúnmente se dice, “un pie puesto en la calle”. Pero no menos
cierto es que muchas organizaciones son bastante reacias a contratar a gente
sobrecualificada, bien sea por la experiencia, formación o competencias que
posea para un puesto, como por temor a que se desmotiven o incluso se vayan de
la compañía en el momento que encuentren un trabajo más “idóneo, adecuado,
afín, acorde” para ella.
Por tanto, ¿qué es lo que nosotros,
como recién titulados, con idiomas, postgrados, másters…debemos hacer? ¿Decimos
toda la verdad en nuestro CV? ¿Lo maquillamos? ¿Lo adaptamos a cada oferta de
empleo? ¿O directamente optamos por buscar trabajo en el extranjero? Es en esta
época de profunda crisis económica, cuando las opciones son muy limitadas, el
momento en el que debemos “agudizar el ingenio” e incluso pensar, más que
nunca, en el autoempleo.
Sonia me parece muy interesante tu post, por eso la voy a comentar.
ResponderEliminarHay mucha gente que miente en el curriculum y que por eso se piensan que se abren más puertas a la hora de encontrar un trabajo, xo la verdad y siendo sincero al final se acaba "pillando" a esa gente que miente en los cv.
Yo pienso que hay que adaptarlo a diferentes puestos a los que podamos optar pero nunca mentir en tu cv.
Porque vamos a desprestigiarnos a nosotros mismos para poder encontrar un trabajo? que no se adapta ni a nuestra formación ni a nada, simplemente es trabajo.
Por experiencia personal (y no porque me hayan pillado a mi) se acaba por pillar a esa gente que miente.
Enhorabuena por tu entrada, que es una buena reflexión que todos nos hacemos.
Hola Sonia.
ResponderEliminarRealmente son muchas personas que se hacen ese tipo de preguntas: ¿Detallo mi experiencia laboral aunque no se ajuste totalmente a la oferta? ¿Omito detalles? ¿Y si no tengo experiencia laboral?
Desde mi punto de vista, está la opción de que tengas experiencia laboral variada y seguramente en cada uno de esos puestos de trabajo ejercidos se habrá adquirido diferentes competencias, aparte de la capacidad de aprendizaje que ello requiere y capacidad de adaptación.
Estas competencias son las que nos hacen crecer tanto personalmente como profesionalmente y a la hora de hacer una entrevista, la persona que se encarga de realizar la entrevista obtendrá esa información (siendo éste un punto positivo).
Por otra parte, se encuentra la situación para aquellas personas que finalizan sus estudios,que somos muchas, y que está claro que muchas veces se carece de experiencia laboral enfocada a nuestra carrera profesional.
Es aquí donde hay que fijarse metas, ver con qué se cuenta y lo que se puede hacer al respecto. Becas, cursos de formación que son requeridos en puestos de trabajo y no se estudian en la carrera, formación que te diferencie, quizás ir al extranjero... ¿Por qué no? Lo importante es hacerse uno mismo y hacer aquello que esté en tu mano para poder llegar a tu meta. La persona que realice la entrevista entenderá que haya falta de experiencia pero valorará otros puntos a tener en cuenta.
Desde luego, en ningún caso se debería mentir. Vosotras/os como seleccionadoras/es o futuras/os seleccionadoras/es tendréis en frente a personas que optarán por un puesto de trabajo. Personas que son resultado de toda una serie de experiencias, conocimientos, actitudes...competencias que aportan valor y es por ello que no tiene sentido mentir.
Además si se percibe mentira durante la entrevista, las posibilidades de éxito del proceso de selección pueden variar.
Esta es mi reflexión. Un saludo!
Sonia