Desde bien pequeñita,
mis padres se esforzaron por inculcarme una serie de valores que ellos
consideran importantes: generosidad, comprensión, tesón, sinceridad, humildad,
empatía… Valores, que gracias a ellos, poseo en mayor o menor medida a día de
hoy. Muchos de ellos me los
transmitieron de muy diversas formas, pero me voy a centrar en el valor de la empatía.
Echando la vista atrás y
recordando momentos maravillosos y no tan maravillosos de mi infancia, me doy
cuenta de que gracias a mis dos hermanos he ido adquiriendo unas habilidades
empáticas que utilizo diariamente tanto laboral como personalmente, por lo que
les doy las gracias.
En Febrero de este año,
mi hermano realizó esa prueba de conocimientos a la que se someten tanta gente
en nuestro país, se presentó a las oposiciones para médico interno residente.
Como os podéis imaginar su grado de nerviosismo y angustia cuando se publicó la
plantilla fue tal que no quiso corregir su examen. En ese momento, me acerque a
él, le pregunté cuáles eran sus preocupaciones y después de escucharle
comprendí su situación. Como se dice coloquialmente “me puse en sus zapatos” y
le di un abrazo con el único objetivo de que sintiera mi apoyo. A los 5 minutos
comenzó a corregir su examen.
Al igual que muchas
otras habilidades que posee el ser humano, la empatía no es un don que unos
pocos han tenido la gracia de tener, sino que como toda habilidad se puede
potenciar y desarrollar.
Creo que los tres
aspectos más relevantes de la empatía son los siguientes:
● Escucha activa.
● Nunca juzgues.
● Evitar relativizar los problemas ajenos.
Me parecen tres
principios fundamentales que se deben de valorar desde una perspectiva
profesional ya que, la empatía es una herramienta de trabajo muy potente, sobre
todo para liderar un grupo.
Uno de los motivos de la
importancia de desarrollar esta habilidad en el ámbito laboral es la cohesión
que se consigue con la práctica de la misma, estableciendo a través de ella un espacio de confianza imprescindible
entre el líder y su grupo.
Por ello, os propongo
empatizar en vuestro puesto de trabajo, tengáis o no personal a vuestro cargo,
pues esto fomentará la confianza entre compañeros y un mejor ambiente laboral.
“Si no tienes empatía y relaciones personales efectivas, no
importa lo inteligente que seas, no vas a llegar muy lejos”
Daniel Goleman
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