Desde el día que nacemos nosotros cambiamos y también todo cambia a
nuestro alrededor.
Por la edad, el clima, los recuerdos, la geografía,…existen muy pocas
cosas que no cambien. Lo raro e inusual es que las cosas permanezcan igual.
¿Por qué entonces, no nos acostumbramos a ello? ¿Por qué esa resistencia al
cambio? ¿No será que lo que tememos es el cambio que no controlamos? ¿No será
que tememos el cambio que nos deje fuera, que nos deje a verlas venir?
En la práctica del Taekwondo, el deportista debe estar constantemente
dando pequeños saltitos con los dos pies. La idea es que el ataque del
contrincante no le pille con el pié cambiado, no le pille a verlas venir.
Acción-Reacción que llaman.
Para estar preparado para el cambio, ya no se valora la adaptación,
ahora se valora la adaptabilidad. La veleta es la que mayor adaptabilidad puede
poseer. No se pierde ningún cambio. ¿Pero eso es lo que queremos? ¿Veletas
conformistas que se adaptan a lo que les pongas? ¿O necesitamos más de una
brújula?
Muchos dicen que lo mejor para afrontar el cambio es estar preparado.
Otros dicen que lo mejor es que seas tú el que generes el cambio. El que lo
provoque. Proactivo le llaman.
El dilema será, si en la conjugación del verbo cambiar, ocurre que lo
que pretende el “Yo cambio” no coincide o incluso sea lo contrario del
propósito del “Ellos cambian”. Entonces o apuestas a caballo ganador o también
te puedes quedar a verlas venir.
Creo que era Kant el que decía que las personas inteligentes eran las
que gestionaban la incertidumbre adecuadamente. El cambio genera incertidumbre.
Ergo, los inteligentes para Kant, serán los que gestionarán mejor el cambio.
Personalmente creo que también se puede actuar para disminuir la
incertidumbre. Creo que es mejor verlas venir, que quedarse a verlas venir. Marcos
Urarte dice que la vida nos envía constantemente señales y que la incertidumbre
es mucho más llevadera si supiésemos ver e interpretar esas señales.
Me gustaría por tanto compartir con vosotros algunas de las señales que
veo, relacionadas con la gestión de personas en las empresas, y la
interpretación que hago de ellas. Entre todos podríamos incluso realizar un
tesauro de señales, y sus interpretaciones.
Expediente académico y
rendimiento laboral.
Mientras realizaba mis estudios universitarios conocí a estudiantes por
encima de la media, en la media y por debajo de la media. Dentro de cada uno de
estos tres grupos, pude encontrar personas muy trabajadoras, trabajadoras y
poco trabajadoras. Y llegué a la conclusión que no todos los estudiantes con
expedientes brillantes, tenían que pertenecer forzosamente al grupo de muy
trabajadores. Mira que he discutido estas cuestiones, a la hora de realizar
selección de personal.
Pero hasta que no lo ha dicho un director de recursos humanos (Laszlo
Bock) de una empresa con miles de trabajadores, parece que estabas diciendo barbaridades. Un buen expediente académico
no correlaciona con un mayor rendimiento laboral.
Pero es que esa empresa está yendo más allá, está empezando a no
contratar universitarios, independientemente de su expediente académico.
Gestión de personas y Estrechamiento
de plantillas.
Bill Gates cree que dentro de 20 años, una gran cantidad de puestos de
trabajo va a desaparecer, sustituidos por el software de automatización
("bots" en el argot técnico).
Estas declaraciones junto a lo que indicó el periódico The Economist,
auguran malos presagios para determinados puestos de trabajo poco cualificados.
En los teleoperadores, contables y dependientes de comercio minorista, cargan
sus tintas.
La idea creo que es, que al igual que los robots sustituyeron la fuerza
de los puestos de trabajo, ahora el software va camino de sustituir las tareas
rutinarias (y no tan rutinarias) de otros muchos puestos de trabajo.
Realmente la señal que más me preocupó en este sentido, fue la compra
de una empresa que tenía 55 trabajadores, por el precio de 14.000 millones de
euros. Pero, para intentar averiguar algo sobre el futuro de la gestión de
personas, llevo desde entonces indagando, si realmente eran 54 más uno de
recursos humanos, o ni siquiera eso.
Los ingenieros se encuentran en Rusia, decían. Tal vez ahora tenemos
que ir a Rusia a vislumbrar estrategias y tendencias sobre la gestión de
recursos humanos.
Demografía y mercado de trabajo.
Alguna normativa laboral está planificada solamente a 4 años vista. Por
otro lado, otra normativa se está aplicando –algo parcheada- desde hace 50
años.
Hace 50 años la pirámide de población era eso, una pirámide. Esta figura
geométrica puede ser muy estable y sólida.
Pero las medidas laborales que fueron tomadas en esa época no tienen
porqué ser la más idóneas de aplicar en la actual. Ha existido en el medio, una
generación (baby boom nos llaman) que con el paso del tiempo y por la edad, va
ascendiendo en bloque. Esto, junto a una tasa de natalidad tirando a baja,
provoca que la pirámide de población se transforme en una peonza de población.
Esta figura geométrica ya no es tan estable. Hay que estar bailándola
constantemente para mantener el equilibrio.
Y siendo agorero, podemos acabar en una chincheta de población. Y todos
sabemos como se mantiene en equilibrio una chincheta.
En fin, creo que cuando nos jubilemos, o dejemos de trabajar, la
generación baby boom, la población activa va a quedar como un erial. Esto
enlaza con la señal anterior. Tal vez el estrechamiento de plantillas se deba a
que no existan trabajadores.
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