Estamos acostumbrados a forjarnos
unas metas, unos ideales, pensar en sobrepasar sobre todas las cosas que
hacemos. Intentamos ser reconocidos y halagados por nuestros amigos, familiares,
jefes o compañeros. Pero… ¿qué sucede cuándo luchamos y luchamos y vemos que
los frutos de ese sacrificio no han sido suficiente?, ¿qué todas las horas e incluso a veces las
lágrimas que derramamos no han valido de nada?
Nos llega la derrota, rápidamente
nos damos por vencidos porque nuestra mente se ve invádida con pensamientos
negativos, pensamientos que muchas veces son condicionados por ver que otros
han conseguido progresar y sin embargo, nosotros seguimos tropezando una y otra
vez.
Todo eso tan solo es fruto de nuestra cabeza, somos nosotros mismos los que sin querer, nos ponemos trabas, obstáculos imaginarios que dificultan nuestro camino. ¿Acaso los grandes líderes no fracasaron? ¿Acaso se rindieron ante el primer problema, ante las consecutivas caídas?
Nunca dejes de intentarlo, aunque
pienses que el esfuerzo realizado ha sido en vano, aunque creas que ha sido
tiempo perdido o incluso aunque llegues a pensar que nunca más tendrás una
motivación por la que continuar. Sigue adelante, pues la única forma de saber
hasta dónde pueden llegar nuestros límites, es dando siempre el mejor esfuerzo
posible, pues éste siempre puede ser mejorado.
Y a pesar de encontrarnos en una
situación difícil actualmente, llega a la conclusión de que nunca es tiempo perdido,
que todo lo que luches ahora, se convertirá en facilidades a la larga.
La vida es una continua batalla
de superación, nunca debemos rendirnos, jamás nadie dijo que los logros fueran
fáciles y si fuera así ¿qué gratificante sería conseguir algo que sabes que no
te ha supuesto un sacrificio y un esfuerzo?
La vida es una competencia larga
y dura, pero al final, solamente competimos contra nosotros mismos.
Para finalizar, me gustaría que
os pararais a ver estos dos videos que he plasmado aquí. Realmente merece la
pena:
GRANDES CONQUISTAS FUERON HECHAS
CON GRANDES DESAFÍOS
¿Y tú, estás dispuesto
a seguir luchando?
Entrada cargada de optimismo y fuerzas para empezar la semana...
ResponderEliminarGracias, Estefanía.
Un saludo.
Estafanía no solo estamos dispuestos sino que debemos estarlo.Nos hemos equivocado y que? En Silicon Valey las personas se equivocan dos veces antes de tener éxito. Y no es ninguna vergüenza, es más, una vez al año los fracasados organizan un congreso donde presumen de sus meteduras de pata; incluso en su CV reflejan los fracasis; esto es USA y aunque pueda tener algo de mito también tiene mucho de realidad. Los "Ventura Capital" que invierten su dinero en ánonimas "star up" se interesan en sentido positivo por el registro de batacazos previos.Sin embargo, en Europa todavía el fracaso es un estigma social que desanima el riesgo y ahuyenta el talento, pero si queremos contar con abundancia de talento para empezar a crear compañías que realmente cambien el mundo, debemos asumir e interiorizar que habrá muchos más fracasos que éxitos. Un abrazo, Cristina
ResponderEliminarGracias Estefanía, posiblemente me pille tu post en uno de esos momentos en los que mi cuerpo o mi alma me pide desfallecer, rendirme y descansar… no merece la pena seguir, no me compensa, ¿para qué? Tu aliento y esta pequeña reflexión, al menos, me ha cargado las pilas para el día de hoy y ha elevado mi techo de cristal.
ResponderEliminar“Llegar al siguiente asalto cuando piensas que no puedes más es lo que marca la diferencia en tu vida”. Muhammad Alí.
Nuestro máximo, cuando no podemos más es siempre, precisamente, lo que necesitamos, debemos dar la bienvenida a nuestra incompetencia: el pequeño incremento marginal, el punto porcentual, quizás solamente una hora más de esfuerzo, es lo que nos lleva o nos arrebata aquello a lo que le venimos dedicando un tremendo esfuerzo o quizá una vida entera, lo que nos lanza a la victoria o lo que nos hunde en un cómodo mar de escusas.
Nunca sabremos dónde está ese último segundo, esa última hora, ese último haz de fortuna…esa “última pulgada”
En los gimnasios lo que de verdad otorga valor a todo el ejercicio diario son los últimos ejercicios, los “no puedo más”. Es caminar hasta el punto de fatiga y cuando te digas no puedo más es cuando comienza el verdadero trabajo.
Debemos empujarnos hasta lo mejor de nosotros mismos, nuestra mejor versión y nada más que lo mejor y entones…cuando no puedas hacer nada más, cuando no puedas continuar…empújate una vez más.
Muchas gracias chicos por los comentarios y José Mozo, me alegro que por lo menos te sirviera como apoyo para sobrellevar el dia :) un saludo cordial a todos.
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