Si buscamos clima laboral nos encontramos con la siguiente definición: “El clima laboral es el medio ambiente, tanto físico como humano, en el que se desarrolla una determinada actividad o trabajo.”
El clima laboral influye directamente en la satisfacción de los trabajadores y, por tanto, en su productividad. También interviene en su manera de relacionarse tanto con otros trabajadores como con su entorno, es decir, maquinaria, tecnologías, etc.
Si el clima laboral no es bueno dentro de una empresa, puede llegar a generar conflicto y que esto repercuta directamente sobre las metas o resultados de la empresa como pueden ser mayores costes, baja productividad, malas relaciones dentro de los componentes de un equipo, mala comunicación, aumento del absentismo laboral, etc. Aunque el clima laboral tiene también una connotación subjetiva en el sentido en que se compone de cualidades percibidas o experimentadas por las personas que componen la organización empresarial. Cada trabajador puede percibir ciertos comportamientos de una manera distinta a la de otro, o cada trabajador puede dar más importancia a ciertas cualidades u otras.
Posiblemente nos hemos podido encontrar a lo largo de nuestra vida laboral con algunas organizaciones que presentan un descontento generalizado de la plantilla sin que la alta dirección lo perciba debido a la mala comunicación o una jerarquía muy extensa, una elevada rotación de empleados, rivalidad entre compañeros, cargar con el trabajo de otros sin reconocimiento y, sobre todo, una desvinculación con la empresa y sus valores y, por lo tanto, del puesto de trabajo generando estrés.
En muchas ocasiones se suelen confundir o, utilizar de manera indistinta, los conceptos de clima laboral y satisfacción laboral. Si los trabajadores de una organización están satisfechos, puede derivar en un buen clima laboral. Para poder medir el clima laboral se pueden utilizar variables como son la satisfacción, la motivación, igualdad de oportunidades, independencia, oportunidades de desarrollo personal y profesional, relaciones entre compañeros…
Un buen clima laboral se tiene que proporcionar desde la dirección con la cultura empresarial, valores y gestión, apoyado e impulsado por las acciones del departamento de Recursos Humanos, ya que se ha demostrado que el liderazgo es uno de los conceptos más influyentes en el clima laboral: Si los líderes proporcionan unas condiciones favorables y generan motivación, pueden llegar a conseguir un gran desempeño entre sus trabajadores.
Entendemos liderazgo como: “disciplina cuyo ejercicio produce deliberadamente una influencia en un grupo determinado con la finalidad de alcanzar un conjunto de metas preestablecidas de carácter beneficioso, útiles para la satisfacción de las necesidades verdaderas del grupo.”
Las nuevas tendencias de dirección de hoy en día, gracias a los cambios organizacionales y las nuevas teorías de la gestión por valores, enfrentan nuevos desafíos dentro de la organización creando un cambio que conduce a una confianza interna, porque los problemas laborales y los bajos niveles de beneficios están asociados a procedimientos de gestión injustos, poca equidad y, sobre todo, un entorno deficiente. En este sentido, el líder, cuyo comportamiento puede afectar negativamente al desempeño laboral de los empleados, confirma así que el liderazgo se enfoca en la felicidad de los talentos humanos.
El clima y la satisfacción laboral van íntimamente relacionados, así como con el estilo de liderazgo, y existen múltiples herramientas para su estudio y mejora. Creo que en muy pocas empresas hay líderes interesados y preocupados por el bienestar físico y psicológico de sus trabajadores y si pretenden que sus recursos humanos sean eficientes para obtener buenos resultados, deben preocuparse por el clima laboral ya que eso no tiene que ser innato de la persona, sino con el interés por generarlo.
¿Y tú qué opinas?
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