Si nos adentramos en la realidad actual de las organizaciones tenemos que hablar del Real Decreto Ley 8/2019 planteado por el gobierno con el objetivo de controlar las horas extra fraudulentas y el absentismo, reto para nosotros como profesionales de RRHH ante un marco legal que pone en contraposición las nuevas políticas de la organización (gestión de personas 4.0) basadas en un sistema de objetivos versus el presentismo.
En un momento en el que muchas empresas estamos inmersas en procesos de digitalización, gestión del cambio cultural, automatización de procesos, cultura de la flexibilidad y de la autogestión del tiempo, el riesgo que presenta es un posible aumento del presentismo, siendo España uno de los países de la Unión Europea donde más horas se trabaja y uno de los menos productivos.
Por otro lado, será más fácil probar los despidos objetivos por absentismo, el cual disparó su coste en España un 10% en 2018 hasta sobrepasar los 85.000 millones de euros, 31.000 millones más que en 2013. Este coste récord generado por el absentismo, que representa un 7,7% del PIB, se elevó a más de 85.140 millones de euros en 2018.
En torno al absentismo se han relacionado varios mitos que es necesario medir, según un informe de diciembre de 2018 en base a datos de Eurofund los trabajadores españoles son de los que menos faltan al trabajo en Europa por motivos de salud. Las cifras revelan una tendencia inversamente proporcional entre nivel de renta de los países y absentismo. Es decir, a mayor riqueza y estado del bienestar, más se falta al trabajo. Otro mito sobre los absentismos está relacionado con el sector, pero los datos revelan que no hay diferencias entre el sector público o el privado para explicar un mayor absentismo. La última encuesta de población activa (EPA) revela que el absentismo fue del 2,5% en ambos ámbitos.
No obstante, sigue siendo un problema actual en las organizaciones, pues según un informe de Absentismo Laboral relativo al segundo trimestre de 2018 de Randstad Research informa que cada día, un total de 256.000 personas de media no acudieron a su puesto de trabajo pese a no estar de baja, por comunidades País Vasco (6,2%), Asturias (5,5%) y Castilla y León (5,4%) fueron las comunidades con un mayor nivel de absentismo. Por sectores el industrial cuenta con un 5%, 2 décimas por encima de la media del resto de sectores.
Está claro que estamos ante un gran reto, pero ¿qué iniciativas podemos aplicar en la organización para que reducir el absentismo no se convierta en un mayor presentismo? Podemos considerar las siguientes propuestas:
1. Conocer las necesidades de los trabajadores. Situar a los trabajadores como protagonistas del negocio.
2. Flexibilidad horaria
3. Poner en práctica el teletrabajo
4. Pactar un reglamento de uso de los dispositivos tecnológicos personales
5. Mejorar la comunicación de la organización
6. Potenciar la escucha activa
7. Empatizar con los colaboradores
8. Trabajar desde un buen modelo de liderazgo
9. Invertir en formación en Directivos y cargos intermedios
10. Proponer un Descanso Inteligente
11. Priorizar la seguridad y salud de la plantilla
12. Externalizar parte de los procesos productivos
13. Invertir en Responsabilidad Social Corporativa
Los datos y la experiencia nos dicen que conseguir una empresa con un bajo porcentaje de absentismo y presentismo no requiere de grandes inversiones, pero sí de una buena visión estratégica. Tenemos que poner en marcha nuestros recursos, el momento es ahora.