Hace unos días recibía una carta desde una consultora de RRHH (especializada en coaching) donde me hablaban de una habilidad inquietante a la par que interesante en los tiempos que vivimos, “La persuasión”.
Fue tal el interés que provoco en mi su lectura, que hizo que profundizara en la misma y que quisiera compartirla con vosotros en el blog.
La persuasión consiste en mover a otras personas a aceptar nuestro punto de vista de manera voluntaria. También es cierto que en nuestro día a día nos influenciamos constantemente, pero solo algunas veces nos persuadimos. La diferencia entre ambos términos está en la voluntad aplicada.
Todos influimos sin querer en otras personas, por cómo nos comportamos, por nuestra forma de vestir, por lo que tenemos, por cómo somos…etc. Quien tiene influencia no pretende cambiar actitudes, quien intenta persuadir si y además se esfuerza en ello.
Nunca reconocemos ser objeto de influencia, pero… ¿Quién no se ha comprado una pulsera o un reloj que anunciaba en un momento determinado una persona famosa?, pero si notamos la acción persuasiva y eso nos inquieta.
La persuasión en las empresas pasa por los afectos y el manejo de las emociones de los colaboradores que tienes a tu cargo, todo ello pertenece a la famosa inteligencia emocional.
Las emociones son prioritarias en los procesos de desarrollo y cambio humano…de cualquier empresa, algo desde mi punto de vista difícil de gestionar.
Fue tal el interés que provoco en mi su lectura, que hizo que profundizara en la misma y que quisiera compartirla con vosotros en el blog.
La persuasión consiste en mover a otras personas a aceptar nuestro punto de vista de manera voluntaria. También es cierto que en nuestro día a día nos influenciamos constantemente, pero solo algunas veces nos persuadimos. La diferencia entre ambos términos está en la voluntad aplicada.
Todos influimos sin querer en otras personas, por cómo nos comportamos, por nuestra forma de vestir, por lo que tenemos, por cómo somos…etc. Quien tiene influencia no pretende cambiar actitudes, quien intenta persuadir si y además se esfuerza en ello.
Nunca reconocemos ser objeto de influencia, pero… ¿Quién no se ha comprado una pulsera o un reloj que anunciaba en un momento determinado una persona famosa?, pero si notamos la acción persuasiva y eso nos inquieta.
La persuasión en las empresas pasa por los afectos y el manejo de las emociones de los colaboradores que tienes a tu cargo, todo ello pertenece a la famosa inteligencia emocional.
Las emociones son prioritarias en los procesos de desarrollo y cambio humano…de cualquier empresa, algo desde mi punto de vista difícil de gestionar.
La inteligencia emocional es fundamental a la hora de tratar con personas. Quienes poseen una alta IE, simplemente están por encima con facilidad a la hora de gestionar emociones y por lo tanto situaciones. De la misma manera que el "cerebrito matematico" soluciona mentalmente series, ecuaciones o integrales con una habilidad aparentemente extraterrestre, los que están dotados de una alta IE controlan las situaciones con extrema facilidad.
ResponderEliminarLo bueno del persuasor (incluso manipulador) es que si es hábil no deja huella. Los manipulados simplemente acaban por creer que son ellos quienes han decidido.
Esto ya es primera división en la gestión de RRHH, :-)y es algo que no puede aprenderse. Quod natura non dat Salamantica non praestat.
un saludo.
Hijo Pródigo
Como bien dice "Hijo Pródigo" es fundamental una alta IE para poder persuadir a los demás y que además (esto ya es una obra de arte) que esas personas crean que son propias las acciones o ideas persuadidas. Y una parte de esa IE, la empatía, se me antoja imprescindible para lograrlo, pues sólo entrando en el canal del otro o de los otros podrás lograr persuadir de manera efectiva, pues si no eres capaz de entrar en las ideas de a quien intentas persuadir (como en "Origen"), el "crimen" nunca será perfecto y acabará volviendose en tu contra.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu reflexión Laura, me ha hecho pensar en ello, he pensado incluso en los tiempos en los que uno intentaba ligar... y rara vez lo conseguía. ¿Acaso no es ligar persuadir a alguien de que eres la mejor persona con la que puede estar (un rato o toda la vida)?