jueves, 2 de octubre de 2014

CARTA A LOS SELECCIONADORES, por CRISTINA PÉREZ LÓPEZ

Estimados reclutadores/as de personas:

Como buscadora de trabajo activa, sin empleo como muchos tanto otros millones de personas en este país, me gustaría hacerles unas observaciones que he ido acumulado en mi experiencia en la búsqueda.

No voy a hacer una lista. Las listas aparentemente nos hacen la lectura más fácil pero que por otra hacen que perdamos la capacidad de analizar por nuestra  propia cuenta y llegar a nuestras propias conclusiones y opiniones. Llega un momento en el que hay listas que pueden ser utilizadas tanto para consejos como cocinar o como buscar empleo.

Seleccionadores, sí, nos dais respeto. Pero también deberíamos dároslo a vosotros. Nos vais a clasificar y ver nuestras aptitudes pero vosotros  también vais a ser clasificados y comentados, y con ellos vuestra empresa, y vuestro puesto. Con lo que la relación debe ser en principio una de “igual a igual”. La entrevista es un: Vamos a ver si podemos cooperar y cómo mejorar la marcha de esta empresa. Veamos si somos aptos para trabajar en ese puesto, si nos motiva, si nos interesa, si aceptamos las condiciones mutuas.

Esa relación de “igual a igual” debe mantenerse durante todo el proceso.

La llamada es el primer punto de partida. Obviamente la llamada no es la entrevista. Pero es necesario dar información, ciertas condiciones básicas, los nombres de las personas que van a intervenir, dónde han publicado la entrevista, etc, para que te ubiques. Algo preparado, esquemático y con contenido, y si nos dejamos algo, el candidato preguntará, no pasa nada. Y por favor, nada de esas llamadas con voces apagadas, mecánicas o con velocidades del rosco de “Pasapalabra”. Que ya te predisponen a ir vestido de gris con zapatos negros. Y pensando en el acelerador de partículas. 

Una vez citados, es importante ser puntual. Ambos. Es simplemente educación y empatía y mantener esa relación de “igual a igual.”Además de ser una falta de respeto, quizás esa persona depende de un medio de transporte o tiene que hacer algo relevante como ir a ver una familiar a un hospital o recoger a sus hijos del colegio. Como mucho no más de diez minutos, por favor. El saludo, apretón de manos. Sin más.

Al dirigirnos al lugar de la entrevista, que sea un sitio ya concertado. Ese “a ver donde nos podemos poner” es como si fuera algo improvisado, informal, un “a ver que me cuenta éste en...aquí mismo”. El lugar debe estar libre de ruidos y que no se oigan conversaciones ajenas...es un momento donde el safari del compañero del despacho de al lado, con leones moribundos y cebras raquíticas te importa bien poco. Y quieres un espacio tranquilo y diáfano donde intercambiar opiniones y poder mantener una conversación mirando a los ojos, transparente. El despacho del entrevistador, una sala pequeña de reuniones, un sitio cómodo donde se pueda hablar cómodamente.

Llega el momento cumbre: la entrevista, obviamente que esté preparada..., es curioso y enervante como muchos releen el currículo por encima con los ojos entrecerrados y diciendo frases sin terminar: Así que tú eres...¡Ah, ¿Has estado en este sitio trabajando?...anda ¿Conocerás a tal?!. Sí, conversación fluida y distendida para dar confianza y tranquilidad al entrevistado, pero a su debido tiempo y forma. Se agradece también la ausencia de comentarios despectivos hacia los estudios que hemos hecho, el resto  empresas, la competencia, el gobierno...Nada. Igual que os extrañaría a vosotros oírnos hablar de cualquier cosas fuera del contenido de la entrevista, nosotros queremos oír cosas interesantes, útiles y agradables. Y si es de la posibilidad de nuestra futura colaboración, ya sería inmejorable.

Para terminar con la entrevista; el candidato debe hablar, pero el seleccionador también, pregunten, pregunten lo que quieran, estamos ahí para eso, para ver si podemos cooperar, si nuestra unión va ser fructuosa, si encajamos el uno en el otro. No dejemos nada por preguntar, y aquí también nos debemos aplicar el cuento los candidatos, hablemos. Expresémonos. Digamos lo que nos parece.   Y aquí me permito la licencia de citar a Homer Simpson cuando decía “El problema siempre es la comunicación. Hay demasiada”.

Como punto final o de partida de nuestra colaboración, dígannos cuál es el siguiente paso tras la entrevista. El “Ya os llamaremos” debiera descansar con el “Tenemos que ver más candidatos” u otras frases que nos  dejan en el limbo. Queremos saber, siempre con honestidad y transparencia, qué podemos esperar. No hay nada más desesperante que esperar una llamada que probablemente se realice pero una semana después de lo esperado o... nunca. Y esto es importante, sobre todo si ven que nuestra unión es inviable, confírmenoslo. No nos dejen con la duda, no hace falta llamadas, ni SMS...por favor, un conciso y correcto  correo electrónico es perfecto. No nos abandonen. Nosotros nunca lo haríamos.

Termino el post con la sensación de que todo esto que he dicho lo puede resumir en varias palabras: Empatía, Igualdad, Preparación, Educación y Honestidad.

Y desde luego destacar, que pese a alguna experiencia mejorable y anecdótica, hay muchos seleccionadores buenos. Que  cumplen con esto y con muchas más cosas que a veces son  inapreciables pero necesarias. Y afortunadamente cada vez más y más.

Gracias por vuestra lectura. 

6 comentarios:

  1. Buenos días Cristina,

    Escribo porque me ha encantado el post. Me parece que describe a la perfección las diferentes "etapas o fases" por las que se suele pasar cuando buscamos trabajo y nos llaman para una entrevista y es un fiel reflejo del pensamiento o los miedos a los que podemos enfrentarnos todos los que pasamos por ello.

    Como bien dices y como pasa con el resto de cosas, nunca se puede generalizar,... todavía hay muchos reclutadores muy profesionales que tienen en cuenta todo esto y precisamente lo hacen para sacar lo mejor del candidato y hacer una buena selección.

    Después de leer esto, sólo me queda decir: Mucha suerte en tu búsqueda y recuerda siempre que si quieres, puedes. ¡A por ello!

    Un abrazo,
    Helena.

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  2. Brillante Cristina.
    Siempre me ha sorprendido lo mal que gestionan algunos seleccionadores la incertidumbre del candidato y la poca empatia que muestran hacia esa persona y ese estado.
    Gracias por tu post,ayudará a reforzar a quienes lo hacen bien y a mejorar a quiénes tienen margen para ello.
    Un beso

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  3. jajaj, qué bueno lo de Homer: El problema siempre es la comunicación. Hay demasiada.

    Hace dos días leí de un tal Eysenck... que la ansiedad se reduce en su núcleo central a lo que él denomina "intolerancia a la incertidumbre", y la considera como algo eminentemente mental (cognitivo). Ese "ya te llamaremos, tanto para Sí como para No" es muy peligrosa para la propia empresa si no llaman, ni para Sí, ni para No.
    Enhorabuena por el post.

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  4. Gracias por haber dedicado vuestro tiempo a leer el post. He querido reflejar, esquematicamente, un tema que pega de lleno a un ámbito muy importante de los recursos humanos: la selección de personal; y que precisamente estoy viviendo en estos momentos.
    La intención del post era, además de reflejar mi punto de vista y opinión sobre ello, generar un debate fluido y distendido sobre su contenido. Gracias nuevamente por vuestra aportación a esta faceta del post. ¡Y buen fin de semana a todos!

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  5. Buen post Cristina.
    Más allá de la buena educación, la clave está en la empatía y establecer una conversación honesta en la que el entrevistado/a nunca ha de situarse en una posición de dominio, enfrentado al entrevistado/a. Sólo así, ambos obtendrán información valiosa para casar los intereses de una y otra parte.

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  6. Esta entrada ha superado las 100 visitas. Enhorabuena.

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