Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de diecisiete medidas o retos aprobados por Naciones Unidas, cuyo fin principal es proteger al planeta y promover la prosperidad de la sociedad, erradicando la pobreza y promoviendo un desarrollo sostenible e igualitario.
Están desarrollados para implantarse en el año 2030, y su contenido está expuesto internacionalmente en la “Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible”. Esta Agenda persigue un desarrollo sostenible social, económico y medioambiental, implicando tanto a gobiernos, como a empresas y ONG´s.
Los ODS no son obligatorios jurídicamente, pero se espera que los países los adopten como propios y establezcan marcos nacionales.
En cuanto a la consecución de estos objetivos, y centrándonos en el papel de las empresas, podemos decir que estas son fundamentales para alcanzar algunos objetivos clave, tales como un trabajo decente, crecimiento económico, promover la industria, la innovación y la infraestructura.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son la base sobre la que se apoya la Responsabilidad Social Corporativa en todas las empresas, las cuales deben identificar cómo sus acciones de responsabilidad social pueden contribuir a los ODS, y aplicarles a su estrategia.
Para lograr estos objetivos se han establecido cuatro planes de acción: el empleo como un elemento integrador; el crecimiento; la minimización del impacto empresarial sobre el medio ambiente, y una cultura unida al consumo responsable.
Son numerosas las ventajas que tiene la empresa al aplicar estos ODS en su estrategia de negocio, ya que permiten mejorar su desempeño, aumentar el rendimiento, y posicionarse y diferenciarse respecto a sus competidores.
Asimismo, los ODS tienen un impacto directo con los stakeholders o grupos de interés de la empresa, ya que al implantarles se potenciará el orgullo de pertenencia, el compromiso o la productividad de los empleados.
De los 17 ODS, el octavo de ellos (“Empleo digno y crecimiento económico”) es el que más oportunidades de negocio ofrece a las empresas, y los ODS relativos a la pobreza y el desempleo son los principales riesgos a los que se enfrentan, ya que impactan sobre todas las dimensiones sociales y de mercado.
Desde el Departamento de Recursos Humanos, tenemos que colaborar para que se implanten estos objetivos en las organizaciones, incluyéndoles primeramente en las estrategias de las compañías. Debemos de tener en cuenta el enorme efecto positivo que la integración y cumplimiento de los ODS ha demostrado tener, no solo para la sociedad, sino también para el éxito empresarial a largo plazo.
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