Cerca del 90% de los fallos en la contratación de personal se produce al no hacer un buen proceso de selección y no definir con eficacia las competencias que se necesitan de los candidatos.
Todas las empresas cuando reclutan a un nuevo miembro tienen como objetivo encontrar al candidato ideal, con las cualificaciones adecuada y que sus valores coincidan con los de la organización.
En cambio, esto no es una tarea fácil. Muchas veces se opta por externalizar este servicio cuando las características del sujeto son muy concretas o para puestos con gran responsabilidad. Pero otras veces realizan ellas mismas todo el proceso selectivo, desde definir el perfil hasta la incorporación del sujeto.
Sabemos que no es un proceso sencillo en el que tampoco hay garantías de éxito, pero se complica más aún cuando se acentúan los riesgos del reclutamiento, que en ocasiones se traducen en un fracaso y un gasto.
Algunos de los riesgos más comunes son:
Definición inadecuada del puesto de trabajo. Como punto de partida, se debe realizar una descripción del puesto de trabajo muy minuciosa y cuidada. Lo importante no es poner los objetivos que debe lograr, sino las funciones y responsabilidades del mismo, detallando la misión y el objetivo que se persigue junto con los conocimientos, cualidades personales, características, habilidades y actitudes que deberán aportar la persona que cubra la vacante.
Simplificar el proceso de contratación. En muchas ocasiones cuando el tiempo es limitado y escaso, se recorta y se saltan pasos que son claves a la hora de contratar a alguien.
Considerar que es un coste. Este reclutamiento debe ser considerado como una inversión de la que se espera un retorno. Las empresas que mirar a sus empleados como una inversión compiten en calidad, y se enfocan en un reclutamiento de gente con talento y potencial.
Otro riesgo muy importante es dar por hecho que el éxito del candidato va a transmitirse a tu organización. Es importante tener en cuenta los éxitos y logros de los candidatos, pero hay que mirar más allá de su historial. No todas las organizaciones tienen los mismos valores ni la misma cultura. Un candidato que no ha sido expuesto a la cultura de tu empresa puede traer consigo ideas nuevas y frescas.
Realizar mismas técnicas para diferentes tipos de reclutamiento. Muchas veces se cubre una vacante a través del reclutamiento interno para abaratar costes, pero en ocasiones el candidato interno no cubre las necesidades y competencias que se requiere para el puesto, y esto da lugar a un reclutamiento fallido que acaba derivando en un coste para la empresa, ya que no te reporta lo suficiente y se debe abrir un proceso.
En definitiva, el proceso reclutamiento y selección de personal debe ser coherente con la planeación estratégica de la empresa, de tal modo que se encamine en el cumplimiento de los objetivos de la organización.
Una contratación eficaz y eficiente es una inversión que contribuye a desarrollar nuevas capacidades, conocimientos, habilidades y el éxito de una organización a largo plazo. Hay que realizar un trabajo minucioso y complejo a lo largo del proceso, fundamental para aportar valor y nuevas visiones a la empresa. Para alcanzar la calidad y eficiencia lo más importante es contar con el personal adecuado. Por ello las áreas de recursos humanos de las empresas adquieren cada vez mayor importancia.
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