jueves, 4 de junio de 2015

TOMA TUS DECISIONES, por RODRIGO VILLAR CARBAJOSA

Para muchas personas, tomar decisiones importantes en la vida les supone un cierto temor o al menos incertidumbre, por si se elige incorrectamente. Cuando se trata de decidir un trabajo o unos estudios, éste proceso esta cargado de inseguridad, porque sabemos que esta elección va a marcar nuestro estilo de vida y porque somos conscientes que estamos decidiendo nuestro futuro profesional y vital. 

La toma de decisiones en muchos casos va ligada a saber decir "sí" o "no" en un momento dado. Generalmente tenemos miedo de decir que no porque no queremos quedar mal, y tenemos miedo de las consecuencias negativas de haber dicho que no. 
El "no" es necesario y debemos aprender a decirlo tranquilamente, decir no muchas veces es sinónimo de salud. En muchas ocasiones, cuando no podemos decir que no, es por que no tenemos claro cuál es nuestra prioridad en la vida.

Las decisiones que tomes van a estar determinadas por el objetivo que quieras alcanzar y por lo tanto cuando tenemos claro nuestro objetivo vamos saber decir sin problemas "sí" o "no".

La necesidad de tomar decisiones rápidamente en un mundo cada vez más complejo y en continua transformación, puede llegar a ser muy desconcertante, por la imposibilidad de asimilar toda la información necesaria para adoptar la decisión más adecuada. 
Por lo tanto controlemos lo que si podemos controlar, no funcionemos por emoción, sino por convicción para elegir lo que necesitemos en cada momento.

En el proceso de toma de decisiones existen varios pasos: definir el problema, analizarlo, evaluar las alternativas, elegir y aplicar la decisión tomada.

Lo importante, es adoptar un enfoque proactivo de toma de decisiones, es decir, debemos tomar nuestras decisiones, sin esperar a que los otros lo hagan por nosotros, o bien, a vernos forzados a hacerlo.

Todo este proceso de toma de decisiones se debe asumir con Riesgo, porque toda decisión lo conlleva, y aunque haya sido planificada y planeada cuidadosamente en todas sus alternativas, toda elección comporta en si mismo un riesgo que tenemos que asumir.

Por lo tanto, debes ir eligiendo las mejores opciones para hacer que la decisión tomada funcione, encontrando motivos y  llevando a cabo las acciones para conseguir los resultados que deseas, sin mirar atrás ni evaluar la decisión tomada.

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