viernes, 15 de abril de 2016

LA EMPATÍA COMO HERRAMIENTA DE TRABAJO por María González




Desde bien pequeñita, mis padres se esforzaron por inculcarme una serie de valores que ellos consideran importantes: generosidad, comprensión, tesón, sinceridad, humildad, empatía… Valores, que gracias a ellos, poseo en mayor o menor medida a día de hoy. Muchos de ellos me los transmitieron de muy diversas formas, pero me voy a centrar en el valor de la empatía.

Echando la vista atrás y recordando momentos maravillosos y no tan maravillosos de mi infancia, me doy cuenta de que gracias a mis dos hermanos he ido adquiriendo unas habilidades empáticas que utilizo diariamente tanto laboral como personalmente, por lo que les doy las gracias.

En Febrero de este año, mi hermano realizó esa prueba de conocimientos a la que se someten tanta gente en nuestro país, se presentó a las oposiciones para médico interno residente. Como os podéis imaginar su grado de nerviosismo y angustia cuando se publicó la plantilla fue tal que no quiso corregir su examen. En ese momento, me acerque a él, le pregunté cuáles eran sus preocupaciones y después de escucharle comprendí su situación. Como se dice coloquialmente “me puse en sus zapatos” y le di un abrazo con el único objetivo de que sintiera mi apoyo. A los 5 minutos comenzó a corregir su examen.

Al igual que muchas otras habilidades que posee el ser humano, la empatía no es un don que unos pocos han tenido la gracia de tener, sino que como toda habilidad se puede potenciar y desarrollar.

Creo que los tres aspectos más relevantes de la empatía son los siguientes:

     Escucha activa.
     Nunca juzgues. 
     Evitar relativizar los problemas ajenos.

Me parecen tres principios fundamentales que se deben de valorar desde una perspectiva profesional ya que, la empatía es una herramienta de trabajo muy potente, sobre todo para liderar un grupo.

Uno de los motivos de la importancia de desarrollar esta habilidad en el ámbito laboral es la cohesión que se consigue con la práctica de la misma, estableciendo a través de ella un espacio de confianza imprescindible entre el líder y su grupo.

Por ello, os propongo empatizar en vuestro puesto de trabajo, tengáis o no personal a vuestro cargo, pues esto fomentará la confianza entre compañeros y un mejor ambiente laboral.

“Si no tienes empatía y relaciones personales efectivas, no importa lo inteligente que seas, no vas a llegar muy lejos”

Daniel Goleman

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