Hoy en día, el concepto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) está cada vez más presente entre empresas y consumidores (aunque aún falta mucho por hacer en cuanto a su implantación por parte de las organizaciones), pero tenemos que ser conscientes de que tal concepto ha ido transformándose a lo largo de los años hasta lo que, en nuestros días, entendemos por RSC.
En un primer momento, se hablaba de una ética mínima en los negocios que simplemente se basaba en el cumplimiento de las leyes por parte de las corporaciones a la hora de actuar y de este pensamiento hemos pasado a otro mucho más completo que abarca un campo de actuación significativamente mayor (medio ambiente, derechos humanos, derechos laborales, sociedad, salud, sostenibilidad, etc.).
La empresa socialmente responsable que en la actualidad nos viene a la mente, se basa en un buen gobierno, fundamentado en la transparencia y en principios éticos, y construye su responsabilidad ante la sociedad teniendo en cuenta el impacto de sus operaciones, mejorándolas y poniéndolas en valor. Así pues, una empresa con un modelo responsable y sostenible integrado en sus filas, es una organización que toma conciencia de sus interacciones con el entorno y de sus impactos sobre el mismo (tanto los positivos como los negativos).
Fuente: The pyramid of corporate social responsibility. Carroll (1991)
Según la Teoría de la Pirámide, la RSC implica el cumplimiento simultáneo de las responsabilidades económica, legal, ética y filantrópica, lo que debe llevar a la empresa a obtener ganancias, obedecer la ley, ser ética y comportarse como un buen ciudadano corporativo.
Lógicamente, para que estas políticas de RSC puedan aplicarse en la práctica y en el día a día de las organizaciones, se requiere de un compromiso firme procedente de la Alta Dirección, sin el cual las acciones difícilmente van a gozar de credibilidad ante los diferentes grupos de interés. La falta de este compromiso por parte de los directivos traerá consigo el que las prácticas desarrolladas en el marco de las políticas de RSC duren poco.
Por ello, todas las entidades que están claramente comprometidas con esta cuestión expresan la relevancia de que una compañía en la que no haya un compromiso claro y firme proveniente de la cúspide del organigrama empresarial no va a poder progresar en la RSC. Además, tal compromiso debe quedar reflejado en una serie de documentos como por ejemplo pueden ser el código ético o de conducta, la memoria de sostenibilidad o el informe de progreso, entre otros.
RESPONSABILIDAD
SOCIAL CORPORATIVA
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Derechos humanos
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Conciliación vida laboral y familiar
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Sostenibilidad ambiental
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Planes de pensiones
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Corrupción
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Voluntariado corporativo
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Derechos laborales
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Refuerzo valores sociales
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Prevención de riesgos
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Matching
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Formación permanente
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Mecenazgo y sponsoring
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Outplacement
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Acción social
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Compra sostenible
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Gestión alternativa de conflictos
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No discriminación
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Mobbing
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Políticas de transparencia
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Microcréditos
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Inversión socialmente responsable
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Etc.
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