"La personalidad del líder define el éxito de la empresa", Robert Hogan.
Uno de los conceptos básicos clave para construir la personalidad es el autoconocimiento. El autoconocimiento es el estudio de uno mismo, y tiene como objetivo conocerse en profundidad y aprender a identificar las capacidades propias de cada persona. La conciencia emocional, la autoevaluación y la autoconfianza son competencias emocionales que dependen del autoconocimiento.
Además de la autorregulación y la automotivación, el autoconocimiento es otro de los componentes de la inteligencia intrapersonal, que es la capacidad que permite conocernos mediante un autoanálisis y formar así un modelo realista y preciso de uno mismo, usando como guía en la conducta las propias emociones y sentimientos.
Sin un previo autoconocimiento e introspección, las personas no podrían construir su personalidad. De igual modo, la forma de liderar que tienen los directivos de una compañía está definida por su personalidad, así como si dicho liderazgo será o no eficiente entre sus trabajadores.
La personalidad de un buen líder influye en el compromiso que tenga éste con sus trabajadores, así como en la efectividad y los resultados que generen éstos en el negocio.
Tener un autoconocimiento de nuestro potencial es fundamental para saber qué ofrecemos y qué podemos aportar al mundo del trabajo y poder enfrentarnos así de una manera más eficiente al mercado laboral.
Uno de los métodos utilizados actualmente para medir el autoconocimiento, evaluar el desempeño laboral, los atributos y personalidad de las personas es “Hogan Assessment”, un sistema científicamente probado basado en un test online que mide la personalidad. Este método fundado por Robert Hogan, es empleado en más de 40 países y se ha aplicado a 3,5 millones de trabajadores. Es una herramienta ideal para complementar tanto la selección de los empleados, como para el desarrollo de liderazgo o los procesos de gestión del talento.
Los siete atributos básicos que mide el test de Hogan son la estabilidad emocional, la ambición, la sociabilidad, la sensibilidad interpersonal, la meticulosidad, la curiosidad y el estilo de aprendizaje; divididos a su vez en subescalas para una evaluación más precisa.
Algunos de los rasgos básicos de la personalidad que este test revela, y que debería tener un Director de RRHH son objetividad, superación, autenticidad, motivación, tolerancia, capacidad de asumir responsabilidades y riesgos, autocrítico, y que tenga un conocimiento de los objetivos de la organización, entre otros atributos.
Podemos concluir que actualmente la selección de directivos requiere de factores científicos, psicológicos y algorítmicos entre otros, para definir la personalidad de un modo preciso, y que el éxito de una empresa depende de la personalidad de sus altos ejecutivos, tal y como se ha comentado al inicio del post: "La personalidad del líder define el éxito de la empresa", Robert Hogan.
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