Hace un tiempo, repasando lo que mis decisiones habían ido dando forma a mi curriculum, pequeño resumen de obra y milagros, analicé los huecos que había en él con intención de definir mis objetivos y establecer mi estrategia a seguir… (perdonad, pero la EFQM me dejó muy marcada…).
Entre todas las cosas, decidí empezar por los idiomas.
Con el fin de tener un papelito que certifique mi nivel de inglés estoy preparando el examen del FCE (First Certificate Exam).
Una de las partes de la prueba es redactar un texto a elegir entre varios temas, entre los cuales uno puede ser una “application letter”, es decir, una carta de presentación para una oferta de trabajo. Mientras el resto de mis compañeros de clase lo pueden ver como un tema más, yo no puedo dejar de ver el lado profesional al hecho de que en un examen académico una carta de presentación esté dentro de las principales temáticas.
Mientras que en España enviamos nuestro cv a diestro y siniestro, sin más (y ahora más que nunca…), lo normal en los países anglosajones y en la mayoría de Europa es adjuntar una carta de presentación redactada explícitamente para la solicitud el puesto, en cada sitio con sus peculiaridades, en la que se deja ver por qué deben elegirnos, pero donde también se deja entrever por qué es la empresa elegida.
Para mí, la importancia de que la elección en la búsqueda de empleo va más allá de ganar una determinada cantidad, vivir en un sitio determinado, o desempeñar ciertas funciones. A través la marca/ empresa donde desempeñemos nuestro trabajo nos presentamos y nos posicionamos ante los demás.
Salvando las distancias con países donde “poder elegir” es más sencillo (tasas de paro, índices salariales, creación de empleo, beneficios sociales…) o simplemente por la toma de decisiones durante situaciones personales concretas, me gustaría quedarme con la parte romántica en la que nosotros elegimos la empresa donde queremos estar.
En otro post se comentó el hecho de que, si no estás de acuerdo con la cultura y valores de tu organización, deberías dejarla, pero a mí me gustaría anticiparme a ese momento en el que eres consciente de que no encajas y preguntaros, ¿realmente elegisteis dónde queríais trabajar?, ¿habéis escrito vosotros la historia o simplemente se ha ido escribiendo?, ¿establecisteis objetivos, definisteis una estrategia y la llevasteis a cabo?.
Entre todas las cosas, decidí empezar por los idiomas.
Con el fin de tener un papelito que certifique mi nivel de inglés estoy preparando el examen del FCE (First Certificate Exam).
Una de las partes de la prueba es redactar un texto a elegir entre varios temas, entre los cuales uno puede ser una “application letter”, es decir, una carta de presentación para una oferta de trabajo. Mientras el resto de mis compañeros de clase lo pueden ver como un tema más, yo no puedo dejar de ver el lado profesional al hecho de que en un examen académico una carta de presentación esté dentro de las principales temáticas.
Mientras que en España enviamos nuestro cv a diestro y siniestro, sin más (y ahora más que nunca…), lo normal en los países anglosajones y en la mayoría de Europa es adjuntar una carta de presentación redactada explícitamente para la solicitud el puesto, en cada sitio con sus peculiaridades, en la que se deja ver por qué deben elegirnos, pero donde también se deja entrever por qué es la empresa elegida.
Para mí, la importancia de que la elección en la búsqueda de empleo va más allá de ganar una determinada cantidad, vivir en un sitio determinado, o desempeñar ciertas funciones. A través la marca/ empresa donde desempeñemos nuestro trabajo nos presentamos y nos posicionamos ante los demás.
Salvando las distancias con países donde “poder elegir” es más sencillo (tasas de paro, índices salariales, creación de empleo, beneficios sociales…) o simplemente por la toma de decisiones durante situaciones personales concretas, me gustaría quedarme con la parte romántica en la que nosotros elegimos la empresa donde queremos estar.
En otro post se comentó el hecho de que, si no estás de acuerdo con la cultura y valores de tu organización, deberías dejarla, pero a mí me gustaría anticiparme a ese momento en el que eres consciente de que no encajas y preguntaros, ¿realmente elegisteis dónde queríais trabajar?, ¿habéis escrito vosotros la historia o simplemente se ha ido escribiendo?, ¿establecisteis objetivos, definisteis una estrategia y la llevasteis a cabo?.