Llego. “¡Hola, buenos días!”, si es el caso y hay compañeros…A veces ni eso. Me siento. Sola. Enciendo mi ordenador. Eso, siempre. Espero un minuto sin hacer nada. Bueno sí. Mientras tanto saco mi blackberry y miro si tengo algo, o parpadea, o solo miro por mirar, pero miro. Ya está listo el ordenador. Ahora toca mi correo electrónico, el del trabajo, aunque lo haya visto antes en el móvil. Y si no tengo mucho lío, reviso el mío personal... Miro el reloj…¡uyh! ya han pasado 20 minutos. Navego por Internet. 5, 10, 15 ó 20 minutos más…Y así, la mayoría de los días. Menos cuando no voy directa a la oficina porque quedo con clientes desde las 8 y media de la mañana.
NO. MAL. ESE NO ES EL CAMINO.
Me lo he planteado desde el día, no hace mucho, que tuve la suerte de escuchar a Berto Pena. Es experto en productividad y nos lanzó una premisa que se me grabó a fuego: “El comienzo del día es infinitamente más productivo que el resto. ¿Empezamos haciendo la tarea clave, o comenzamos la jornada con el email, llamadas, reuniones…?”, nos preguntaba.
Reflexionemos. En ese momento es cuando estamos más despejados, o deberíamos. Y rendimos mejor, o deberíamos.
Yo lo estoy consiguiendo. Os lo aconsejo. Poner toda la energía, en lo primordial, al principio. Sin perezas. Pensando y analizando desde el minuto cero lo que más conviene para ser más productivos. No somos máquinas. O deberíamos no serlo.
Es cierto que hoy la informática nos condiciona. Pero no nos puede organizar. Nuestra productividad depende de tres aspectos que debemos cuidar:
Planificación - Tareas - Atención
El trabajo de mañana comienza hoy, antes de marcharnos. Apenas cinco minutos pueden ser suficientes para dejar cerrado el primer asunto del día siguiente. No se trata de elaborar una lista, como la de la compra, con lo que tengo que hacer, pero sí de catalogar las tareas por orden de importancia.
Con eso bastaría, como dice Berto, porque “ganaríamos mucho más en atención, en desarrollo y en efectividad”.
Lo que diferencia a un buen profesional es su pasión, su entusiasmo y su atención. Lo importante, muchas veces, no es lo que hacemos sino cómo lo hacemos, porque el tiempo “no vale nada”, lo que vale es lo que realizamos con ese tiempo.
Recordad, planificar “el hoy”, te ayudará a resolver “el mañana”.
Cambiar y mejorar está en tu mano.
¡Marca la diferencia!...
NO. MAL. ESE NO ES EL CAMINO.
Me lo he planteado desde el día, no hace mucho, que tuve la suerte de escuchar a Berto Pena. Es experto en productividad y nos lanzó una premisa que se me grabó a fuego: “El comienzo del día es infinitamente más productivo que el resto. ¿Empezamos haciendo la tarea clave, o comenzamos la jornada con el email, llamadas, reuniones…?”, nos preguntaba.
Reflexionemos. En ese momento es cuando estamos más despejados, o deberíamos. Y rendimos mejor, o deberíamos.
Yo lo estoy consiguiendo. Os lo aconsejo. Poner toda la energía, en lo primordial, al principio. Sin perezas. Pensando y analizando desde el minuto cero lo que más conviene para ser más productivos. No somos máquinas. O deberíamos no serlo.
Es cierto que hoy la informática nos condiciona. Pero no nos puede organizar. Nuestra productividad depende de tres aspectos que debemos cuidar:
Planificación - Tareas - Atención
El trabajo de mañana comienza hoy, antes de marcharnos. Apenas cinco minutos pueden ser suficientes para dejar cerrado el primer asunto del día siguiente. No se trata de elaborar una lista, como la de la compra, con lo que tengo que hacer, pero sí de catalogar las tareas por orden de importancia.
Con eso bastaría, como dice Berto, porque “ganaríamos mucho más en atención, en desarrollo y en efectividad”.
Lo que diferencia a un buen profesional es su pasión, su entusiasmo y su atención. Lo importante, muchas veces, no es lo que hacemos sino cómo lo hacemos, porque el tiempo “no vale nada”, lo que vale es lo que realizamos con ese tiempo.
Recordad, planificar “el hoy”, te ayudará a resolver “el mañana”.
Cambiar y mejorar está en tu mano.
¡Marca la diferencia!...
Me ha encantado, felicidades por haber tocado un tema que (estoy seguro) día tras día nos planteamos. Yo también sigo a Berto Pena en http://thinkwasabi.com/, es un crack.
ResponderEliminarGracias y un fuerte abrazo.
Gracias Teresa por tu aportación, bien sabes tú que a mí me parece importantísimo el tema de la planificación personal a la hora de rendir, aunque yo metería matices a lo que comentas en tu post y a las palabras de Berto Pena que mencionas.
ResponderEliminarYo creo que cada persona tiene un "momento" en el cual rinde mejor y no necesariamente es la primera hora de la mañana.
Recuerdo que un amigo hizo toda la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones estudiando por las noches, porque es cuando más rendimiento sacaba.
Es más, hay que estudios que dicen nuestro nivel de activación idóneo se alcanza a las 5 horas (aproximadamente) de habernos despertado...
No sé, yo que creo que cada persona es un mundo y cada uno "funcionamos" a nuestro máximo nivel a horas diferentes.
Lo que sí que creo -en línea con tu post- es que deberíamos conocer cuál es ese momento en que estamos más preparados para rendir más e intentar organizarnos en función de ello (si podemos) para exprimir nuestros recursos personales.
Y firmo bajo tu aseveración de "..planificar “el hoy”, te ayudará a resolver “el mañana”."
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ResponderEliminarTeresa tiene razón porque con sólo dedicar unos minutos para planificarte el día puede marcar la diferencia y mejorar tu eficiencia y productividad
ResponderEliminarBueno y práctico. Me ha ayudado a hacer una planificación específica para buscar trabajo. Gracias Teresa.
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