El propósito primordial de las empresas es la obtención de rendimientos económicos y este concepto no debe parecernos una frivolidad ya que es la razón de su existencia, al igual que las personas tenemos unas creencias y perseguimos unas metas.
No tiene por qué ser una antítesis y sí, deberíamos de hablar de sinergia, porque combinando ambos conceptos, se puede obtener un mayor efecto positivo en las organizaciones.
El propósito de una empresa debe de conectar con el trabajo de todo el equipo y cuando hablamos de equipo hablamos de todos y cada uno de las personas que trabajan en la organización. En un entorno empresarial cada día más complejo y cambiante para maximizar los resultados, debe centrar su gestión en el talento, dónde se alinea el compromiso y el crecimiento de los empleados con los resultados de la organización.
Gestionar el talento no sólo se trata de incorporar a las personas adecuadas en un momento concreto, además es acompañar para que crezcan en la organización; desde las organizaciones se debe de cambiar el concepto de servicio por el de colaboración, el silencio por la escucha, la imposición por la comunicación y propuesta; darse cuenta, que no sólo existen los objetivos de la empresa porque los empleados, también tienen logros personales y ver cómo el talento del trabajador puede encajar en nuestra organización, es fundamental.
Fidelizar a los mejores profesionales es clave dentro de las empresas pero y ¿si dentro de la organización se preocupa de realizar un buen offboarding? Que mejor que un antiguo empleado cómo embajador de tu empresa, porque llevarse una imagen positiva de la empresa es crear Imagen de marca.
Invertir en talento humano, apostando por el capital humano de tu organización se traduce en excelencia y éxito empresarial.
Y tú, ¿Qué opinas?
Patricia Cruz Encinas
Alumna del Máster en Dirección y Gestión de RRHH 2024-2025
Escuela de Negocios de la Cámara de Valladolid
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