jueves, 23 de abril de 2020

Actualidad, realidad y RRHH, por Ricardo García

Estos días que nos ha tocado vivir, dan miedo sí, pero bajo mi humilde punto de vista no van a ser el fin del mundo. Actualmente este virus nos ha hecho abrir los ojos, y nos encontramos actualmente no solo ante una crisis sanitaria si no ante una crisis económica y de seguridad pública brutal. ¿Y quién es responsable de todo esto? Pues yo creo que todos y cada uno de nosotros tenemos una pizca de culpabilidad, ya que actualmente en España tenemos un gobierno totalmente fragmentado y que lejos de tomar decisiones de forma unánime, lo que nos dan son continuos combates de egos, que han retrasado toda la toma de decisiones y pone muchas más barreras a todo este momento que estamos viviendo y todo esto, como ya he dicho, es en parte culpa de todos nosotros, ya que hemos sido nosotros quien ha elegido esos representantes. Y esto ya no va de colores, Rojo, Azul, Verde o Naranja, esto va sobre sentido común y de responsabilidad, en hacer y dejar hacer, en tomar medidas, en pedir ayuda y dejar que te ayuden y sobre todo en dejar ese ego que les caracteriza de lado.

Los reproches por cosas del pasado ya no valen de nada, algo muy importante que el Sr.COVID nos ha enseñado es que debemos centrarnos en el presente, tanto para poner soluciones, como para aprovechar todo eso que tenemos tan valioso que nos rodea, sin dejar de preocuparnos por el futuro. Para mí ahora mucho menos importante que antes a nivel personal, pero las grandes instituciones tienen que tener un punto de mira mucho más adelantado y tienen que ser capaces de anteponerse ante estas situaciones.

La verdad es que estoy un poco cansado de escuchar “nos ha pillado por sorpresa”, ¿por sorpresa? El Sr. COVID fue identificado por primera vez en diciembre de 2019 en Wuhan, por sorpresa NO, simplemente no se le ha dado la importancia que se le tenía que haber dado en cada momento, obviamente yo como ciudadano de a pie tampoco fui previsible con ello, pero repito yo, como ciudadano de a pie… no como miembro de un gobierno o representante de un partido político, que son ellos los que tienen que prever, analizar y estudiar el posible impacto de estas situaciones. En este momento podéis pensar que peco de falta de empatía con ellos, pero no lo es ya que para ellos es su responsabilidad.

En resumen, de lo anterior, me quedo con que esta situación a mí personalmente me ha hecho aprender a valorar mucho más todas esas cosas importantes que teníamos día tras día y de las que ahora mismo estamos privados. Esperemos que a partir de ahora nuestros políticos se preocupen más por prevenir y asegurar el bienestar de sus ciudadanos invirtiendo en todo lo realmente necesario (investigación, ciencia…) y no recortar en aspectos tan básicos como la sanidad.

Como ya decía Yuval Noah Harari en su libro Homo deus: “No podemos estar seguros de que algún nuevo brote de ébola o de una cepa desconocida de gripe no vaya a propagarse por el globo y a matar a millones de personas, en caso de que esto ocurra no lo consideraremos una calamidad natural inevitable. Por el contrario, lo veremos como un fracaso humano inexcusable y pediremos la cabeza de los responsables. La humanidad tiene el conocimiento y las herramientas necesarias para impedir las pestes, y que si, a pesar de ello, una epidemia escapa a nuestro control, se debe más a la incompetencia humana que a la ira divina”
 


¿Y qué tiene que ver esto con RRHH? Pues la verdad es que mucho, ya que los primeros afectados de todo esto son las personas, personas que tienen en estas situaciones, miedos, preocupaciones, incertidumbres… y ante todas estas situaciones, son los especialistas en RRHH, los que tienen que estar preparados para saber hacer frente y para gestionar de forma correcta todas estas situaciones en la empresa en la que trabajen.

Ahora más que nunca tanto la empresa como los trabajadores necesitan de profesionales de RRHH capaces de asesorarles en todo tipo de materia laboral, explicación de los nuevos reales decretos, nuevas medidas tomadas por el gobierno, estar actualizado continuamente, actuar de forma flexible e individualizada con cada trabajador ya que en estos casos cada trabajador tiene una situación diferente, y no solo en este aspecto. Los especialistas en RRHH también son los encargados de tomar medidas de prevención y protocolos en caso de riesgo (junto a PRL), de comunicar a todo el personal de la organización las medidas adoptadas y encargarse de que estas medidas sean recibidas de forma adecuada por todos los trabajadores, de llevar caso por caso un seguimiento continuo de los trabajadores afectados, tanto por el trabajador como por el resto de la plantilla, dar reconocimiento y agradecer ese esfuerzo a los trabajadores que han estado al “pie del cañón” día tras día, además de transmitir a los trabajadores esa seguridad y esa tranquilidad que todos necesitamos actualmente.

Y, ¿qué pasara cuando todo esto pase? Pues cuando todo esto pase, los profesionales de RRHH deberán seguir velando y protegiendo a sus trabajadores, adaptándose, tomando nuevas medidas, y sobre todo teniendo en cuenta la salud emocional de nuestros trabajadores, ya que la vuelta a la “normalidad” puede producirles incomodidades. Esta vuelta al trabajo deberá hacerse de una forma escalonada, siempre que la situación lo permita, dando al trabajador un periodo de adaptación y facilitándole su incorporación.

Para terminar, os dejo el siguiente poema de Jacinto Benavente para que lo reflexionéis:



En el “meeting” de la Humanidad
Millones de hombres gritan lo mismo:
¡Yo, yo, yo, yo, yo, yo!...
¡Yo, yo, yo, yo, yo, yo!...
    Cu, cu, cantaba la rana:
Cu, cu, debajo del agua!...
   ¡Que monótona es la rana humana!
¡Que monótono es el hombre mono!
¡Yo, yo, yo, yo, yo, yo!...
Y luego: a mí, para mí;
En mi opinión, a mi entender.
¡Mí, mi, mi, mi!
Y en francés hay un ¡Moi!
¡Oh! El moi francés, ¡ese sí que es grande!
¡monsieur le moi!
La rana es mejor.
¡Cu, cu, cu, cu, cu!
Solo los que aman saben decir ¡Tu!

jueves, 16 de abril de 2020

El apoyo en los demás como herramienta de la felicidad laboral, por Carlos Díez-Astrain

En estos días tan complicados para todos donde echamos tanto de menos a las personas que queremos, me han dado para reflexionar acerca de lo importante que es para el ser humano ser apoyado por otras personas. La tecnología nos acerca cada día más, pero para nosotros no es suficiente., anhelamos fuertemente el  soporte diario que nos aportan las demás en nuestro día adía. Esto se puede trasladar fácilmente a las organizaciones empresariales

Las intervenciones positivas tienen más probabilidades de ser eficaces cuando la persona está apoyada activamente por los demás. Este apoyo puede provenir de diversas formas, tales como ayuda práctica (p.ej., proporcionar información sobre una carta de agradecimiento), o apoyo emocional (p.ej., ser escuchado por un compañero de trabajo).
La importancia de los demás se hace también patente por el hecho de que la búsqueda de objetivos personales es más eficaz cuando los objetivos se han formulado en presencia de otras personas importantes. Lo más probable es que la presión social aumente la motivación y el compromiso.

Por último, compartir una buena noticia con los demás se ha identificado como estrategia de fomento de la felicidad. Esto implica que el hecho de compartir el éxito con los demás aumenta el efecto positivo que tiene la felicidad, añadiendo todavía más felicidad. Esto es, otras personas, como amigos, familiares o colegas como parte de cualquier estrategia positiva.

Por todo ello no es extraño que muchas estrategias prometedoras se centren en los aspectos interpersonales del trabajo y la participación de otras personas. Son eficaces debido a dos motivos sustanciales. En primer lugar entendemos que es sencillo obtener reacciones positivas de otros, lo que alienta al empleado con el particular comportamiento. Por otro lado, el comportamiento positivo es habitualmente correspondido por los demás. De esta manera, utilizando estas estrategias interpersonales en el trabajo, es probable que el empleado entre en una espiral ascendente de felicidad, creando comportamientos que desencadenen respuestas positivas que refuercen dichos comportamientos, y así de manera sucesiva llegando a una cadena interminable.

En una época en la que el factor autonomía y  el denominado “teletrabajo” están de moda, esta crisis nos ha hecho ver, entre otras muchísimas cosas, lo que necesitamos a los demás. Quizás antes no éramos conscientes de ello.

jueves, 9 de abril de 2020

La multidisciplina multiplica resultados, por Adrián Gato

El contexto empresarial ahora más que nunca, es sin duda un contexto impredecible, cambiante y competitivo. Las empresas que logran anticiparse o adaptarse a los cambios sobreviven y logran un posicionamiento óptimo y favorable para su desarrollo.
 
Si bien necesitamos una empresa preparada para este entorno VUCA, el dilema está en cómo conseguir un equipo preparado para ello, y qué forma de trabajo es la más adaptativa. Estas son las preguntas del millón, que todo empresario se ha hecho una y mil veces, y sin duda, si buscas una respuesta precisa te podría decir que aún no he conseguido darle respuesta. Sin embargo, hay un hecho que durante toda mi experiencia se me ha pasado por la cabeza y que puede estar íntimamente relacionado con lo anterior.

Muchas empresas y muchos profesionales se esfuerzan en formarse siguiendo un itinerario de especialización. Este hecho genera profesionales muy bien formados y muy especializados en un área concreta. Pueden ser los mejores en esa área, pero sin embargo carecen de recursos para muchas otras. Esto puede generar contradicciones, esa especialización genera equipos altamente cualificados, con lo cual vamos a ser los mejores; pero esas personas solo saben hacer bien ese trabajo. Si se generan cambios, puede que esos empleados tengan dificultades y el resultado no sea el más satisfactorio. Si tenemos en cuenta nuestro contexto cambiante, no tiene mucho sentido ser los mejores en algo muy concreto, si no tenemos recursos para afrontar otros escenarios.
 
Como consecuencia de esto, me gustaría exponer y poner en valor el trabajo multidisciplinar. Equipos formados por profesionales con diversas formaciones, cada uno tiene su background, cada uno por individual tiene sentido, pero en equipo todas ellas se aúnan para dar un resultado más completo. Puede que a priori no tengan nada que ver, puede que a priori no tenga sentido juntar a personas con diferencias o formaciones dispares, pero tiene todo su sentido si se complementan y nos fijamos en el resultado final.
Es decir, haciendo uso del refrán, ’’cuatro ojos ven más que dos’’, aumentamos las ideas y desarrollamos la creatividad, pudiendo obtener más posibilidades.
 
Esto genera más opciones de formación obteniendo profesionales más completos; aumenta la toma de decisiones, rompe con la procrastinación, se ahorra tiempo y energía, se obtienen equipos ágiles, y disminuyen los conflictos. Nos encontramos con equipos que trabajan en paralelo, no segmentados, originando un trabajo común, por lo tanto, aumenta el compromiso por pertenencia a un grupo o colectivo, y aumenta la motivación.
 
Pero, sin duda, es muy importante tener en cuenta el margen de actuación, y poder responder rápidamente a los contratiempos. Es decir, si cada profesional conoce el trabajo de su compañero, y su compañero el suyo, pueden surgir bajas, o puede que el trabajo no esté compensado. En esos casos un profesional puede suplir a otro o puede generarse altruismo de manera que, si uno termina su tarea, puede echarle una mano a su compañero, y viceversa.
 
 

Con todo lo expuesto anteriormente, no quiero exponer solo la idea de la diversidad, sino en la gestión de esos equipos, es importante tener en cuenta también la dinámica de trabajo. Es decir, podemos haber formado un buen equipo, pero no obtener el verdadero potencial de sus componentes. Otro de los puntos a tener en cuenta en este tipo de equipos de trabajo, es la solidaridad laboral y la empatía, conseguir llegar a una conexión entre todos los integrantes, para el correcto funcionamiento.
 

Por último, insistir en que, aunque aparentemente la formación de una persona no esté directamente relacionada con el trabajo a realizar, no importa (esto es relativo, no se malinterprete), sin embargo, son realmente útil las aptitudes, y más aún, la sinergia entre las diferencias concretas, ya que los resultados son realmente brillantes.
Por tanto, las diferencias suman, la diversidad une fuerzas, ver los retos empresariales desde diferentes perspectivas es realmente útil y ofrece un resultado final que nos da soluciones eficaces y eficientes.
 
La clave de nuestro futuro empresarial está en la multidisciplina de sus equipos de trabajo.