jueves, 31 de octubre de 2013

'ABRIENDO CÍRCULOS'...CON LINKEDIN por HELENA PÉREZ

La entrada de hoy quiero dedicársela, en primer lugar, a José Herrador, un gran profesional, profesor y “guía” que nos ha ayudado, apoyado y orientado personal y profesionalmente a todos los que hemos podido disfrutar de su presencia durante este último curso 2012 – 2013.
 
José Herrador, o Pepe, nos ha enseñado que en la vida hay que saber abrir y cerrar círculos, y esto que nos recordó el pasado jueves 10 de octubre en el Acto de Clausura del Curso 2012-2013 me ha hecho decidir hablaros hoy de Linkedin, una herramienta que recientemente me ha permitido abrir un nuevo círculo profesional.

Desde siempre he apostado y confiado en el poder e influencia de las redes sociales y herramientas 2.0. Tanto es así, que elegí hacer mi Proyecto de Fin de Máster sobre este tema. Pero cuando investigaba sobre ello y plasmaba el conocimiento que iba adquiriendo en mi trabajo, no imaginaba el tremendo potencial que una de estas herramientas, Linkedin, tendría a la hora de buscar un empleo o un trabajador en la empresa.

El beneficio que me ha aportado esta herramienta, a mí, personalmente, ha sido doble: Me ha abierto las puertas al mundo laboral y, a su vez, me ha facilitado la búsqueda de candidatos para un proceso de selección realizado en la empresa en la que actualmente trabajo.

Para entender lo que supone Linkedin en la labor que realiza un responsable de selección de personal, quiero explicar los principales beneficios que aporta:

  • Es gratuito. (Publicar una oferta en los portales de empleo cuesta cerca de 150 €).
  • Selección más concreta. No te llegan 300 currículum de candidatos, sino que personalizas la búsqueda, ajustando tus necesidades y el perfil de los candidatos.
  • Mayor información sobre los candidatos. No solo accedes a su CV, sino que también puedes ver su red de contactos para conocer con quién se relaciona, qué grupos sigue para conocer sus intereses, etc.

Y claro, si las empresas utilizan Linkedin para buscar candidatos, las personas que busquen empleo tendrán que estar en ella. Aunque “estar sin más”, no es suficiente.

Para que se abran nuevos círculos y oportunidades es necesario estar activo, no ser un usuario pasivo, pues al final pasarás desapercibido. La clave está en interactuar con otros usuarios, compartir contenido, seguir y participar en grupos, o lo que es lo mismo… ¡HACERSE VISIBLE!

viernes, 25 de octubre de 2013

Foro JOSÉ HERRADOR de Recursos Humanos


Como anunciamos en la última gala de clausura e inauguración de curso académico en la Escuela de Negocios de la Cámara de Valladolid, en homenaje y agradecimiento a sus años de colaboración, pero sobre todo de maestría, de humanidad, de pasión, de desarrollo de personas, de inquietudes, de humildad, de contagio de energía positiva,... y de sobre todo de cariño, a partir de este momento el hasta ahora Foro Ulises de Recursos Humanos pasa a llamarse Foro JOSÉ HERRADOR de Recursos Humanos.

Muchísimas gracias José, por todo, lo que vino y lo que vendrá.

jueves, 24 de octubre de 2013

GASTO O INVERSIÓN EN PERSONAS: ¿UNA CUESTIÓN DE IMAGEN? por LUIS SENDINO

Seas empresario o particular, con el dinero que dispones o vas a disponer sólo se pueden hacer dos cosas: o se invierte o se gasta.

En el ánimo de cualquiera está el buscar el mejor destino del dinero, que unas veces será el gasto y otras la inversión, pero la calificación del acto no depende de su intención, ni del éxito de su empleo, ni de si es más o menos correcto. Depende de lo redactado en la Ley 1514/2007, el llamado Nuevo Plan General Contable.

Se gasta en el mantenimiento de la organización, en la compra de los materiales precisos para la fabricación de lo vendido, en el suministro de energía, en el alquiler del espacio y de los equipos, incluso en el sostenimiento de la sociedad vía impuestos. Todo eso es gasto, y también es gasto lo devengado (ni siquiera pagado) a los empleados y colaboradores.

Sé que es común oír que las empresas invierten en los trabajadores, pero quiero apuntar que eso es una licencia verbal, una forma de hablar, pues la Ley de forma clara establece que el pago a los trabajadores se cataloga como gasto de la actividad (ordinario, operativo y de explotación, para más señas).

El término inversión se reserva a los desembolsos  gracias a los cuales se adquieren bienes o derechos y a los que se podría enajenar, y por lo tanto no es en absoluto aplicable a las personas, que ni son bienes ni son derechos ni se pueden vender.

Cierto es que hay una mala fama del gasto, y nadie quiere ser relacionado como gasto. Pero no es siempre perjudicial: lo malo es generar un mal gasto, si existe un despilfarro.

Un gasto es adecuado si ayuda o va a ayudar a generar un mayor ingreso, pues ayuda a la supervivencia de la empresa. Los gastos de hoy pueden ayudar a generar beneficios en el futuro, del mismo modo que recortes en los gastos de hoy pueden hacer peligrar la existencia en el futuro.

La buena fama de la inversión ha hecho que en su nombre se haya despilfarrado muchísimo dinero que ahora echamos en falta para gastar en cuestiones más importantes. Y hay inversiones ruinosas, hoy tenemos miles de ejemplos, que además implican un gasto de mantenimiento o de conservación.

Quien gestiona el dinero debe ser capaz de saber si es más adecuado su destino como gasto o como inversión, sabiendo que debe ser responsable de ello y que se le pedirán cuentas: al gasto en relación con los beneficios, y a la inversión, según su rentabilidad. Me remito al post publicado en erreese.com sobre la necesidad de que los directivos sepan de economía y finanzas y a otros en el mismo sentido.

Quien recibe el dinero, debe ser capaz de saber que a cambio de esa cantidad debe aportar lo necesario para que se considere un buen gasto o una buena inversión (sólo para el caso de bienes o derechos susceptibles de enajenación).

Si nos relacionan con malos gastos o con malas inversiones, mal futuro. Si nos vinculan con buenos gastos o con buenas inversiones, futuro resplandeciente.

No me resisto a plantearlo. En esta línea de pensamiento, ¿pensáis que el tiempo se invierte o se gasta?  Tic, tac, tic, tac…. 

jueves, 17 de octubre de 2013

OTRA VEZ EL ROL DE RRHH por DAVID HERGUEDAS

Me desayuné este domingo el suplemento de negocios del País, y reconozco que al final las tostadas me sentaron mal.


No por el hecho de que muchos compañeros las estén pasando canutas haciendo su trabajo, ni por la referencia a que después de un proceso de restructuración de este tipo, que por supuesto se puede hacer mejor o peor, pero que nunca puede considerarse un éxito, uno muchas veces tiene que acabar despidiéndose, como me contaba Antonio no hace mucho.
A lo mejor es que soy demasiado sensible, pero eso de mezclar, el dinero con esto, los comentarios que a lo mejor sacados de contexto de Pedro Díaz sobre el papel de motivador de los RRHH….¿pero alguien se cree de verdad eso? Puedo discutir sobre el papel no desmotivador de los RRHH, su función clave estratégica….pero, ¿no tenéis la sensación de que ese estereotipo cunado te metes en harina es una falsedad gigantesca? Os lo voy a pintar gráficamente:

Ejecutor:


Motivador:



Comentarios como “los que toman las decisiones son la dirección general y ellos son los que las ejecutan”, o pensar que una persona de RRHH puede entrar en una empresa que acaba de ser reestructurada o no, y motivar al personal son la imagen general que proyectamos, y además en este caso el artículo dice que nos pagan muy bien por ello (si todos sabemos que en este trabajo, como todos los demás, se cobra un 20% menos de lo que nos merecemos!!!).
Ahora llega mi aportación personal. Mi visión de nuestro rol es conseguir que la Dirección de una compañía y sus trabajadores remen en la misma dirección. Que no se engañen, que confíen mutuamente. Es un rol parecido al del comité de dirección de una compañía, sólo que ese comité lo tiene que intentar hacer, con accionistas, clientes, proveedores e instituciones además de los trabajadores.

El lunes estábamos inaugurando nuestra nueva planta en León. Nosotros somos una empresa familiar sin un fondo de inversión detrás, y el dinero sale mayoritariamente de lo que gana la compañía. Hay un compromiso de reinversión de la caja que generamos en nuevos proyectos, tangibles e intangibles. Estamos muy orgullosos de la inauguración, la verdad. Pero al cabo de dos días tengo una de las primeras reuniones con el comité de empresa, donde se pone encima de la mesa, una posible reducción de la inversión a cambio de un incremento salarial mayor. Si la compañía va bien, todos deberíamos tener un sueldo mayor (un 20%), y en la empresa los sueldos son muy bajos, es el argumento principal de los trabajadores. No voy a comentar la postura, ya que es muy lícita. Sólo deciros que mi rotación voluntaria durante el periodo de los últimos cinco años es de menos del 2%.
Seguramente los accionistas quieran ganar más dividendos, los bancos cobrar más intereses (todavía más!), y los proveedores vender más caro, al mismo tiempo que nuestros clientes, que son los que permiten que se alimente este ecosistema, cada vez quieren pagar menos por nuestros productos. No es lo mismo trabajar en Google, que en automoción, no es lo mismo estar en expansión que no, no es lo mismo, como decía Alejandro Sanz.

Estamos unidos, queramos o no y nosotros tenemos que jugar un papel fundamental en educar a nuestra gente y a la sociedad en esto. Como decía el Che, un pueblo que no sabe leer ni escribir es un pueblo fácil de engañar. Y de eso nuestros políticos y los informes de educación saben mucho.
No explicar a nuestra gente que un aumento en las cotizaciones máximas les afecta igualmente aunque no lleguen a la misma, ya que aumentarán los costes de la empresa, se incrementará el total de la masa salarial, y por tanto la competitividad de la compañía, y puede que eso genere nuevos ajustes. No pelear por la consciencia de que todos estamos en el mismo barco y que todas las acciones tienen consecuencias que hay que valorar, es abocarnos a ese rol de terminators / payasos, que la sociedad nos adjudica, y no crear valor.

Al contrario también, tenemos que esforzarnos en que los comités de dirección transmitan transparencia y ejemplo, no permitir que los trabajadores sean los paganos de todas las decisiones, y hacer que sea realidad esa frase con la que se les llena la boca a muchos directores generales y que luego no aplican de que “su gente es lo más importante”.
Espero que mi opinión genere debate!!

jueves, 3 de octubre de 2013

LA LEVEDAD DE LO HUMANO por JESÚS ALCALDE

Siempre me ha llamado la atención la fragilidad de la función de recursos humanos en la organización, que no acaba nunca de consolidarse del todo a pesar de la importancia que todo el mundo reconoce a las personas.
 
Por una parte me sorprende la dificultad para asentar un nombre, unas veces como si fuera una carencia de identidad y otras innova tantos nombres que hace dudar de su reputación: Dirección, área, departamento, servicio o negociado, gestión, administración,..., de asuntos sociales, de organización y recursos humanos, de personal, del talento, de competencias, de formación y desarrollo, de personas, de medios, ...

Por otro lado, la inclusión en un mismo saco de aspectos bipolares, dicotómicos y contradictorios, como caras opuestas de una misma moneda: lo laboral y lo humano; el contrato legal y el contrato psicológico; lo higiénico y lo motivador; la norma y la visión; el puesto y el rol; las competencias y la innovación; el desempeño y la formación y el desarrollo;... que juntos no se llevan bien y conviene separarlos

Además, en la jerarquía de necesidades evolutivas de la organización aparece siempre tarde. Primero está el vender; luego el producir o prestar servicios; y luego la administración (pero esto se suele sacar fuera, porque no forma parte del negocio). Solo cuando el grupo es más importante que el negocio, aparece la necesidad estratégica de la función de personas: el talento, el liderazgo, el compromiso, la coordinación, el cambio, el futuro y la innovación. Los aspectos positivos de la función, como la formación y el desarrollo, y las funciones directivas de personas de la línea de mando, como la comunicación, la motivación y el liderazgo, solo aparecen en organizaciones donde el grupo es más importante que el negocio. Aquí estamos menos.

Por todo esto, la implantación en las pymes y en la administración, por ejemplo, no pasa mucho más allá de las relaciones laborales y contratos, administración pura y dura, incluso de la formación que dícese entonces profesional.

Y si alguna vez hicimos algo, cuando viene la crisis, todo se queda en lo que era, en la administración, en datos y números, en recortes, pocas veces en personas, que tienen la capacidad de renacer de sus cenizas.

Como profesionales de esta función estamos a la deriva, nuestra aportación no pasa de lo higiénico, no llegamos a ser ni críticos ni estratégicos para el negocio.

Además,  muchos de los negocios están más basados en el aprovechamiento de la oportunidad del carbonero que en la elaboración de un océano azul.

En tiempos de crisis se nos caen los proyectos de excelencia, de desarrollo, del talento. ¿Cuántas organizaciones conocéis que apuesten por la formación, por la innovación, por las personas? Algunas pocas, que pelean por la adaptación a la oportunidad de mercado o por la internacionalización. Algunas que han comprendido que el mercado ha cambiado tanto que hay que reinventarlo, que hoy la mayoría de los negocios son nuevos o cambiados, diferentes.

¿Qué podemos aportar de valor a esta situación, los profesionales de esta función de personas?

Tenemos nuevas generaciones que culturalmente están en mejores condiciones para entender los cambios. Y gente con experiencia, en algunas batallas, que conocemos  la naturaleza humana. Y otra vez aparece la levedad de lo humano, la dualidad de las personas, lo viejo y lo joven, lo desfasado y lo nuevo, lo conocido y lo  emergente.

Tiempos de crisis, porque no vemos salida, porque no vemos claro cuál es nuestro papel, porque también nos atenaza el miedo, esa emoción paralizante que lo invade todo.

Ahora es cuando es más necesario apoyar a las personas, para que desarrollen autoconfianza y diseñen nuevas visiones de futuro. Pero no solo desde las emociones, que las emociones son frágiles, sino desde la reflexión  y la generación de ideas, que te hacen sentir firme y te orientan a la acción. Visiones nuevas, basadas en la creatividad e innovación, que pueden crear empresas donde el grupo y las ideas son más importantes que el negocio. Esa empresa permanecerá, se adaptará y liderará el mercado.

Cuando pienso en la innovación, me vienen a la memoria un inglés y un irlandés, que allá por el 1837, en Ohio, se dedicaban a fabricar velas y jabones y hoy todos usamos  algún producto de P&G, empresa, siempre deseada,  que ha sido mundialmente escuela de directivos y empresarios.

La función de personas puede ser estratégica, más allá de la administración, comunicando visiones,  liderando necesidades, motivando logros, generando ideas y modelando emociones, coordinando procesos,...

¡Fragilidad del ser humano, que encierra a la vez lo mejor y lo peor que puede darse!

Esto es un foro. Es mi opinión. Los que estamos cerca de esta problemática, ¿Qué otra cosa podemos hacer?