Uno de los retos a los que se enfrentan las organizaciones a día de hoy es como establecer y planificar una política retributiva a sus empleados. Una política retributiva para que sea competitiva frente a otras empresas y eficiente para sus trabajadores, requiere una combinación entre cuánto pago y cómo pago.
Los sucesivos cambios en el entorno, la situación de las empresas y los constantes cambios han provocado que, en muchos casos, los empleados hayan sufrido en los últimos años unas peores políticas retributivas.
Está en las empresas la posibilidad de proporcionar una retribución que los trabajadores sientan que se les paga bien y se les tiene en cuenta sus necesidades o preferencias personales y familiares así como profesionales.
Hoy en día en las organizaciones y el mercado laboral en general conviven diferentes generaciones de empleados que demandan una retribución o unos salarios diferenciados, que estén en función de su nivel de aportación y/o contribución a la compañía.
“El café para todos ya no sirve”.
Tenemos que convertir la retribución en una herramienta para llevar a los trabajadores hacia donde la compañía quiere ir, alinearlo con los objetivos estratégicos de la misma.
El modelo clásico de retribución fija se está quedando obsoleto para las nuevas generaciones, hay que ir introduciendo nuevas formas de compensación, tales como;
- Retribuciones Variables.
- Retribuciones en Especie (seguro de vida, seguro médico, planes de pensiones, coche de empresa…).
- Retribuciones Emocionales (conciliación familiar y laboral, medidas de flexibilidad horaria, formación, desarrollo profesional y oportunidades de carrera, entorno de trabajo, estabilidad en el empleo…).
- Retribución Flexible o Retribución a la Carta.
Hay aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de elaborar una política retributiva;
1. La importancia de conseguir una equidad retributiva salarial entre hombres y mujeres, ya que según datos reflejados en diferentes artículos relacionados con el tema, la estadística dice que España es el sexto país europeo con mayor brecha salarial de género.
2. La importancia de poder hablar de los salarios sin que se considere como un tema tabú. De forma que se pueda explicar con claridad por qué se toman unas decisiones en cuanto a la distribución retributiva entre trabajadores, ser claros en la justificación y en criterios objetivos y la importancia de dar más transparencia.
3. La comunicación es clave y más aún que los empleados consideren y piensen que las políticas retributivas empleadas en las organizaciones sean gestionadas con criterios de equidad y competitividad.
En definitiva, las empresas a día de hoy luchan no sólo por ofrecer un sistema de retribución competitivo, sino que los trabajadores consideren que la empresa en la que realizan su trabajo es el mejor lugar donde trabajar. Y todo esto no se compra únicamente con dinero sino que hay que crear sistemas que generen compromiso.
Hay muchas veces que lo que no se ve en nómina se convierte en el factor decisivo para que un trabajador no sólo permanezca en la empresa sino tenga un compromiso con ella.
“No es pagar más es pagar mejor”
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