Resumen
de la jornada sobre cómo Gestionar la felicidad. Un nuevo reto para los
directivos.
Ponente: Margatita Álvarez Zabalza directora de Marketing y Comunicación de Adecco.
Me parece interesante su difusión, pues supone una nueva
reflexión que permitirá incorporar a la felicidad en las políticas de los RRHH.
¿Que es la
Felicidad?
Ausencia de miedo. Así describe Eduardo
Punset la felicidad, mientras que Ingrid Bergman aportaba esta definición: poca memoria y buena salud. Para
Margarita Álvarez de Zabalza, lo de menos son las palabras: yo lo único que sé es que hace vivir más y
mejor.
Hoy, ya no se habla de la felicidad como un estado de
ánimo, sino de un aspecto vital que tiene muchas e importantes implicaciones en
todas las parcelas de nuestra vida, especialmente en el trabajo y la salud.
La buena noticia es
que uno puede empeñarse en ser feliz y lograrlo. Tal Ben Sahar, profesor
en Harvard del curso 'Mayor felicidad', seminario que bate todas las marcas de
asistencia y valoración de los alumnos, dice que la felicidad da lugar a más y mejores negocios, a mejor ánimo, mejores
pensamientos, una mayor creatividad, mayor productividad y unos resultados más
brillantes.
¿A pesar de los tiempos que corren? A pesar de los tiempos que corren. No hay fórmulas mágicas. Hay
caminos que recorrer y cada uno tiene que construir el suyo. La directora de
Márketing de Adecco apoya esta afirmación conforme al último estudio del
Instituto Coca-Cola de la
Felicidad, que afirma que el
69% de los españoles se sigue considerando feliz pese a la crisis. Entre
los factores que contribuyen de forma esencial a ese bienestar se encuentra el
trabajo, para quienes lo tienen. «Llevarse bien con su jefe, tener buena
sintonía con los subordinados y buena relación con los compañeros en general.
Ellos sienten que sus jefes les consideran trabajadores valiosos (74,2%) y,
además, que sus compañeros reconocen su trabajo (81,4%). De los datos obtenidos
también se desprenden datos más mundanos como que los más felices suelen ir
andando a trabajar (30%) o usan el autobús (22%) y que si tardamos menos de
quince minutos en llegar a nuestro puesto nos sentiremos mejor y, por tanto,
seremos más productivos. Y aquí reside la clave. En la productividad. En ese
incremento que convierte a una empresa corriente en una de las mejores, de las
más creativas. Los empleados no
satisfechos, los infelices, llegan a lo que Lotfi El-Ghandouri bautizó como “despido
interior”: dejan de entregar lo mejor de sí mismos y se acaba la innovación,
ese cuerpo de ventaja que separa a las mejores compañías de todas las demás.
La directora de Márketing de Adecco anuncia que buscar la felicidad en las empresas no es
una moda sino algo que ha llegado para quedarse, como en su día lo hizo la Responsabilidad Social
Corporativa. Es básico implementar las medidas necesarias para que la gente
pueda ser feliz en su lugar de trabajo. La motivación es esencial. Las personas
tienen que venir motivadas de casa, pero, hombre, ¡que nadie las desmotive!
También es importante el 'factor contagio':
nada se pega más rápido que las emociones, positivas o negativas. Pasarlo bien
es fundamental: el éxito, la pasión y la
diversión van unidos; como también lo es el papel del líder: mi equipo va a llegar, sin duda, a donde yo
creo que va a llegar.
¿Qué nos hace felices en el trabajo?
Según se desprende de la encuesta realizada por Adecco
a 1.800 trabajadores de toda España, 8
de cada 10 españoles se declara feliz en el trabajo, a pesar de que casi la
mitad lo cambiaría para ser aún más feliz y un 44,7% asegura que cambiaría de
profesión si pudiera echar el tiempo atrás.
El 76,7% de los encuestados
cree que un trabajo con reconocimiento social hace más feliz al profesional,
frente a un 23,2% que no lo ve necesariamente así.
¿Qué pasaría si los trabajadores fueran más felices en su trabajo?
La respuesta es rotunda: según el 97% de ellos sería
más productivo. Aún cuesta hablar de felicidad en el mundo empresarial, pero no
cabe duda de que hacer felices a los trabajadores es beneficioso para las propias
empresas: “la felicidad en el trabajo ayuda a que las personas sean más
creativas y trabajen mejor en equipo. Los empleados felices lideran y negocian
mejor que el resto y se adaptan mejor a las situaciones de estrés y drama, en
definitiva, son más productivos. Aunque hasta ahora la felicidad haya sido un
aspecto olvidado en la cultura empresarial, contar con una plantilla feliz
puede ser la clave que te diferencie de tu competencia. Y es que el éxito no da
la felicidad pero la felicidad puede dar el éxito”.
No es filantropía ni utopía preocuparse por la
felicidad de los trabajadores y contribuir a aumentarla, ya que el trabajo es uno de los pilares para ser feliz en la vida, y los beneficios que puede
aportar al mundo empresarial
pueden ser incontables.
Estas afirmaciones puede ser la clave para situar la
felicidad de los trabajadores como una de las prioridades de las políticas de
recursos humanos de las empresas. Uno de los problemas endémicos de la economía
española es su baja productividad.
No es arriesgado decir que todas estas causas pueden
estar relacionadas con la felicidad porque unos trabajadores felices son más innovadores, más productivos y más
comprometidos con su empresa,
por lo que todos los agentes sociales y empresariales deberían ser conscientes
de ello, por mucho que la crisis haga que se centren en otros aspectos de
carácter financiero y legislativo.
Claves para ser feliz en el trabajo
Los factores relacionados con el mundo laboral que son
más importantes para ser feliz en el trabajo son: en primer lugar, el
ambiente laboral (con 8,4 puntos de media), seguido del sueldo y la realización personal a los que les dan la
misma puntuación, 8,2. A
continuación, y por encima del 8, valoran un buen horario y el desarrollo de las
habilidades personales. A éstos le sigue la adecuación de la formación a las
funciones del puesto y el jefe. Menos importantes que los anteriores resultan
los beneficios sociales, la cercanía al lugar de trabajo y el reconocimiento de
amigos y superiores.
Mientras que las personas de mayor edad le dan más importancia al
desarrollo de sus habilidades, a la cercanía del trabajo, al reconocimiento, a
los beneficios sociales y a la adecuación del puesto a su formación, los más
jóvenes le dan más importancia a la realización personal y al jefe.
Al mismo tiempo, las personas con mayores ingresos en
el hogar le dan más importancia a la adecuación
del puesto a la formación y a su realización personal, frente a los que tienen menores
ingresos que le dan más importancia a la cercanía del puesto y al desarrollo de
sus habilidades.
Cuanto mayor es el nivel de estudios, mayor importancia se le da a
la realización personal.
Ser jefe no da la felicidad
Ostentar un cargo y ejercer
más responsabilidades en el puesto de trabajo no aporta más felicidad al
trabajador. Así lo opinan 3 de cada 4 españoles, frente a 1 de
cada 4 que cree que a mayor cargo, la felicidad profesional aumenta.
Son las personas con estudios básicos quienes, en
mayor medida que el resto, opinan que a mayor cargo y responsabilidades, la
felicidad profesional aumenta.
CONCLUSIONES:
Los españoles tienen claro que si fueran más felices en su trabajo
rendirían más y para ellos el sueldo no es lo primero o único que podría
aportarles mayor satisfacción en su puesto. En primer lugar, consideran imprescindible un buen ambiente laboral,
seguido del sueldo y de la
realización personal, valorados con la misma importancia.
¿Qué pasaría si los trabajadores fueran más felices en su trabajo?
La respuesta es rotunda: según el 97% de ellos sería más productivos.
La felicidad en el trabajo ayuda a que las personas sean más
creativas, trabajen mejor en equipo y son más productivos.
La felicidad debe ocupar un lugar prioritario en las políticas de
recursos humanos de las empresas.
Según Sonja Lyubomirsky, creadora de una 'Escala de la Felicidad' en
California: el 50% de nuestra
felicidad se lo debemos a la genética, el 10% a las circunstancias personales y
el 40% restante depende de cómo lo trabaje cada uno.
Si te parecen pocos argumentos, siempre te queda la palabra de
Emilio Duró, economista y divulgador del 'Coeficiente de optimismo', quien
afirma que, a partir de los 12 años se nos mueren
12.000 neuronas diarias. Así, nos anima a ser felices hoy, ya, porque
mañana vamos a ser más viejos, más feos, más tontos....