Estos días que nos ha tocado vivir, dan miedo sí, pero bajo mi humilde punto de vista no van a ser el fin del mundo. Actualmente este virus nos ha hecho abrir los ojos, y nos encontramos actualmente no solo ante una crisis sanitaria si no ante una crisis económica y de seguridad pública brutal. ¿Y quién es responsable de todo esto? Pues yo creo que todos y cada uno de nosotros tenemos una pizca de culpabilidad, ya que actualmente en España tenemos un gobierno totalmente fragmentado y que lejos de tomar decisiones de forma unánime, lo que nos dan son continuos combates de egos, que han retrasado toda la toma de decisiones y pone muchas más barreras a todo este momento que estamos viviendo y todo esto, como ya he dicho, es en parte culpa de todos nosotros, ya que hemos sido nosotros quien ha elegido esos representantes. Y esto ya no va de colores, Rojo, Azul, Verde o Naranja, esto va sobre sentido común y de responsabilidad, en hacer y dejar hacer, en tomar medidas, en pedir ayuda y dejar que te ayuden y sobre todo en dejar ese ego que les caracteriza de lado.
Los reproches por cosas del pasado ya no valen de nada, algo muy importante que el Sr.COVID nos ha enseñado es que debemos centrarnos en el presente, tanto para poner soluciones, como para aprovechar todo eso que tenemos tan valioso que nos rodea, sin dejar de preocuparnos por el futuro. Para mí ahora mucho menos importante que antes a nivel personal, pero las grandes instituciones tienen que tener un punto de mira mucho más adelantado y tienen que ser capaces de anteponerse ante estas situaciones.
La verdad es que estoy un poco cansado de escuchar “nos ha pillado por sorpresa”, ¿por sorpresa? El Sr. COVID fue identificado por primera vez en diciembre de 2019 en Wuhan, por sorpresa NO, simplemente no se le ha dado la importancia que se le tenía que haber dado en cada momento, obviamente yo como ciudadano de a pie tampoco fui previsible con ello, pero repito yo, como ciudadano de a pie… no como miembro de un gobierno o representante de un partido político, que son ellos los que tienen que prever, analizar y estudiar el posible impacto de estas situaciones. En este momento podéis pensar que peco de falta de empatía con ellos, pero no lo es ya que para ellos es su responsabilidad.
En resumen, de lo anterior, me quedo con que esta situación a mí personalmente me ha hecho aprender a valorar mucho más todas esas cosas importantes que teníamos día tras día y de las que ahora mismo estamos privados. Esperemos que a partir de ahora nuestros políticos se preocupen más por prevenir y asegurar el bienestar de sus ciudadanos invirtiendo en todo lo realmente necesario (investigación, ciencia…) y no recortar en aspectos tan básicos como la sanidad.
Como ya decía Yuval Noah Harari en su libro Homo deus: “No podemos estar seguros de que algún nuevo brote de ébola o de una cepa desconocida de gripe no vaya a propagarse por el globo y a matar a millones de personas, en caso de que esto ocurra no lo consideraremos una calamidad natural inevitable. Por el contrario, lo veremos como un fracaso humano inexcusable y pediremos la cabeza de los responsables. La humanidad tiene el conocimiento y las herramientas necesarias para impedir las pestes, y que si, a pesar de ello, una epidemia escapa a nuestro control, se debe más a la incompetencia humana que a la ira divina”
¿Y qué tiene que ver esto con RRHH? Pues la verdad es que mucho, ya que los primeros afectados de todo esto son las personas, personas que tienen en estas situaciones, miedos, preocupaciones, incertidumbres… y ante todas estas situaciones, son los especialistas en RRHH, los que tienen que estar preparados para saber hacer frente y para gestionar de forma correcta todas estas situaciones en la empresa en la que trabajen.
Ahora más que nunca tanto la empresa como los trabajadores necesitan de profesionales de RRHH capaces de asesorarles en todo tipo de materia laboral, explicación de los nuevos reales decretos, nuevas medidas tomadas por el gobierno, estar actualizado continuamente, actuar de forma flexible e individualizada con cada trabajador ya que en estos casos cada trabajador tiene una situación diferente, y no solo en este aspecto. Los especialistas en RRHH también son los encargados de tomar medidas de prevención y protocolos en caso de riesgo (junto a PRL), de comunicar a todo el personal de la organización las medidas adoptadas y encargarse de que estas medidas sean recibidas de forma adecuada por todos los trabajadores, de llevar caso por caso un seguimiento continuo de los trabajadores afectados, tanto por el trabajador como por el resto de la plantilla, dar reconocimiento y agradecer ese esfuerzo a los trabajadores que han estado al “pie del cañón” día tras día, además de transmitir a los trabajadores esa seguridad y esa tranquilidad que todos necesitamos actualmente.
Y, ¿qué pasara cuando todo esto pase? Pues cuando todo esto pase, los profesionales de RRHH deberán seguir velando y protegiendo a sus trabajadores, adaptándose, tomando nuevas medidas, y sobre todo teniendo en cuenta la salud emocional de nuestros trabajadores, ya que la vuelta a la “normalidad” puede producirles incomodidades. Esta vuelta al trabajo deberá hacerse de una forma escalonada, siempre que la situación lo permita, dando al trabajador un periodo de adaptación y facilitándole su incorporación.
Para terminar, os dejo el siguiente poema de Jacinto Benavente para que lo reflexionéis:
En el “meeting” de la Humanidad
Millones de hombres gritan lo mismo:
¡Yo, yo, yo, yo, yo, yo!...
¡Yo, yo, yo, yo, yo, yo!...
Cu, cu, cantaba la rana:
Cu, cu, debajo del agua!...
¡Que monótona es la rana humana!
¡Que monótono es el hombre mono!
¡Yo, yo, yo, yo, yo, yo!...
Y luego: a mí, para mí;
En mi opinión, a mi entender.
¡Mí, mi, mi, mi!
Y en francés hay un ¡Moi!
¡Oh! El moi francés, ¡ese sí que es grande!
¡monsieur le moi!
La rana es mejor.
¡Cu, cu, cu, cu, cu!
Solo los que aman saben decir ¡Tu!