Con el tiempo, surgieron las
Empresas de Trabajo Temporal, cuya legislación
se recoge en la ley 14 1994. Las ETTs son empresas que actúan como
intermediarias, poniendo trabajadores a disposición de una tercera con carácter
temporal. Son muchas las críticas a este tipo de empresas y las controversias
que han suscitado a lo largo del tiempo, pero lo cierto es que este tipo de
empresas siguen operando e incluso, algunas compañías contratan la mayor parte
de su personal a través de ellas, al menos inicialmente.
Sin embargo, los tiempos han
cambiado y las tecnologías evolucionan a un ritmo vertiginoso. Ya no es
necesario salir de casa para encontrar empleo. Gracias a Internet y a las
herramientas 2.0, desde un ordenador con acceso a internet se puede conseguir
un puesto de trabajo, algo imposible de pensar en tiempos de nuestros abuelos.
Los portales de empleo tales como
infojobs, infoempleo… cada vez tienen
un mayor número de candidatos registrados que aumenta día a día.
Cada vez son más y más diversas
las formas de búsqueda de empleo y candidatos. Las nuevas tecnologías permiten
nuevas formas de acceso al mercado laboral. Cada vez cobran mayor importancia
las herramientas 2.0 que surgen a partir de las redes sociales y la forma de
interactuar y compartir información en ellas. Hoy en día se hace imprescindible
estar presente en la red, tener un perfil profesional actualizado en Linkedin y una nutrida y creciente red
de contactos que nos permita estar visible y alcanzable al mayor número de
personas que trabajan en nuestro sector o sectores circundantes.
También existen diferentes eventos
Networking, que supone una nueva
forma de búsqueda de empleo. Las tecnologías van cambiando y por ello, es importante
siempre la adaptación, que en este momento se está desplazando a ser activo en
las redes sociales profesionales: a mayor número de contactos, mayor número de
personas tendrán accesible y visible tu perfil, permitiéndote buscar un empleo
o encontrar alternativas mejores al actual. La forma en que las empresas buscan
candidatos cada vez es más variopinta. Antes, era el llamado “boca a boca”,
ahora son las redes sociales profesionales, pero al final el goal es el mismo: contactar reclutadores
con reclutados y viceversa. La forma cambia, el fin no. ¿Estamos listos para
tener un perfil activo en dichas redes sociales? ¿Lo estamos haciendo bien? ¿Somos
conscientes de todo lo que pueden hacer las nuevas tecnologías? Por otra parte,
¿hasta qué punto esto es beneficioso? ¿Ventajas vs inconvenientes en algunas
situaciones? ¿Puede perjudicar nuestra imagen en nuestra empresa actual el
hecho de tener un perfil excesivamente activo en Linkedin? ¿O por el contrario puede beneficiar? Este es el dilema:
ser o no ser, estar presente en las redes profesionales o no, “quien no está en
internet, no existe”. Os invito a sopesar los pros y los contras y a sacar
vuestras propias conclusiones…
Querida Sonia: En mi opinión un buen uso de las Redes Sociales incrementará lógicamente las posibilidades de encontrar empleo. Somos nosotros mismo los que debemos decidir cómo usas las redes, con quién y para qué. Encontrar trabajo es una preocupación común para todos los españoles y es cierto que Internet ha modificado radicalmente la forma en la que las empresas contratan personal y por tanto los que buscamos trabajo debemos adaptarnos a esos cambios con la mayor rapidez posible. Muchas empresas cuentan con perfiles sociales en los cuales avisan de oportunidades laborales, reciben currículums e incluso realizan entrevistas de trabajo. Además, mediante estas plataformas podemos hacer contactos de todo tipo, los cuales pueden servirnos para saber de algún trabajo, incluso pueden recomendarnos para conseguir un trabajo.
ResponderEliminarSin embargo también hay que tener en cuenta los aspectos menos positivos, como puede ser la saturación, llega un momento en que tienes tantas personas en tu red, que no llegas a identificarlos, Se llega a generar tal flujo de información, que es imposible atenderlo todo.
Un uso incorrecto de la Red por parte de determinadas personas, pueden poner en peligro nuestra privacidad.
Por lo tanto, antes de lanzarnos, analicemos bien los pros y los contras en cada caso particular. Un abrazo, Cristina