La gestión diaria es un proceso visual, de equipo y de cadena regular que asegura la disciplina y dirige las mejoras hacia indicadores más críticos.
Ante cualquier desviación el equipo aplica sus técnicas de resolución de problemas y toma acciones decididas y rápidas.
En cuanto aparece un problema se evalúa rápidamente la situación, se ve lo que no funciona, el por qué no funciona y el qué tenemos que cambiar o corregir.
La gestión diaria dentro de una organización es importante porque:
- Proporciona orientación y alineamiento.
- Impulsa a tomar decisiones con transparencia.
- Enfoca al cliente y se basa en el equipo.
- Permite ver rápidamente lo que no funciona de manera correcta.
Después de la teoría, toca lo difícil ¿Cómo implantar esto en una organización?
Creo que la gestión diaria debería aplicarse de manera minuciosa, siendo los líderes la cabeza de esta a través de herramientas como el gemba.
El primer paso es PREPARAR: Consiguiendo el compromiso de los líderes, determinando muy bien las necesidades de nuestros clientes e identificando el estado actual del proceso.
Una vez conseguido eso, lo siguiente sería APLICAR el proceso, determinando los indicadores críticos y nuestra estrategia de gestión visual.
Cuando los dos pasos anteriores se encuentran lo suficientemente maduros dentro de la organización, solo nos queda MANTENER Y MEJORAR, poniendo en marcha una cadencia regular y ajustando y mejorando mediante técnicas de resolución de problemas.
Los elementos claves para que una gestión diaria funcione son:
1. El liderazgo
2. Los objetivos / indicadores
3. Gestión visual
4. Despliegue de responsabilidad y cadencia de las reuniones. ESCALADO
La gestión diaria es una de las claves de la mejora continua y la resolución de problemas en una organización.
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