2 de Julio / jueves
Hoy Pablo Merino, Director de RRHH en una empresa que trabaja para el sector de la atención a personas mayores mira su agenda del día.
9:00h. Tiene que hacer algunas llamadas de teléfono y leer varios curriculums porque la semana anterior ha puesto un anuncio en una plataforma de empleo, con una oferta para varios puestos que tiene que cubrir de manera urgente.
Necesita auxiliares de enfermería y asistentes sociales con experiencia en el sector y con disponibilidad horaria para turnos de tarde y noche en los diferentes centros.
En las residencias de ancianos la crisis del COVID-19 ha causado muchas bajas laborales y en los servicios de asistencia para mayores son numerosas las vacantes.
10:00h. Tiene una entrevista de trabajo con una candidata, Mercedes Sierra López, auxiliar de enfermería y con tres años de experiencia.
En la agenda durante estos días había tenido parado el proceso de selección porque al leer el Cv de esta auxiliar, encontró un asunto sobre el que debía reflexionar.
Mercedes había adjuntado su inmunidad COVID-19 con un DNI de seroprevalencia también llamada InmunoCard y Pablo sabía que esta información colocaba a la empresa en una situación complicada, ilegal e inmoral.
Este dato facilitado sanitario y privado, que no le habían solicitado, tendrán que gestionarlo protegiendo su privacidad y tratando de evitar la sospecha de un trato discriminatorio por causa de salud.
En todo caso, si durante el proceso de selección Pablo hace la pregunta a los candidatos, con el fin de averiguar si ha pasado el COVID-19 o si es inmune, la empresa podría ser sancionada por un importe que va desde desde los 6.251€ hasta los 187.515€.
La candidata justificaba el dato por anuncios de este tipo:
Es evidente que existe el riesgo de crear una elite de inmunes con mejores perspectivas profesionales, sólo por disponer de anticuerpos y acceso libre a cuanto está privado o restringido al resto de la sociedad.
Pablo sabe que “no es muy ético” pero finalmente ha decidido seleccionar a Mercedes al valorar que las credenciales de haber pasado el COVID-19 para acceder al puesto de cuidado de mayores, es un requisito “indispensable y preferible”.
11:00h Café con el Dtor. Financiero
12:00h Viaje a Madrid ……….
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