Voy a utilizar esta oportunidad
que me ofrece el Foro Ulises para expresar
una reflexión que he podido realizar en estas últimas semanas, tras
compartir charlas con amigos y conocidos de diferentes regiones de España y con
diferentes estados personales y laborales.
De todo lo expresado por estas personas,
podemos sacar un denominador común, todos están, permítanme la expresión,
“jodidos”. Los más afortunados, los “currantes”, debido al empeoramiento
progresivo de las condiciones laborales y no solo hablamos de salarios, en
muchos casos lo que menos les molesta. En el otro lado encontramos a los
desempleados, estos muestran su pesadumbre por la escasez de oportunidades que se les presentan y
también por la mala gestión de estas por parte de las empresas, hablamos por
ejemplo de la falta de información tras
una entrevista.
Ya han pasado varios años desde
que empezó esta “desaceleración económica”, luego llamada “crisis”. Hemos
tenido innumerables reformas en todos los ámbitos y algunas de gran calado en
el ámbito que más atañe a este blog como
es la reforma laboral, la última, la idea un “contrato único” que veremos en
qué queda …
La realidad es que nada cambia
para bien, y si oteamos el horizonte no parece despejarse mucho. El papel del
Estado queda en duda, y muchos lo critican, quizás con razón, pero, ¿qué hay
del papel de las empresas? Sobretodo
de las grandes empresas que tienen capacidad para aguantar el temporal y parecen haber soltado lastre nada más
comenzar éste. Podríamos decir que las políticas que asumen muchas en esta
época distan mucho de tener una ética
profesional, simplemente se aprovechan de las oportunidades que el momento les
ha dejado, pensando únicamente en su beneficio económico.
Lamentablemente, el miedo o la
desesperación son algunos de los medios más utilizados en esta época en la
Gestión de Personal. Y yo me pregunto,
¿les convendrá a largo plazo utilizar estos métodos o políticas?, ¿se darán
cuenta de que están haciendo un flaco favor para su futuro y el de la
sociedad? Ya dice el refrán español, “quien siembra vientos, recoge
tempestades”.
Quizás el planteamiento
cortoplacista domine en el pensamiento mediterráneo, pero ahora más que nunca es necesario trabajar en
cambiarlo. Debemos cerrar una época, no merece la pena valorarla, mejor emplear
nuestros recursos en no volver a
tropezar, es el momento de empezar a crear una idea de futuro con la gente de la mano, nunca de espaldas. Hay organizaciones que están en
este duro camino, pero estoy seguro que con el tiempo recogerán sus frutos.
Desde aquí me gustaría animar a
todos los directores, gerentes, encargados y empleados a ir
en esta dirección, la política de “tierra quemada" nunca funcionó y esta
vez no será diferente. Si queremos recoger, tenemos que empezar por
sembrar y con el buen tiempo veremos el
grano.
Esta entrada posiblemente la lean
personas con influencia en sus organizaciones, son las primeras que han de
empezar con el cambio para poder hacer luego participes a todos los componentes
de las mismas.
Comentan muchos mayores, “tiempos
de crisis, tiempos de oportunidades”, pues debemos trabajar en conseguir un mañana del
que podamos estar orgullosos.
Gracias por tu post Daniel. Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarYo creo que deberíamos centrar la energía en crear en futuro haciendo las cosas de forma diferente a como las hemos venido realizando hasta el momento. Y no desgastar nuestra fuerza e ilusión en críticas y amargura con lo pasado, que al fin y al cabo, pasado está...
Celia Martín