La gente tiende a mentir, desde siempre. Nunca he conocido a nadie que no lo hiciese; aunque fuesen mentirijillas, son piadosas dicen…
Pero a las emociones no se les puede mentir, o es por lo menos es muy difícil engañar al cuerpo y en especial a la cara. La cara de una persona es el espejo del alma ¿no?
Las emociones pueden ser de manera consciente o inconsciente. En el segundo caso, las que se manifiestan de manera inconsciente son las microexpresiones. Las microexpresiones tienen una duración muy corta y tienes que ser muy hábil para verlo. Hay microexpresiones que son obvias porque no tienes el control sobre ellas, por ejemplo no tienes control de ponerte rojo cuando te da vergüenza algo o muchas veces no tienes el control de tu cuerpo en una situación de peligro.
A la hora de ver si alguien te miente el componente verbal hace que rápidamente la persona diga algo más políticamente correcto y sea más fácil ocultar la emoción.
Aún así, hay 7 microexpresiones que a no ser que seas actor o un experto que domine el lenguaje no verbal, son imposibles de ocultar.
La tristeza es difícil de ocultar, se caracteriza porque arqueamos las cejas, los labios los ponemos con forma de u invertida, tenemos tensión en el mentón, nos salen arrugas en el entrecejo y el parpadeo del párpado superior es mucho más lento.
La rabia se caracteriza porque las cejas se ponen en forma de m, hay tensión en los párpados, hay tensión en la parte central de la nariz y los labios se tensan, de manera que cuando la rabia nos llena nos entran ganas de gritar, el grito es el primer indicio de la rabia. Generalmente la rabia, en una situación normal, lo notarías porque una persona frunce el labio.
La sorpresa se ve rápidamente porque las cejas se ponen en forma de M, los ojos se ponen como platos y la boca normalmente esta abierta y relajada.
El desprecio también se puede observar porque la nariz “se sube”, es como si hubiese olido algo que huele mal. Y por supuesto el labio también se eleva sólo de un lado. Hay veces que parece una sonrisa, pero no lo es, suelen ser sonrisas asimétricas y son parciales.
El asco se caracteriza porque la nariz de alguna manera se arruga y el labio superior se levanta y se fruncen.
En el miedo, a diferencia de la sorpresa, los labios están separados pero tensionados, las cejas están también en tensión y los párpados superiores elevados y los inferiores tensos. Cuando tenemos miedo agudizamos todos nuestros sentidos y por eso los párpados se agudizan para que la vista esté al 100%.
Estas son las 7 emociones básicas. No se pueden ocultar así que la próxima vez que te presenten a alguien, fíjate en esos segundos iniciales en su rostro,... quizá te lleves alguna sorpresa.
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