viernes, 1 de mayo de 2020

Beneficios de contar con un veterano, por Carlos Altuzarra

¿Algún miembro de tu equipo tiene pasado en las Fuerzas Armadas?
Si no conoces a nadie o no has tenido esa experiencia, déjame que te muestre los beneficios de contar con un veterano dentro de tu equipo.

En España está estipulado que nuestros militares de tropa deben cesar su ejercicio profesional a los 45 años. Existe un examen para prolongar esta relación laboral, pero las plazas son muy limitadas y el examen bastante exigente. Si mezclamos estas condiciones con el alto nivel de exigencia propio de un profesional de las Fuerzas Armadas, hace que un porcentaje muy pequeño consiga superar dicha prueba. Este debate empieza a extenderse en la sociedad, debido a la gran cantidad de militares profesionales que finalizan su relación con el Ejercito al alcanzar esa edad.

Por eso en 2012 se creó el SAPROMIL, Sistema de Aprovechamiento de Capacidades Profesionales del Personal Militar, que es un programa puesto en marcha por el Ministerio de Defensa con el fin de proporcionar apoyo al personal militar que quiera incorporarse al mundo laboral civil. Aunque es un avance, se encuentra lejos en cuanto a resultados, de otros países de nuestro entorno que facilitan en mayor medida, el paso de militares a empresas privadas.

Una vez explicado el contexto y antes de profundizar en las competencias que estos profesionales poseen, me gustaría hacer mención al sacrificio que hacen estos profesionales cuando adquieren este compromiso con nuestro país. Su reinserción a la vida civil presenta enormes desafíos.

Una de las maneras más simples de ayudarlos en esta transición es asegurándonos de que encuentren un empleo digno y bien remunerado. Cuando acuden al mercado laboral la preparación técnica en algunos casos es insuficiente, pero esto se contrarresta con el desarrollo de competencias propias del ámbito militar, como son:

Responsabilidad
En estos días grises, hemos podido ver como nuestros militares se desplegaban a lo largo del territorio nacional desinfectando lugares críticos o montando hospitales de campaña en tiempo record. Un profesional de las Fuerzas Armadas a lo largo de su carrera se ve envuelto en situaciones límites que forjan un carácter firme y responsable. Podemos decir que esta competencia es adquirida por todos nuestros militares. Las tareas que ejecutan y las herramientas que utilizan en el día a día hacen de la responsabilidad una competencia capital. Si tú, como empleador, requieres de una persona responsable para un puesto vacante en tu organización y te cruzas con alguno de nuestros héroes, no lo dudes y dale una oportunidad.

Disciplina
Propia de la institución militar, nuestras Fuerzas Armadas inculcan un profundo sentido de responsabilidad y disciplina, y eso es algo que la mayoría de los ex militares lleva consigo cuando salen del Ejército. Esta competencia ayuda a alcanzar altos estándares de calidad y a preservar el buen clima laboral.

Jugadores de equipo
Desde el primer momento que nuestros militares entran en los centros de instrucción se les asigna un binomio, un compañero inseparable, con el que compartirán la mayor parte de las experiencias y con el que crearán fuertes vínculos de amistad y fidelidad. Cuando se termina la instrucción y se incorporan a los destinos son incardinados en secciones, escuadrones o compañías, extendiendo así los lazos con otros compañeros.
Si navegamos por cualquier lugar de internet y buscamos cuales son las competencias esenciales para un puesto de trabajo, el trabajo en equipo es por excelencia la más demandada.

Enfocados en la misión
Nuestros militares conocen lo que significa completar la misión encomendada y la subsiguiente satisfacción del deber cumplido. No hay ninguna organización que supere a las Fuerzas Armadas, cuando hablamos de alcanzar los objetivos.
Si en tu empresa tienes un objetivo específico, elegir a un veterano para que forme parte de tu equipo, es una muy buena opción, lo tomará como una misión propia y no descansará hasta entregar los resultados
Si somos capaces de sacar partido de estas competencias acompañándolas de un plan de formación efectivo, tendremos un personal con un alto grado de responsabilidad, disciplinado, proactivo, acostumbrado a trabajar bajo presión y a trabajar en equipo, al margen de su humanidad, y de su responsabilidad para con la sociedad, que significará un activo muy importante dentro de nuestra organización.
 
 
 
 
“Aquí la necesidad
no es infamia; y si es honrado,
pobre y desnudo un soldado
tiene mejor cualidad
que el más galán y lucido;
porque aquí a lo que sospecho
no adorna el vestido el pecho
que el pecho adorna al vestido.
Y así, de modestia llenos,
a los más viejos verás
tratando de ser lo más
y de aparentar lo menos.”
 

Pedro Calderón de la Barca.

1 comentario:

  1. Grandes palabras,ojalá las empresas se concienciaran de que somos válidos, muy válidos.y con una adaptación seriamos muy útiles.

    ResponderEliminar