En el contexto
actual, marcado por la incertidumbre económica, el miedo a una nueva recesión a
nivel global, los cambios en la composición de la fuerza de trabajo y el
incremento de la competencia empresarial, cobra vital importancia la capacidad
de las organizaciones de adaptarse a un entorno cada vez más competitivo y cambiante.
Llegados a este punto cabe preguntarse, ¿Por qué no establecer una relación de influencia horizontal del líder sobre los seguidores, en la que su función sea la dinamización de los colaboradores hacia el cambio? Este es el principal postulado de la teoría del liderazgo transformacional, según la cual, deben llevarse a cabo una serie de actuaciones enfocadas a conseguir:
- Estimulación intelectual: fomenta la creatividad de tus colaboradores de tal manera que exploren distintas formas proceder en beneficio de la empresa.
- Consideración individualizada: establece canales de comunicación adecuados para fomentar el intercambio de información y da feedback a los colaboradores fomentando la proactividad.
- Inspirar y motivar: transmite el cambio que la organización necesita con pasión, de tal manera que tus colaboradores se involucren en él aumentando su compromiso y motivación.
- Generar una influencia idealizada: erígete en un modelo para tus colaboradores, ganándote su confianza y respeto.
Este
tipo de liderazgo contribuye al aumento
de los niveles de afecto positivo y
engagement ya que consigue conectar emocionalmente a los colaboradores con
el objetivo organizacional llegando de esta manera a conseguir un mejor resultado basado en la excelente calidad del servicio y la disminución de los riesgos psicosociales
en el trabajo de los colaboradores.
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