viernes, 15 de octubre de 2010

¿PORQUÉ NO EN LAS EMPRESAS? por DAVID HERGUEDAS

Tuve un profesor en un máster que desde el principio nos dijo que si no quieres aceptar una cultura de una empresa, o las reglas del juego, no juegues. En parte tiene razón, en parte no, ya que lo decía como que hay que renunciar al propio pensamiento para poder ser un buen profesional, deshumanizarse.

Ese paradigma está vivo en nuestras empresas. El de RRHH tiene que estar del lado de la empresa, con el único fin de que todo sea lo más rentable, los mandos toman decisiones de este tipo, haciendo suyas decisiones éticamente reprobables, aceptando esto como parte de su responsabilidad....me parece que el concepto es tan erróneo... !Es la típica frase de que la gente es más papista que el Papa!... Muchas decisiones que se siguen tomando dentro de la organización respecto del personal son las típicas del experimento de los 20 monos, como toda la vida se ha hecho así, aplicamos políticas de hace 20 años.

¿Porque voy a tener que dimitir si no estoy de acuerdo? Creo en el intraemprendedor. Creo en las personas que tienen el coraje suficiente para no aceptar algo y proponer una alternativa. Creo que las empresas son las personas que lo componen, y que el beneficio a largo es mucho mejor que a corto. Y durante mucho tiempo se nos ha vendido que la cultura de la empresa es lo que dice el dueño o el director general y que hay que aceptarlo como el catecismo....y no es cierto, la cultura viene definida por el comportamiento de los componentes de la empresa, será esa visión del director general si todo el mundo dice amén, y será algo vivo, que nace del sentimiento de pertenencia, y de la realidad de que te importen las cosas, del compromiso tan reclamado de los trabajadores con su empresa si se permite cuestionar la forma de hacer las cosas.

Porque todavía no conozco a nadie que se haya comprometido de por vida con otra persona dándola la razón en todo. Cuando la gente se casa, suele compartir y negociar. ¿Por qué no va a ser así en las empresas?

3 comentarios:

  1. No hace mucho, un alto (muy alto) directivo de una empresa grande (muy grande) me comentó que qué podía hacer con las personas que trabajaban "para" él, pues por mucho que lo intentaba no respondían ni al palo ni a la zanahoria.
    Cuando has hablado en tu post de las políticas de hace 20 años yo he recordado que, en aquel momento, pensé que esta persona intentaba aplicar teorías motivacionales de hace 40 años(o de 20, que da igual) a personas de hoy y algo, inevitablemente, chocaba.

    Ayer mismo hablaba con un amigo sobre el "romanticismo" o "practicidad" de los Recursos Humanos. Este post sería una lección magistral de "romanticismo práctico".
    E intentando ser más práctico aún, dentro de nuestro romanticismo, David, creo que las personas que tenemos posibilidad de charlar, formar, influenciar, departir, reunirnos, contactar...o simplemente compartir un rato con los Directivos de las empresas, deberíamos concienciarles de que el verdadero liderazgo, ese que se impone porque no puede ser de otra forma, es el que logra que todas las personas de la organización peleen por ella porque la sienten como suya, porque la crean ellos, la hacen crecer ellos y, casi más importante aún, lo perciben así.
    Y es que el verdadero liderazgo, hoy en día (o eso creo yo, un romántico) es el que logra que el 100% de la organización esté compuesta por personas que son líderes, cuando menos, de sí mismos.

    Ah, por cierto, esa persona que comenté al principio del comentario, tras la charla que tuvimos (aunque no sé si por dicha conversación, a mí me gusta creer que sí), llamó a todas las personas que estaban a su cargo para, simplemente, saber qué tal les iba, qué necesitaban, si estaban contentos y que qué creían que se podía hacer para que todo fuera a mejor.
    La semana pasada me escribió diciendome que por primera vez desde que allí estaba donde trabaja, sus compañeros (así los llamó) le habían invitado a comer. No sé si esas personas estaban más o menos motivadas, pero él parecía estar más contento.
    Y de paso los conejos agradecen que haya más zanahorias para ellos.

    Por cierto, muchas gracias David por tu reflexión, a mí me ha iluminado.

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  2. Hola Félix,

    Gracias por comentar tu experiencia como complementaria al post, y aunque me consta que estamos de acuerdo, sigo en mis trece de no utilizar la palabra romanticismo, ya que alguna persona más que conoce bien las empresas desde dentro, tilda mi visión de los RRHH de romántica o de utópica.

    No creo que esto sea más que sentido común práctico (nada romántico), y algo que los griegos inventaron hace tiempo que es potenciar el autoconocimiento, ya sea de las personas o de las organizaciones. No soy cínico: en las personas puedes encontrar lo mejor y lo peor. Si sólo ves lo peor (lo que ocurre a veces después de muchas malas experiencias), es difícil que puedas trabajar en RRHH. No significa ignorar lo malo que pueda ocurrir, es valorarlo y trabajar para que no ocurra (prepararte para lo peor y esperar lo mejor).

    Con estas bases, conjugar:
    Las organizaciones que quieran sobrevivir, y esto lo dijo Darwin hace casi 200 años sobre las especies, serán las que tengan mayor capacidad de adaptación a los cambios, por lo tanto la gente que hay que tener en las empresas son los que piensen de forma similar y que acepten las reglas del juego, siempre que el pensamiento similar signifique que hay que aceptar que una vez que se toma una decisión hay que remar en la misma dirección para avanzar, y al mismo tiempo no resignarse a que si algo no nos gusta, poder intentar cambiarlo.

    La empresa tiene que proveer los canales para hacer que las cosas puedan cambiarse.

    Espero haberme explicado bien, a veces no lo consigo ;-)

    Un abrazo

    David

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  3. Como alumna del Master de RRHH de esta promoción, me gustaría expresar mi total acuerdo y esperanza en lo que expones, David. Tus aportaciones, tanto en este post como en tus clases, me hace pensar que esa "utopía" puede llegar a ser real, y espero que así sea, sería fantástico llegar a conseguir una organización mejor, más eficiente, mas sana, que hiciera más felices a sus integrantes..y todo ello gracias a las ideas o aportaciones de cualquier persona, sin importar el lugar que ocupa en el organigrama. Lo que comentas Félix, que ocurrió con ese directivo, me parece genial, espero que des la misma formación a muchos altos mandos, y así conseguir que dejen de ser ese palabro que tanto detestas...mandos...y bajen a la esfera de los compañeros, aunque cada uno en su lugar, por supuesto, pero no nos olvidemos de que personas somos todos...y como líderes que son, están en la obligación de obtener de su gente lo mejor.

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