domingo, 17 de enero de 2021

El talento ante el "achatamiento" de las organizaciones; por Ana María Chamorro

    La globalización de los mercados, la volatilidad del entorno y el aumento de las opciones de los consumidores empujan a las organizaciones a modificar su diseño a estructuras más planas donde no existen mandos y cada vez se trabaja más en grupo.

Y es que las relaciones entre empresa y trabajadores están cambiando. Así también lo afirma el profesor Alejandro Sevy Elías en su tesis doctoral, “Conductas, comportamientos y pautas de éxito en la generación de valor empresarial” después de realizar un exhaustivo trabajo de investigación en un extenso número de compañías que le aportan la evidencia contrastada de esta realidad.

Señala a lo largo de todo un capítulo que, hasta ahora eran las organizaciones las que marcaban el desarrollo del trabajo, indicando dónde, cuándo, cómo y en qué debe operarse. La dinámica del entorno está cambiando todo esto a un nuevo tipo de relación donde el empleado goza de autonomía de decisión.

En las empresa y organizaciones, básicamente, se ha tratado por igual a todos los empleados, como si las necesidades y expectativas de ellos fuesen las mismas para todos. Pero la realidad del momento actual es muy diferente y desde la dirección, administración y gestión de los recursos humanos es necesario contemplar la diferenciación y segmentación de empleados, con propuestas de valor ajustadas a cada uno de ellos.

Las necesidades y aspiraciones del empleado de talento son cada vez más tomadas en consideración. Ello plantea nuevos problemas, nuevos retos y nuevos modelos de relación laboral que afectan tanto a las empresas, materializándose en la aparición de nuevas formas organizativas, procedimientos de trabajo, definición de funciones y asunción de nuevos roles, como a los empleados, los cuales van a necesitar acostumbrarse a nuevos entornos laborales en los que la inestabilidad y eventualidad laboral, la movilidad y flexibilidad serán una constante que, además, será impredecible.

Vivimos tiempos que plantean muchos y nuevos retos, desafíos e incertidumbres donde la jerarquía organizativa, caracterizada por la uniformidad y la centralización está siendo sustituida por nuevos entornos en los que se prima la diversidad, la participación y la flexibilidad.

Las organizaciones están evolucionando hacía estructuras mucho más planas, con menos niveles jerárquicos, mucho más flexibles y adaptables, descentralizadas, ligeras y ágiles, donde el trabajo se desarrolla en un entorno cooperativo y colaborativo, en el que la polivalencia de funciones y la rotación de ocupaciones pasa a ser algo natural y donde los métodos implementados preservan el conocimiento e incentivan el talento.

Organizaciones donde la ventaja competitiva les viene a partir de alianzas, confianza, inclusión y cooperación, indica el profesor Sevy. En este contexto, la valoración del profesional contratado tiene que ver con el valor que este aporta al proyecto o trabajo en el que está inmerso y no por los costes que ocasiona. Su carrera profesional quedará definida no por la sucesión de diferentes puestos de trabajo sino por una secuencia de diferentes actividades y responsabilidades con distintas formas de dedicación.

Los recursos humanos, al objeto de aprovechar las oportunidades planteadas por este nuevo tipo de organización, deben gestionarse a partir de las competencias que sean necesarias para ejecutar el trabajo con el éxito que permita a la empresa alcanzar beneficios y así aumentar su valor, siendo para ello de vital importancia que todos los profesionales implicados sepan como colaboran y en qué medida contribuyen con su trabajo y esfuerzo a alcanzar los objetivos estratégicos empresariales y qué nuevas competencias pueden asumir para que su relación con la organización que los contrata resulte más beneficiosa a ambas partes. Los candidatos necesitan entender el propósito delpuesto de trabajo en el que se inscriben y las empresas necesitan saber que contratan el mejor talento disponible para desarrollar su negocio, refiere Jaime Asnai González de PageGroup.  Además, gestionar al personal a partir de sus competencias y capacidades obliga a la organización a un proceso de revisión constante de las mismas a fin de detectar posibles necesidades de formación y analizar la idoneidad o no de las personas en los puestos que ocupan.

Gracias a la tecnología, el llamado mercado del talento se ha globalizado con gran celeridad, aumentando la competencia entre profesionales de talento, así como también las oportunidades de mejora. Concluye el profesor Sevy que, las empresas que deseen destacar deben ser atractivas para el talento y su gestión porque el día a día empresarial nos muestra como estos empleados adquieren, cada vez más, una mayor conciencia de su propia valía para la organización exigiendo unas mayores y mejores compensaciones, incentivos y recompensas que no siempre resultan ser económicas. Si la empresa desea su compromiso, debe hacerse acreedora del mismo, además de monetariamente con otro tipo de instrumentos como la capacitación individualizada, la realización personal y los planes de beneficios dirigidos a mejorar la calidad de vida.

 


“Lo que diferencia a una empresa que tiene éxito de otra que no lo tiene son, ante todo, las personas, su entusiasmo, su creatividad, todo lo demás se puede comprar, aprender o copiar”, Charles-Henri Besseyre des Horts.

 

Conclusión:

El achatamiento es un esquema organizacional que permite a la empresa transformar las estructuras piramidales para convertirlas en más planas, mejorar la funcionalidad a partir de reducir el tiempo de respuesta y el servicio al usuario, para lo cual es imprescindible asegurar el poder y el compromiso de sus profesionales de talento y es aquí donde la función de recursos humanos también ha necesitado cambiar su perfil, dejando áreas de gestión de personal en favor de tareas críticas de organización.

“El cambio en los RRHH ha sido profundo y veloz, pasando de realizar funciones relacionadas con el desarrollo profesional de los empleados y la gestión de nóminas a proyectos de transformación organizativa delicados y de mucho calado para la compañía, pone de manifiesto el informe “La visión de los CEO…” realizado por la firma consultora Odgers Berndtson.

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