Todos los hemos vivido, lo hemos sido y hemos pasado por ello, todos hemos sido en algún momento el/la becario/a. Ese/a estudiante que está deseando tener su primera toma de contacto con el mundo laboral y, así poder empezar a desarrollar su carrera profesional. Curiosamente, a la gran mayoría, les ha ocurrido que la experiencia ha sido cuanto menos, algo decepcionante, pero ¿Por qué? ¿Cuál ha podido ser el fallo?
A nivel empresarial, se tiene muy asumida esa idea tan moderna y actual de que nuestros trabajadores, son embajadores de la marca empresarial, que tienen que representar a la empresa, hablar bien de ella, en resumen, deben ser publicistas de la marca de la empresa. Pero, en numerosas ocasiones, nos olvidamos de este tipo de trabajadores, que también son representantes (temporales) de la empresa.
En el afán constante de las empresas, de que algo se aprendan ya, ya, ya, esto es para ya! Nos olvidamos de que se trabaja con personas, no con máquinas. Y nos olvidamos también de las formas, de decir las cosas de una forma correcta, de reconocer el buen trabajo de los empleados, de decir; buen trabajo, esto está muy bien, sigue así etc… pero rápido decimos: esto está mal! Tienes que mejorar! Y es que hay mucha diferencia entre decir: has hecho esto mal, a decir: bueno lo has intentando pero mira, nosotros aquí trabajamos así, corrígelo, inténtalo de nuevo.
Es importantísimo cuidar el lenguaje y la comunicación, incluso con los trabajadores temporales de la empresa, porque, aunque no continúen una vez finalizado su periodo de prácticas o aprendizaje, ellos sí que pueden continuar hablando de la empresa, y depende de la actuación de la misma que sea para bien o para mal, lo que repercutirá indudablemente en la reputación de la organización.
Vivimos en un mundo completamente globalizado e interconectado, en el que en un minuto o dos, millones de personas conocen una noticia y, el olvidarnos de este activo tan importante, puede suponer una crisis reputacional a la empresa. Por ejemplo, a través de las redes sociales, el comentario que haga esa persona de su experiencia, puede generar un gran impacto en nuestra organización.
Nosotros, desde recursos humanos, como encargados de las relaciones humanas debemos fomentar que se mantengan relaciones de calidad entre TODOS los empleados de la organización, sin olvidar ningún eslabón de la organización, inculcando esa idea de que todos representan a la empresa.
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