lunes, 24 de noviembre de 2014

MI BRÚJULA INTERNA, por ANA MARTÍN SANTOS

Sí, otro cumpleaños más, y qué bien, porque a esta edad ya he conocido la dureza de la enfermedad, la alegría de verme reflejada en los ojos de un pequeño, la tristeza de la pérdida y la ira de la impotencia.

Personas que admiro y respeto me preguntan, ¿cómo lo haces? Y yo me respondo a mi misma: es como si de una brújula interna se tratara, que me habla y me marca el camino y es muy, pero que muy, insistente repitiendo "tienes más ideas, tienes más recursos, tienes más habilidades, tienes más…".

Nos han enseñado que a los pequeños hay que ponerles límites. Cuando yo era niña mis padres, con la mejor intención del mundo, me decían: "Ana, hay que ponerte límites". Yo pensaba… los límites no deben estar aquí, si estuvieran nadie tendría que ponerlos.

Ese pensamiento rondó varios años por mi joven y alocada cabeza, pero con el tiempo fue almacenándose en alguna recóndita parte de esa maravillosa máquina que es la mente.

Durmió durante años ese pensamiento, hasta que mi pequeño hizo alguna trastada y me vi repitiendo eso de “¡tengo que ponerte límites, debes aprender!”.

Sentí un desagradable escalofrío cuando sus ojos se clavaron en los míos y vi en ellos la misma pregunta que yo durante años me había hecho… ¿Qué límites? ¿Para qué sirven? ¿Son obligatorios? ¿No soy libre? ¿No puedo llegar hasta donde yo quiera? ¿Me pones barreras? 

Nunca he vuelto a utilizar esa expresión; es dañina y perjudica a quien más queremos; NO HAY LÍMITES, o nos los ponen o nos los ponemos, pero NO EXISTEN, sólo hay enseñanza.

No dejes que nadie te ponga LIMITES, tu eres una persona capaz con todas las habilidades y recursos en tu mochila, utilízalos, se ético, se comprensivo contigo y con los demás, se líder de tu propia vida, imponte tus propios objetivos, rompe barreras.
Por que cuando te haces mayor y echas la vista atrás puedes observar un largo camino recorrido pero te giras de nuevo, miras hacia delante, y verás que el camino es infinitamente más largo, y entonces te preguntarás ¿he vivido como yo quería vivir? ¿He sido quién yo quiero ser?  ¿Estoy orgulloso de mi propia vida? ¿De dado todo lo que tengo dentro? Sólo debes seguir tu brújula interna.

2 comentarios:

  1. Ana, magnifico post que nos ayuda a decir adios a las creencias limitantes ;)

    Gracias por compartir con nosotros ese secreto tuyo que te hace ser tan especial: tu brújula, tus ganas de superarte y dar más de tí misma siempre de un modo tan generoso. Tus valores y el que puedas vislumbrar claramente el objetivo hacen de tí una gran líder, capaz de hacer crecer a su equipo y de llevar a las empresas hacia el éxito. Sé que he tenido una suerte infinita en poder trabajar contigo.

    Un beso muy fuerte.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Sara, tuve la suerte de sentir tu brujula, tq

    ResponderEliminar