viernes, 14 de febrero de 2025

La imparcialidad en las Empresas; Por Soraya Hernández.

¿Por qué no ser juez y parte es clave para un ambiente laboral justo?

    Este principio jurídico y ético tiene sus raíces en el antiguo derecho romano. Es un principio general que ha surgido de una reflexión colectiva sobre la justicia y la ética para garantizar que se tomen decisiones justas y no existan conflictos de intereses. Su aplicación no solo sería una cuestión de legalidad, sino de ética. Para que la justicia sea efectiva, debe de ser imparcial. 


La imparcialidad en el ámbito laboral se refiere a tratar a cada uno de los empleados de manera justa, sin sesgos ni prejuicios, independientemente de su raza, genero, edad, orientación sexual, nacionalidad, etc. 

Implica que a la hora de tomar decisiones, se tomen basándose únicamente en criterios objetivos, recibiendo el mismo trato, independientemente de las relaciones personales o cualquier otra influencia externa.

En una organización, garantizar la imparcialidad es algo esencial para crear un ambiente de trabajo justo. Sin embargo en muchos casos las personas encargadas de tomar decisiones dentro de una empresa y en relación a los empleados, son las mismas que tienen una relación cercana con ellos. 

Cuando la persona implicada en la toma de decisiones no es capaz de separar sus intereses personales de lo que es necesario, justo o equitativo, y piensa en su propio beneficio o en el de sus allegados dentro de la empresa, se produce el fenómeno conocido como “ser juez y parte”, donde las decisiones tomadas están sesgadas y pierden su fundamento. En este caso la justicia laboral y la imparcialidad se desvanecen. 

Cuando los empleados sienten que dichas decisiones se toman de manera justa y objetiva, se crea un ambiente de confianza mutua, lo que mejoraría la comunicación entre ellos y reduciría la desconfianza entre compañeros de trabajo. Sin embargo si por el contrario se percibiese que esta toma de decisiones está alterada por factores externos, surgirían las tensiones, celos y  la desconfianza dentro de una organización y más aun, el deterioro de la calidad de las relaciones laborales entre los empleados.

Por lo tanto la imparcialidad es fundamental y fomenta no solo un ambiente de trabajo equitativo, sino que establece unos cimientos sólidos de confianza entre los empleados y la organización, y con ello se crea un entorno más justo y objetivo, donde todos los empleados tienen las mismas oportunidades para crecer y desarrollarse. 

Y tú , ¿Qué opinas? 


Soraya Hernández
Alumna del Máster en Dirección y Gestión de RRHH 2024-2025
Escuela de Negocios de la Cámara de Valladolid

No hay comentarios:

Publicar un comentario