jueves, 18 de julio de 2013

TENGO UNA VISIÓN por CARLOS GONZÁLEZ

Hoy voy a ser visionario. Es una de mis grandes virtudes. Bien es cierto, que en ocasiones mis visiones sobre que pasará en un futuro más o menos cercano, no se han cumplido, pero eso no importa, ¿quién no se equivoca alguna vez, quién no ha realizado alguna apuesta tonta, y aún estando seguro que iba a ganar, se le ha quedado esa expresión de idiota congelada en la cara al ver que su predicción no se ha cumplido?
 
Aun así, bien puedo decir que tengo un aceptable porcentaje de importantes visiones cumplidas, un ejemplo: un día, con apenas 18 añines,  conocí a una muchacha y tuve la certeza que me casaría con ella, hoy 25 años después, compartimos dos hijos. Y las fallidas, desde pequeño tuve vocación de fantasma, no sé si he conseguido serlo, pero seguro que no en el formato que yo me imaginaba, que era con sábana blanca y atravesando las paredes para asustar a la parroquia,…,en fin, soy de los que creen que tendríamos que hacer más hincapié en esta sociedad nuestra sobre que, no pasa nada por  fracasar, equivocarte o arruinarte de vez en cuando, si luego eres capaz de levantarte, aprender, y seguir luchando. Pero este es otro tema, quizás para tratar en otra ocasión.
 
Como decía al principio, hoy quiero compartir con vosotros una visión sencilla:
Las reglas del juego han cambiado, y no parece que haya mucha gente que se haya percatado y que de verdad lo haya interiorizado. Ni políticos, empresarios, ni trabajadores.
Una obviedad: vivimos en sociedad. Esto es, un sistema más o menos complejo formado por distintos elementos que interrelacionan entre sí.
Y la naturaleza de esas relaciones ha cambiado. Algunos ejemplos:
El sistema se ha vuelto más complejo: Globalización ya es una realidad y no solo un concepto. Se han incorporado  y de manera muy activa nuevos jugadores (China, Brasil, India) y el equilibrio de poderes se ha modificado.
La dependencia unos de otros se ha hecho más evidente. En una economía de mercado, sino hay consumidores, no hay productores, sino se produce el consumo de energía y materias primas se ve alterado y no son tan necesarios los inversores, etc…
Las desigualdades más acusadas. Ricos y pobres. Menos clase media y esto supone menos consumidores.
La información se transmite más rápidamente, y también es más fácil de manipular. Los gustos y costumbres de los consumidores también están cambiando. Con Internet estamos a un clic de comprar un Smartphone, o de contratar a un comercial en la otra punta del mundo.
 
Pero centrémonos en España:
Varios años de crisis, dos recesiones seguidas, pérdidas de empleos de manera masiva, emigración de jóvenes, destrucción de empresas y negocios que difícilmente resurgirán, sectores económicos agotados y otros incapaces de ocupar el lugar vacío, población envejecida, sistema de protección social que se encoje, y un largo etc., que cada uno de vosotros puede seguir completando.
Es decir, a mi me parece que efectivamente esto significa que las cosas YA son distintas, y me da la impresión de que seguimos actuando igual, no hemos cambiado nuestros comportamientos, ni nuestras expectativas. Seguimos esperando una recuperación de los mercados o que nos surja un empleo al lado de casa, como si fueran ya actos de pura fe, porque en realidad no hay hechos que corroboren que esto vaya a pasar. No nos estamos adaptando. Hay empresas que siguen ancladas en el Taylorismo, otras hablan de desarrollo, talento, compromiso, pero mantienen un comportamiento que transmite que la base de la relación sea  la desconfianza. Y debiéramos preguntarnos, ¿cómo se consigue que las personas den su 110 por ciento?
 
Y ahora, mi visión:
Las Relaciones Laborales van a cambiar, porque están cambiando el resto de relaciones (sociales, comerciales, etc.). Las empresas que tendrán más éxito serán aquellas que consigan vincular a las personas con sus estrategias, y esto significará hacer partícipes de alguna manera, a esas personas, de la propiedad, o al menos de los beneficios que se generen, y que se haga de una manera justa y equilibrada.
Cuando algo es tuyo, lo que luchas, lo que sueñas por las noches, es como dar con las soluciones a los problemas, como conseguir esos objetivos de crecimiento. ¿No es esto compromiso?
Mi sentido común y mi experiencia me dice una y otra vez que los proyectos mueren una y otra vez porque no se implementan correctamente. No solo son necesarios recursos económicos o materiales, sino personas con talento y ganas que los lleven a cabo. Y las personas que tienen ambas cualidades, (cualquiera puede demostrarlas cuando lucha por lo suyo), tienden a actuar si ven que su esfuerzo se recompensa, si el trabajo es parte de su vida y no solo ocho horas donde pasar el tiempo, y que vaya cayendo la nómina. Y las nuevas generaciones buscan que dicha recompensa sea cada vez más inmediata, que los proyectos sean ya. El largo plazo no es ya para tiempos en los que las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana.
 
Conclusión:
Las empresas tendremos en breve que luchar encarnizadamente por las personas con ganas, compromiso, experiencia, talento y formación,  que nos garanticen que nuestros proyectos empresariales salgan para adelante, y esto será así porque:
  • La competencia ahora es mundial.
  • Tenemos una población que envejece.
  • Los jóvenes buscan empleo en otros países. Y a diferencia de los tiempos de Paco Martínez Soria y su maleta de cartón, se van los más válidos y preparados.
  • Las leyes de apoyo a los emprendedores harán que muchos se planteen esa posibilidad, por virtud o por necesidad, (y sin duda serán las personas de más iniciativa).
  • La legislación en materia de pensiones parece que apunta hacia una des-incentivación de las largas carreras profesionales por cuenta ajena. Y el paso de trabajo dependiente a autónomo será mucho más natural y habitual.
Las empresas y los departamentos de personas debiéramos entender esto y movernos ya. El mercado laboral es como en todos los mercados, el primero que se posiciona, tiene ya de entrada una ventaja competitiva sobre el resto.

jueves, 11 de julio de 2013

SE NOS ROMPIÓ EL AMOR por ERIKA CEMBRANOS

Leo sobre motivación, sobre implicación, sobre los factores que nos hacen dar el 120% a un equipo, a una empresa, listas enteras de lo que nos hace quedarnos o irnos… Y me doy cuenta de que, al final, es todo una cuestión de valores.
Si compartimos los valores de nuestros jefes, las decisiones que estos tomen nos parecerán adecuadas, sentiremos que aportamos y que construimos y daremos lo mejor de nosotros mismos para conseguir sus objetivos, que serán también los nuestros.

Si por el contrario, este alineamiento entre los valores de aquellos que nos marcan el paso y los nuestros no se produce, antes o después llegará el conflicto.

Los principios podrán ser bonitos. A todos nos motivan los retos, nos gusta aprender y crecer como profesionales. Formar parte de un nuevo equipo, mostrar lo que somos capaces de hacer y absorber todas las novedades, disfrutar de nuevos estímulos… Al principio siempre hay chispa. Al principio todos (o casi todos) nos enamoramos.

Pero el tiempo pasa, la ilusión inicial se pierde y la convivencia es dura. Hace mella. Es el momento de confiar en el otro, confiar en aquel que decide hacia donde hay que remar. Y si esa decisión se toma bajo valores que no son los nuestros, surgirá una disyuntiva: ¿remamos en la dirección en que nos dicen que lo hagamos (remamos por un compromiso adquirido en el pasado, por dinero o costumbre) o lo hacemos hacia donde nuestro instinto nos dice que debemos ir?

No hay una respuesta adecuada. Una nos lleva a la apatía y la desmotivación, a la tensión de ver como la distancia entre lo que tenemos y lo que queremos cada vez es mayor. Y la otra, a remar contracorriente. A enfrentarnos a quien una vez quisimos.  

Así es la vida. Los valores son lo que queda. Lo que nos distingue a unos de otros, nos hace diferentes. Lo que condiciona nuestras decisiones y nuestro futuro. Solo hay que ser consecuente con ellos. Y asumir que a veces, el amor se rompe de tanto usarlo.

jueves, 4 de julio de 2013

¿PENSAMOS EN GRANDE EN RECURSOS HUMANOS? por LAURA BAZ

Buscando la inspiración para este post me llegó a través del famoso magnate de los negocios Donald Trump por su libro “El Arte de la Negociación” y que hizo famosa la frase “ME GUSTA PENSAR EN GRANDE, SIEMPRE LO HE HECHO”. "Para mí es simple, si de todos modos hay que pensar, más vale pensar en grande”.
 
PENSAR EN GRANDE se resume en 10 ideas sobre las que añado y comento mi visión:
 
1. Sé concienzudo.
Esta cualidad permite que hagamos lo mejor posible nuestra tarea, con dedicación y esmero.
 
2. Genera 'momentum' (impulso) y mantenlo en movimiento.
"Hay que tener ideas, pero también la energía para que se realicen, lo cual a veces lleva mucho tiempo".
Lo ideal es que un Responsable de Recursos Humanos ayude a mantener e inyectar esa energía y generar más impulso en su personal a través de sus sistemas de motivación.
 
3. Tienes que permanecer enfocado.
Trump comenta: "He visto personas muy talentosas irse literalmente por la cloaca, porque no eran capaces de mantenerse enfocados el tiempo suficiente para lograr que las cosas se hicieran".
 
Un Responsable de Personal juega un papel importante en este aspecto, logrando a través de sus políticas y su liderazgo concienciar al personal de la importancia de por qué y para qué trabajan y que de su concentración y focalización dependerá el éxito de la empresa.
 
4. Mira la solución, no el problema.
Mantener el foco en la solución es una buena filosofía para introducir en la cultura de las empresas que buscan que su personal acepte retos, mejore, se adapte a los cambios y evolucione viendo que los problemas son parte de la vida, del negocio, y están para solucionarlos.
 
5. Ve la oportunidad por lo que es: una oportunidad.
Aprender algo nuevo cada día es una gran oportunidad.
 
6. Aprende lo que puedas sobre lo que estás haciendo.
 
7. Sé afortunado.
Apasionarse con lo que uno hace es lo que nos hace afortunados y exitosos.
 
8. Debes verte victorioso.
La actitud con la que afrontamos los retos es la clave de nuestra victoria.
 
9. Sé inteligente.
"Ser inteligente significa que sabes usar lo que tienes".
 
10. Nunca te rindas.
Hay que luchar por los sueños.
 
Particularmente me parece interesante aplicarlo al ámbito de los Recursos Humanos porque un Responsable de Personal sería adecuado que PENSARA EN GRANDE y transmitiera esa savia a su organización.