Había en cierto lugar, un jefe de línea que para recompensar a un buen trabajador le dijo:“Debido a tu buen hacer y disposición he solicitado a la dirección que te incluyan una prima en tu nómina de este mes. Para el tiempo que llevamos juntos y la profesionalidad mostrada, no es mucha cantidad, y además, como están las cosas, me han dicho que es muy difícil. Pero simplemente quiero que se refleje un reconocimiento a tu labor. Es una prima de 2.000 euros.”
Tres días antes de realizarse las nóminas, el jefe de línea recibe un correo electrónico, donde la dirección le indica que no va a ser posible abonar el 100% del importe de la prima solicitada, indicándole la cantidad a satisfacer.
A final de mes, el trabajador recibe un sms con el saldo de la transferencia realizada de su nómina, y algo no le cuadra. Llega a la empresa, solicita el recibo y comprueba que sus sospechas se han cumplido. La mencionada prima es de 1.500 euros. El trabajador entonces realiza una llamada.
Dos semanas más tarde, la dirección de la empresa se está preguntando: “¿Me he perdido algo?", porque no entiende que un trabajador recién premiado, se vaya de la empresa. El jefe de línea se pregunta: “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”. Y el trabajador sigue auto-convenciéndose pensando, “No aguanto las falsas promesas”.
En una segunda ronda de pensamientos, la dirección de la empresa se sigue lamentando y pensando en el despilfarro de esa cantidad. El jefe de línea preguntándose y respondiéndose ¿No habrá sido por los 500 euros de diferencia? ¡No!. Y finalmente el trabajador “Yo estaba a gusto, pero para eso mejor que no me hubiesen dicho nada.”
Corolario: La satisfacción en el trabajo, ni se crea ni se destruye, solamente se transforma con las expectativas.
Ahora:
¿Creéis que es correcto el corolario? ¿Creéis que se han cometido errores de forma y de fondo, en la historia? En caso afirmativo, ¿Cuáles?
Espero que exista debate, o por lo menos reflexión.
Tres días antes de realizarse las nóminas, el jefe de línea recibe un correo electrónico, donde la dirección le indica que no va a ser posible abonar el 100% del importe de la prima solicitada, indicándole la cantidad a satisfacer.
A final de mes, el trabajador recibe un sms con el saldo de la transferencia realizada de su nómina, y algo no le cuadra. Llega a la empresa, solicita el recibo y comprueba que sus sospechas se han cumplido. La mencionada prima es de 1.500 euros. El trabajador entonces realiza una llamada.
Dos semanas más tarde, la dirección de la empresa se está preguntando: “¿Me he perdido algo?", porque no entiende que un trabajador recién premiado, se vaya de la empresa. El jefe de línea se pregunta: “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”. Y el trabajador sigue auto-convenciéndose pensando, “No aguanto las falsas promesas”.
En una segunda ronda de pensamientos, la dirección de la empresa se sigue lamentando y pensando en el despilfarro de esa cantidad. El jefe de línea preguntándose y respondiéndose ¿No habrá sido por los 500 euros de diferencia? ¡No!. Y finalmente el trabajador “Yo estaba a gusto, pero para eso mejor que no me hubiesen dicho nada.”
Corolario: La satisfacción en el trabajo, ni se crea ni se destruye, solamente se transforma con las expectativas.
Ahora:
¿Creéis que es correcto el corolario? ¿Creéis que se han cometido errores de forma y de fondo, en la historia? En caso afirmativo, ¿Cuáles?
Espero que exista debate, o por lo menos reflexión.